Voldemort

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Narra ____:

Era realmente como si tragara hielo. Dejé la botella y ambos tomados de las manos fuimos hacia adelante. Vi que las llamas negras lamían mi cuerpo pero no me quemaban.

Durante un momento no pude ver más que fuego oscuro. Luego nos encontramos al otro lado, en la última habitación.

Ya había alguien allí. Pero no era Snape. Y tampoco era Voldemort.

Era... ¿Draco?

-Draco, ¿qué haces aquí? -pregunté asustada y confundida.

-Vine a robar la piedra >:v

Era Quirrell.

-¡Usted! -exclamó Harry. Quirrell sonrió. Su rostro no tenía ni sombra del tic.

-Yo -dijo con calma- me preguntaba si me iba a encontrar con ustedes aquí, Potters.

-Pero nosotros pensamos... Snape...

-¿Severus? -Quirrell rió, y no fue con su habitual sonido tembloroso y entrecortado, sino con una risa fría y aguda-. Sí, Severus parecía ser el indicado, ¿no? Fue muy útil tenerlo dando vueltas como un murciélago enorme. Al lado de él ¿quién iba a sospechar del po-pobre tar-tamudo p-profesor Quirrell?

Simplemente yo no podía aceptarlo. Podría ser que Snape no quisiera robar la piedra, pero a eso de que Quirrell quisiera robarla... No, aquello no podía ser verdad, no podía ser, eso me destrozaba .

-¡Pero Snape trató de matarnos a Harry y a mi ! -dije al recordar lo que nos habían dicho Ron y Hermione después de ese partido de Quidditch.

-No, no, no. Yo traté de mataros. Su amiga, la señorita Granger, accidentalmente me atropelló cuando corría a prenderle fuego a Snape, en ese partido de quidditch. Y rompió el contacto visual que yo tenía con él. Unos segundos más y lo habría hecho caer de esa escoba. Y ya lo habría conseguido, si Snape no hubiera estado murmurando un contra maleficio, tratando de salvarlo.

-¿Snape trataba de salvarnos a nosostros? -preguntó Harry 

-Por supuesto -dijo fríamente Quirrell-. ¿Por qué creen que quiso ser árbitro en el siguiente partido? Estaba tratando de asegurarse de que yo no pudiera hacerlo otra vez o contra ti ____ Potter. Gracioso, en realidad... no necesitaba molestarse. No podía hacer nada con Dumbledore mirando. Todos los otros profesores creyeron que Snape trataba de impedir que Gryffindor ganase, se ha hecho muy impopular... Y qué pérdida de tiempo cuando, después de todo eso, voy a matarlos esta noche.

Quirrell chasqueó los dedos. Unas sogas cayeron del aire y se enroscaron en nuestros cuerpos, sujetándonos con fuerza.

-Son demasiado molestos para vivir, Potters. Deslizándose por el colegio, como en Halloween, porque me descubrieron cuando iba a ver qué era lo que vigilaba la Piedra.

-¿Usted fue el que dejó entrar al trol? -dije mientras la soga me asfixiaba cada vez más.

-Claro. Yo tengo un don especial con esos monstruos. ¿No vieron lo que le hice al que estaba en la otra habitación? Desgraciadamente, cuando todos andaban corriendo por ahí para buscarlos, Snape, que ya sospechaba de mí, fue directamente al tercer piso para ganarme de mano, y no sólo hizo que mi monstruo no pudiera matarlos, sino que ese perro de tres cabezas no mordió la pierna de Snape de la manera en que debería haberlo hecho... -Hizo una pausa: -Ahora, esperen tranquilos, Potters. Necesito examinar este interesante espejo.

De pronto, vi lo que estaba detrás de Quirrell. Era el espejo de Oesed.

-Este espejo es la llave para poder encontrar la Piedra -murmuró Quirrell, dando golpecitos alrededor del marco-. Era de esperar que Dumbledore hiciera algo así... pero él está en Londres... Cuando pueda volver, yo ya estaré muy lejos.

La princesa del mundo de los magos y dragones(Draco y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora