Cuándo llegaste.

El sueño

-Pequeña ve a dormir -decía en voz baja mi padre con una voz ronca-
-Papi no puedo dormir, tengo una pesadilla - dije con una voz chillona y abrazandome a mi misma-
-Sólo es un sueño mi niña, pero cuéntame... ¿Qué sucede en tus sueños?
-En mi sueño mami y tú mueren, un hombre desconocido les dice que deben ajustar cuentas y los mata -empieza a correr lágrimas-
  Sorprendido me mira y como si fuera a decirme con la mirada que ese sueño era real.
-Oh pequeña eso no pasará...
-Pero papi, esos hombres grandes que te traen cosas feas siempre te amenazan,alejarme de ellos por favor -suplicandole-
-Querida no puedo hacerlo, eso implicaría muchas cosas -con una mirada un tanto decepcionado de si mismo me abraza-
Apenas rompí en llanto desperté.
No sabía si era un alivio despertar de aquel sueño, o un dolor por no saber lo que sucedería, quizás sólo sea un sueño pero podría abrirme los ojos ante tantas dudas.

Abrí los ojos como platos al ver acercarse a Aaron con mi desayuno, supongo que era para mi...
     Jane  tampoco bajas cien estrellas
Pelee con mi conciencia.
Sólo estas celosa por que a ti nadie te trae el desayuno idiota.

-Buenos días dormilona, ya son las 10:30! Que soñabas que no te querías despertar supongo que conmigo ¿no? -con un aire de picardía-
+Ya quisieras eso, pero no cantes victoria, tuve una pesadilla.
-Oh entiendo, ¿puedo saber cuál fue ese sueño? -dijo esfumandose todo aire de grandeza y poniendo una cara de angustia por saber que fue lo que soñé-
+Es algo largo... -bajando la cabeza y no. No era por que  no quería contarle o sentía dolor por lo que soñé. En realidad era por que tenía un mal aliento como de dragones, ya saben apenas me había despertado.-
-Tengo tiempo señorita violenta...
+Déjame me alisto bien y luego te cuento todo si?
-Esta bien pero no me mientas eh 

Me dirigí hacia el baño, odiandome a mi misma por no haber aprovechado para comermelo toda la noche por lo menos a besos.  Yo recuerdo muy bien que no pasó nada.
Me cepille los dientes

Regrese y allí estaba Aaron acostado con una remera negra que lo dejaba marcado. Todo un Adonis.
Este chico no era normal, tenía algo. Tenía una rara sensación como si el tuviera algo mio, me reí de mi misma por lo psicópata que podía llegar a ser en algunos momentos.

-Tu sonrisa es tan hermosa, pero guarda tanto dolor. -dijo con sus ojos brillando- Ya Cuéntame lo que soñaste.
-¡Todavía no lo olvidaste creí que si! -con un tono divertido-
-Yo no olvido  nunca nada, mucho menos si se trata de ti.
 Comencé a contarle detalladamente todo mi sueño, como me sentía, le conté todo, todo las heridas que había pasado, todo.
Sólo me escuchó. Me fije detalladamente en sus labios cuando pronunciaron unas palabras. Sus labios eran carnosos, rojos.
Sus ojos verdes, tan penetrantes.

-Yo cuidaré de ti, Jane. No mereces sufrir más. Lo prometo. 
- Aaron estoy cansada de escuchar promesas. Estoy cansada.
-Entonces déjame demostrartelo...
Se acercó lentamente a mi rostro, cuando me tocó el pelo y se acercó a mi boca como para plantarme un beso tan caluroso. Sonó su celular.
 Buen momento de llamar
-¡¿Qué quieres?! -respondió de mala gana- Pero su rostro se tornó blanco al escuchar a la otra persona detrás del celular.
 Me pregunto quien será
No seas metiste conciencia no es contigo
El sólo asintió y corto la llamada, parecía temeroso pero a la vez triste.
Me vuelve a mirar y parece que al mirarme se tranquiliza..
-Aaron  ¿Qué pasó? -dije con un tono de curiosidad-
-Sólo mi ex jefe, quiere reunirse conmigo para terminar un caso.
Abrí mis ojos como platos no sabía que el trabajaba, no parecía tener necesidad.
-¿Tú trabajabas? -reí por lo bajo- ¿En donde? ¿Cómo?
 -Vendía leche por el vecindario... Así me ganaba la vida. -Dijo con seriedad-
-Oh! Seguro es buen trabajo. -Dije con sarcasmo, de mi mente no salía la imagen de Aaron vendiendo leche, si era el tipo de leche que yo quería compraría toda su leche, descremada claro-
-Es broma querida chica violenta. Pero a ti si te vendería toda mi leche -con picardia-

Este tipo no podía ser más sexy, me tentaba, me tentaba enserio.

-Sabía que era broma, realmente no te veo así.
¿realmente donde trabajabas?
-Trabajaba con mi tío, le ayudaba con los papeleos nada interesante.
 
Pov Aaron:
Odiaba con toda mi alma mentir a Jane, ella no merecía mas dolor. Pero todavía no me animaba a decirle la verdad. 
Fin del pov.

-Que bueno... Sabes tengo que ir a casa, Valenttina estará preocupada por mi.
-Te llevo  si quieres señorita violenta ...
-Supongo que si joven presumido.

Nos dirigimos a su vehículo, me abrió las puertas como un gesto caballeroso. Reí.
- No creas que no se que lo haces para verme las nalgas.
-No es el único método que tengo nena. Me plantó un pequeño beso en la frente, subió al vehículo y me llevó a casa.

Me dejó adentro y lo despedí sin antes agradecer por lo bien que la había pasado...
Vi su figura desaparecer en mi gran casa.

Como era de esperarse allí estaba Valen, mirándome con cara de enojada...
-¿Donde andabas?
-Con Aaron. -dije lo más cortante posible-
-Ya lo sé,¿al menos se cuidaron?
-No pasó nada de lo que crees mi amor. 
-Dime que es broma, estuvieron toda una noche y ¿¡no hubo acción ?! Ese chico si que es un lento.
-El fue lento y yo soy difícil querida. ¿Qué creías?
-Ay bueno señorita vagina de oro. -estalló a carcajadas-
-Siñiriti vigini di iri. Ahora vuelvo, me daré una ducha.

Me dirigí hacia mi pieza, busqué ropa que ponerme y me metí bajo la ducha.
Apenas prendí la ducha sentí las gotas de agua calientes que rozaban mi piel, mis lágrimas se mezclaron con el agua. Volvía este sentimiento, el pasado simplemente volvió a mi cuando volvió Alex, quería escapar de mi pasado y el llegó a arruinarlo todo. Extrañaba a mis padres.
Luego de bañarme me tiré a la cama necesitaba dormir para no recordar el pasado, dormir para calmar el dolor.