Parte 1

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Las colinas estaban encapotadas de nubes tormentosas, y la luz de la luna se asomaba levemente por ellas, iluminando una pequeña parte del inmenso castillo. Los animales corrían a esconderse para cubrirse de la tormenta que se avecinaba.
Dentro del castillo una hermosa joven de ojos azulados, piel blanca, cabello rojizo y rizado corría a la torre norte. Levantaba su vestido con una mano, mientras que con la otra sostenía su corona, el golpear de sus tacones se escuchaba por todo el pasillo, los guardias la miraban pasar sin moverse de sus lugares.
--Mi reina -. dijo un hombre alto cuando la joven se puso frente a la puerta de la habitación de su hermano
--Pierre -jadeo- es urgente que hable con mi hermano, dejame pasar
--Adelante, mi señora -el guardia se movió rápidamente para dejarle pasar
La habitación estaba tranquila, un libro se posaba sobre la gran cama con grabados de oro, la joven se acerco lentamente y lo abrió. Después de unos segundos una sonrisa se estiro por su rostro e imágenes de lo sucedido hace unos pocos meses fueron rápidamente a su cabeza, era el libro de Encantamientos que usaban usualmente con el profesor Flitwick, en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. El golpe detrás de ella la hizo reaccionar.
--¡Lucy! -dijo su hermano mayor-. Casi me matas del susto, ¿qué haces aquí?
--Oh Peter, era urgente que hablara contigo -dijo Lucy cerrando el libro
--¿Qué es lo que pasa?
Peter Pevensie, el mayor de los cuatro hermanos y el más grande rey que había tenido Narnia y, además uno de los más talentosos magos que había, acababa de salir del baño con una toalla enredada en su cintura, su cabello rubio lo tenia mojado y revuelto por sin ningún lado y esperaba a que su hermana continuara.
--Estoy algo preocupada -Lucy tomo asiento-. Estamos en Narnia... no sabemos cuanto tiempo haya pasado en el mundo real... Peter, ¿cómo nos llegarán nuestras cartas de Hogwarts?
--Supongo que McGonagall o Merlín se las ingeniaran para que nos lleguen -suspiro- ¿algo más?
--Si, -se levanto y camino a la ventana lentamente- estoy preocupada por Edmund...
--¿Qué le pasa?
--Bueno, desde la repentina desaparición de Belén hace unos meses, digamos qué no ha sido el mismo...
--Pues, tienes razón... es decir -suspiro- se ha vuelto mas serio y reservado...
--¡Eso! -Lucy dio una palmada- Peter no se, creo que deberíamos regresar... debe de hacerle falta ver a Harry y a los chicos...
--¿Qué acaso crees que yo no quiero volver? -miro a su hermana a los ojos- pero, no sé, al parecer aun no es el momento...
La puerta se abrió y entro el mayordomo real.
--Mis reyes... la cena esta servida -dijo con una inclinación
--Ya vamos -contestaron los dos
El centauro salió de la habitación y después de unos segundos salió Lucy.

:::

--¡Espera! ¡Dudley, así no es! -el grito de Harry sacudió la casa de los Dursley
Desde que habían salido de vacaciones, Harry se había dedicado a enseñar bien a Dudley el uso de los encantamientos, hechizos y maldiciones, al igual que los movimientos.
--¡Basta! -grito Vernon Dursley- ¡basta!
Los dos chicos dejaron de forcejear con la varita de Dudley.
--¡Es suficiente! -los miro enojado- no quiero más destrozos en esta casa
El hombre salió enojado de la sala con el periódico en la mano, azotando la puerta. Los dos chicos comenzaron a reír en silencio para que no los volvieran a regañar, los eventos de la semana anterior volvieron rápidamente a su cabeza.

-Flash back-

Estaba haciendo un calor insoportable, los dos jóvenes estaban tirados bajo un árbol en el patio, tomando la sombra y practicando algunos conjuros.
--Me estoy muriendo de calor -se quejó Dudley
--¿Qué crees que yo no?
Una lechuza irrumpió en su mortífero calor, cayendo en picado a los brazos de Harry, rápidamente la reconocieron, se trataba de Hedwig que llevaba dos cartas atadas a la pata. Harry las tomo rápidamente y, con su varita, le dio un pequeño sorbo de agua. La primera era de Hermione.

Queridode Harry:
Oye, espero verte dentro de dos semanas en casa de Ron, ¡están planeando una pelea de calabazas! La verdad no tengo ni la más mínima idea de como será, solo sé que Ron me dijo que lleváramos muchísima ropa y ganas de huir.
¡Oh! Es una carta relativamente corta, bueno, te dejo mis padres me llaman a cenar, nos vemos dentro de unas semanas.
Con amor,
Hermione
El chico sonrió y abrió la segunda carta, la cual era de Ron, miro a su primo y noto que leía un libro de hechizos de primer año que tenía Harry. Rió para sus adentros y se dispuso a leer.

Harry Potter y la última batallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora