Forest ➳ mgc. #1 #RainAwards2017

✨ o n c e ✨

Michael.

Mierda, mierda y más mierda.

— ¡Mia tranquila! —Grité desesperado— ¡Ya bajare a buscarte!  

Suspire casando mi cabeza, corrí hasta las escaleras y baje lo más rápido posible, escanee las habitaciones mientras trataba de buscar en cual era que su cuerpo se desplomó con piso y todo.

Espero que no le haya pasado nada grave...

¡Diablos! 

Abría y cerraba cada puerta con la esperanza de encontrar a Mia ahí, pero parecía mentira que no podía encontrarla.

"Bien Michael, tranquiliza tu mente... Todo saldrá bien, solo revisa las cosas tranquilo" —Me anime a mí mismo.  

Gruñí y abrí la última puerta, encontrándome con el hueco encima del techo, pero el cuerpo de Mia no estaba.

— ¡Carajo! —Grite frustrado.  

Me metí dentro de la habitación, ¿Cómo puede ser? Es el mismo agujero por el cual ella cayo, pero su cuerpo no estaba en la habitación.

Me estaba volviendo loco, eso estaba pasando.

Volví las manos a mi cabeza, necesito tranquilizarme, eso necesito...  

Bien, solo tengo que buscarla, no pasara nada.

 ¿No pasara nada?

Oh, claro... Si crees que por estar en una casa llena de maldades estarás seguro y no te pasara nada, te lo recomiendo.

Gruñí y Salí de la habitación, ahora tendría que buscarla por toda la mansión, y eso era algo que me preocupaba.

...

— ¡Mia! —Grite cansado, mis pies dolían y eso me estaba matando.

No había respuesta alguna, nada.

—Mia... ¡Demonios! ¿Dónde carajos te metiste? —Grite a la fuerza, mi pecho dolía demasiado, y lo que más me preocupaba era como estaría ella.

Mi celular no tenía batería, y ya se estaba apagando, ni siquiera tenía señal, así que solo era hombre muerto aquí dentro.  

— ¡Mia! —Volví a gritar.

— ¡Mike! —Escuche como ella gritaba mi nombre.

— ¿Mia? ¿Dónde estás? —Grite desesperado empezando a correr en busca de ella. 

—Ayuda... —Escuche sus susurros, y juraba sentir sus lágrimas. 

Gemí mientras observaba cada rincón en busca de ella.

Y solo llegue a una habitación, para encontrar todo tranquilo.

— ¿Mia? —Pregunte acercándome a una silueta de una chica, cuando pude alumbrarla lagrimas salían por sus ojos y se sacudía desesperada.

Me acerque a ella y cuando fui a desatarla sentía como me tiraban de espaldas lejos de ella.  

...

—Diablos... —Gemí al sentir un ardor en mi boca.

Abrí mis ojos lentamente, parpadee varias veces y me asuste al sentir mi cuerpo atado, observe asustado, estábamos dentro de una habitación, que la verdad, daba miedo...

Trate de hablar, pero la cinta sobre mi boca me lo impedía.  

Observe y vi como la puerta de un rechinido se habría.

Un hombre y una señora... Oh dios mío, los dueños.  

La mujer se acercó hasta Mia que se encontraba inconsciente, acerco algo hasta su nariz y esta despertó al segundo que sintió el olor a alcohol dentro de sus fosas, la mujer la desato y luego a la fuerza la subió encima de una mesa.

Patalee varias veces, ¿Qué le iban a hacer? No, no podían tocarla...

El hombre se acercó hasta mí y sonrió, quito la cinta de mi boca y sonrió tocando mi cabello.

—La veras sufrir... —Susurro cerca de mi oído, lo cual me hizo acelerar mi pulso.

No.

No.

No.

Claro que no. 

Esto no podía ser verdad, es solo otra pesadilla de las tantas que solía tener, sé que despertare y estaré bien. 

—Mike —Susurro débilmente mientras apretaban sus manos y piernas en contra de la mesa con unas sogas.

— ¡Déjenla! ¡Mierda! —Grite desesperado, mientras las lágrimas amenazaban con salir disparadas.  

—Decisión tomada demasiado tarde, chico. —Susurro aquella mujer sacando de un botiquín una jeringa.

Lloriqueé mientras veía que querían inyectarla.

— ¡No! —Volví a gritar mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas.  

Rieron sínicamente mientras la aguja se enterraba en su antebrazo al mismo tiempo que los dos gritábamos, podía sentir su dolor... Y no tenía idea de lo que le estaban poniendo, y tan solo darme la idea era lo que más me aterraba.

No podían causar ese daño...  

—Déjenla... —Pedí con el poco aliento que me quedaba.

Y seguido de eso sentí un puñetazo en mi estómago, haciéndome retorcer sobre la silla del dolor.

Maldigo el día en que me metí en esta casa, y también maldigo haberla metido en esto a Mia.  

—Ahora lo mejor —Habló aquel hombre mientras rebuscaba algo entre toda una mesa de herramientas, mi corazón se aceleraba con tan solo seguir con mi mirada que era lo que iba a casar.

Un bisturí se posó entre sus dedos.

¡Mierda, no!

Se acercó hasta la mesa y la observo, tocando su rostro.  

—Tienes un lindo rostro, lástima que se arruine. —Y fue cuando mis venas iban a explotar de la rabia.

No podía lastimarla, y yo atado como un idiota a la silla, presenciando aquel acto, necesitaba un milagro después de esto.

...  

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Cada siglo actualizo mis historias... No puede ser esto.

Bueno, al fin y al cabo otro capitulo mas, las amo.

                                                                                           27/06