Domingo

17 2 1
                                    

  Desperté sintiéndome mucho mejor. Era una hermosa mañana fresca, agradable, los rayos del sol atravesaban las cortinas blancas de mi ventana, podía oír los pajarillos cantar alegremente, me senté en mi cama y respiré profundamente, me paré y me estiré. No lo se, pero me gusta esa sensación medio de dolor que se crea al día siguiente de haber hecho ejercicio, de alguna manera me hace sentir fuerte, capaz de soportar el dolor.

Me duche y bajé a la cocina, donde un dulce aroma me dio la bienvenida. Mi madre se encontraba preparando pancakes, el desayuno dominical tradicional de nuestra familia. Mi padre se encontraba ya en la mesa, leyendo un periódico con esos lentes circulares de lectura que me causan tanta gracia, supongo que notó mi presencia, ya que me vio y sonrió.
+Buenos días, Nicky+ dijo mi padre con una gran sonrisa.
-Buenos días, pa- contesté de igual manera.
Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla.
-Buenos días, ma- dije haciendo lo mismo con mi madre, y me senté a la mesa.
+Buenos días hija+ contestó mi madre dejando un plato con tres pancackes frente a mí. +¿Qué tal descansaste?+
-Muy bien, ¿y ustedes?-
+Dormí como una roca+ contestó mi padre.
~Como una roca ruidosa~ agregó mi mamá, ~no dejaste de roncar en toda la noche, en serio no se cómo es que te aguanto~
+Es porque me amas, cariño+ dijo mi padre levantándose para dejar su plato en el lavabo y dejando un beso en la frente de mi madre, ella sonrió y le dio un pico.
~Tienes razón~ contestó, y volvió a besarlo.
Yo tenía una cara entre sonriente y duda al mismo tiempo, ambos me miraron y rieron.
+¿Qué?+ preguntó mi madre, +ya te veremos cuando estés enamorada+ agregó.

En unos pocos segundos las sonrisas de los tres se desvanecieron. Hablar de mis sentimientos era como un tabú en nuestra familia.

-Yo estuve enamorada una vez, ¿recuerdan?- pregunte algo deprimida
+Sí, yo... Lo siento, olvídalo ¿sí?+
-no mamá, no lo quiero olvidar... Siempre que sale a flote un tema sobre mi amorío pasado intentan esquivarlo y me cambian el tema, ¿Por qué me hacen esto? Saben que algún día tendrán que aceptar q..-
+¡PERO HOY NO!+ interrumpió mi padre alzando la voz
-Y ¿POR QUÉ NO?- contesté de igual manera.
+No pienso quedarme a discutir esto, se me hará tarde para el trabajo+ contestó serio, claramente enfadado, tomo su maletín y salió de la casa.
Me quedé observando la puerta con una cara de enojo, casi quemando la puerta con mi mirada. Voltee a ver a mi madre, quien me veía con lágrimas en los ojos. No puedo aguantar verla así, me partió el corazón y mis ojos se inundaron de lágrimas igualmente, me levanté y me acerqué a ella para abrazarla.
-Lo siento mamá- dije mientras me separaba de ella, -es solo que no entiendo por qué no pueden aceptarme como soy-
+Tranquila hija, sabes que te amamos con todos tus defectos, pero es que esto fue algo tan repentino para nosotros, quizá hubiera sido más fácil si nos hubiéramos sentado a charlarlo antes, y las cosas no hubieran sucedido como lo hicieron+
-Tienes razón, ma, pero en el fondo yo sabía que mi papá reaccionaría de esta forma-
+Bueno, ya no importa, ahora come tus pancakes antes de que se enfríen+ dijo mi madre secándose las lágrimas y dándome un beso en la frente. Se sirvió un plato y se sentó a comer conmigo. Ninguna de las dos dijo nada hasta que terminamos de comer. Recogí los platos y los lavé. Mi madre me abrazó, se despidió de mí y se fue a trabajar después de ducharse y arreglarse. Es cheff, gracias a eso todo le queda delicioso, sin embargo, este desayuno no fue tan placentero como suele serlo.

Perfecciones ImperfectasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora