William observaba atento aquella daga; parecía no poder creer que tenía el arma homicida en sus manos y más aún, que esta fuese brindada indirectamente por aquella persona a la cual creía muerta.
Los archivos estaban en su escritorio; Sascha había pasado a dejarlos preguntando una vez más sobre el asunto, y de nuevo, Will había evitado la pregunta.
"Dicen que se volvió loco"
Podía escuchar claramente a su compañero decir eso tras la puerta de su oficina.
"Hipócritas, todos son así"
-No estoy loco.
"Sutcliff no esta vivo, tienes que aceptarlo"
-Ya no hay forma en que puedan negarlo.
Pero, lo que William bien sabía, era que si revelaba el paradero del menor solo complicaría mas las cosas; por ahora solo quería sacarle de ahí y llevarlo lejos para ponerlo a salvo.
Sin embargo, no contaba con que el pelirrojo estuviera ahí por su voluntad, no mostraba alguna marca física o psicológica de estar secuestrado o algo parecido.
-¿Señor Spears?-llamó una voz ajena sacandole de su trance.
-Dime.-accedió al voltear a ver a su compañero.
-Tengo que hablar contigo.
-¿Que sucede?
-He oído rumores, lo común sobre usted y su locura por Sutcliff, sin embargo... gracias a ello investigué mas sobre su comportamiento; he notado cambios exagerados en su actitud...
-¿Que clase de cambios?
-Parece más ansioso últimamente. ¿Sabe? Es extraño, porque cuando llegó aquí estaba en un estado depresivo, después pasó a una zona de confort sólida en la que podía vivir su vida sin dejar de lado su idea de encontrar algún milagro para hayar a Sutcliff; pero ahora... desde que le deje en aquel bar, algo paso con usted, si, parece ansioso como ya lo he dicho antes, pero ahora se ve nervioso y molesto por algo en especifico; no creo que sea que hablen de usted a sus espaldas o algo parecido, pues me imagino que en todos estos 5 años ha vivido a costa de ello... entonces... mi pregunta es... ¿Que fue lo que hizo molestar a mi jefe? ¿Que fue aquello que después de tantos años le hizo sentir incómodo y frustrado?
-...-el moreno le miró con recelo y sin decir palabra alguna.
-¿Será acaso... ?
-Ve al punto.
-¿...Que al fin encontró a Sutcliff?-aquel hombre se quedó helado al escuchar el final de la pregunta.
-No se de que hablas, si hubiera señales de Sutcliff yo estuviera desesperado buscándole mas que nadie.
-Otra señal de que esta mintiendo.
-Explícame tu razonamiento.
-Usted jamás admitiría que estuvo o esta buscando al pelirrojo, solo lo haría sin dar motivos... ¿Porque ahora que le cuestiono sobre el tema de su cambio de actitud y menciono al susodicho, usted de la nada admite que estaría buscandole mas que nadie? Algo contradictorio, ¿No lo cree? Ahora prefiere decir la verdad sobre su busqueda incansable, cosa que era muy obvia, por cierto, a tener que decir que tuvo noticias de su ex-compañero.
-¿De que demonios va todo este interrogatorio?
-De nada en absoluto.
-¿Que quieres?
-¿Parece que yo quiera algo?
-¿Me crees un imbécil?
-Pues no... creo que usted es un hombre listo, un poco impulsivo, claro... pero es metódico e inteligente.
-No me refería a que...
-Se a lo que se refería señor Spears; no he venido a sonzacarle que entregue a Sutcliff, ni mucho menos he venido a extorsionarle o a retarle.
-¿Entonces que es lo que quieres?-el castaño le miró y se acercó a su compañero.-¿Que estás...?-reclamó asqueado, Sascha le había dado un cálido abrazo, algo que no había sentido desde que Grell se había marchado ya que solo a el le permitía acercarse a el.
-Lo felicito... su búsqueda rindió frutos.-el azabache le miró sorprendido.
-¿Solo querías esto?
-No, quiero que no me deje afuera, siento que puedo ser de ayuda y me gustaría servir para reunirlos después de 5 largos años... me es molesto que hablen así de otras personas, pero... me imagino que para usted ya no importa ya que solo piensa en ese pelirrojo.-William estaba sorprendido, no había esperado que Sascha quisiera ayudarle, mas aún que le tuviera tan vigilado como para saber todo eso.
Asintió dándose por vencido.
-Espero que no diga ahora que me ha descubierto.
-No lo haré, verá que le seré de utilidad.-se quedó pensando.-¿Ha hablado con Sutcliff?
-Si.
-¿Y que paso? ¿Que le dijo?
-Que ya no me amaba, y... bueno, que ahora quería a ese demonio.
-¿No le parece extraño?
-Creí que le tenía amenazado o algo por el estilo... sin embargo, el actúa como si nada hubiese pasado.
-Puede ser que no quiera preocuparlo.
-No... Sutcliff no es así, suele ser un dolor de cabeza y no le importa preocuparme en lo mas mínimo.
-Los tiempos cambian... las personas igual.-El superior bajó la mirada al cajón, dudaba de si debía mostrarle aquel objeto punzo cortante al shinigami alemán.-¿Donde se encuentra?
-¿Sutcliff?
-Si, ¿Donde?
-No diré su ubicación así de fácil.-Quiero visitarle, no sabrá que voy de su parte.
-¿Que ganarías con ello? ¿Cual sería el propósito?
-Vigilar a su captor.
-Ese maldito...
-Según se, el no me conoce.
-¿Como sabes de quien estoy hablando?
-Su rival es Sebastian Michaelis, fue muy rápido escuchar ese nombre en cuanto usted denunció al demonio para iniciar una búsqueda a su nombre.
-Me atacaste con exceso de información... me gustaría ver como dejas sin palabras a Grell.
-¿Porque no le llama así siempre? Creo que... a estas alturas los formalismos ya no importan.
-No es una costumbre mía el llamarle por su nombre.-se pusó a reflexionar.-pero... si vuelvo a tenerlo conmigo, le llamaré así las veces que el quiera.
El contrario le miró.
-¿Donde esta?
-En el teatro...-suspiró.
-Por eso ningún shinigami le reconoce... no tenemos tiempo para asistir a las funciones, y cuando salimos preferimos ir a otros lados. Además, uno nunca buscaría en un lugar tan concurrido, uno pensaría que el quisiese esconderse en sitios solitarios y olvidados de la mano de dios.
Hubo un silencio algo largo, parecían estar organizando sus ideas y lagunas mentales.
-Iré a verlo esta noche, la función ofrece una obra que no pienso perderme... tardó 5 años en darse a conocer.-afirmó al mayor. El castaño se levantó y salió dea oficina no sin antes escuchar un "gracias" por parte de William, casi como un susurro.
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Por la noche.