Un año antes.
Jimin tenía las rodillas adoloridas y es que dar una mamada en esa posición no era lo más cómodo del mundo, pero al menos ya había acabado con quien era su tercera conquista del mes. Por ese entonces no importaba mucho de quien se tratase, con tal de olvidar al menos unos minutos el infierno en que se había convertido su vida bastaba... O trataba de creer eso.
Como siempre se levantó del piso para luego limpiarse las rodillas manchadas con el polvo del baño. Se podía escuchar como su acompañante se subía el cierre del pantalón y se acomodaba la camisa. Jimin intentaba no mirarlo y apenas se despiden con un asentimiento de cabeza. Las cosas eran mucho más fáciles cuando apenas había interacción, lograba hacerlo sentir menos basura el echo de que el otro chico también fuese directo al grano.
En su escuela habían grandes espejos sobre los lavabos y Jimin los ocupaba para retocarse el maquillaje después de sus sesiones de sexo, intentando quedar perfecto antes de volver a
a clases haciéndose el desentendido. Abrió el grifo dejando que el agua corriera para lavarse la cara intentando no mirar hacia adelante y encontrarse con su demacrado semblante. Cuando esto sucedía existían veces en las que se quedaba viendo su reflejo por unos minutos, más de lo que acostumbraba, y se le hacía imposible reconocer al chico que estaba frente a el, como si fuese alguien totalmente extraño y no el mismo.Si eso pasaba lo mejor era aguantarse las lágrimas que se acumulaban en los ojos y beber un poco de agua para aliviar el nudo que se le formaba en la garganta. Ese día intento hacerlo y nunca supo que falló ya que termino en el piso del baño sollozando como un niño pequeño.
Patético.
Sabía que era patético quejarse después de que el tomó la decisión de llevar su vida de esa manera. Había echo caso a los miles de comentarios que hacían sobre el día a día, convirtiéndose en la zorra que sus compañeros siempre creyeron que era. Seguramente si sus padres estuviesen vivos se decepcionarían de inmediato al ver el ser en el que se había convertido.
Siguió sollozando unos minutos cuando escuchó la puerta abrirse. Pensó que era Yoongi, quien contaba con un extraño sexto sentido para saber cuando estaba mal, que venía a buscarlo para entrar a clases de historia. Pero cuando dirigió su mirada hacia la puerta se encontró con un hombre alto de cabello negro, cuerpo esbelto y gafas redondas. No era un alumno, eso Jimin lo sabía porque conocía al sujeto.
– Me parece que sea lo que sea que ocurre no merece que un rostro tan lindo se empañé con lágrimas.
Las palabras son armas de doble filo y las personas que les gusta hacer daño siempre sabrán ocuparlas a su favor. Jimin cayó por las frases bellas y el cariño melódico de la voz, estaba tan necesitado de afecto que no fue capaz de distinguir al lobo con piel de oveja.
– Estoy bien, Profesor Xan –respondió mientras se secaba las lágrimas.
El hombre se acercó con cuidado y se sentó a su lado ofreciéndole un pañuelo de seda bordado, igual a los de las películas antiguas.
– Dime Youngsoo, Jimin.
• • •
El profesor Xan enseñaba Filosofía en la escuela. Era el docente más joven con 32 años y la mayoría de las compañeras de Jimin babean cada vez que entraba al salón. El rubio jamás hizo eso, estaba han asumido en olvidar cosas que prácticamente era un fantasma en las clases. Sí Yoongi no fuera un genio y un buen amigo que le ayudaba con las trabajos de seguro hubiese reprobado el curso. Así que no notó la belleza de su profesor hasta que sus caminos se interceptaron.
ESTÁS LEYENDO
Ternura ◆ Kookmin ; 국민
Fanfiction❝Donde Jungkook es la ternura personificada y Jimin quiere corromperlo.❞ × comedia / lemon / little drama. × jungkook pendejo pero activo. No se permiten copias ni adaptaciones © theparkjimin2016.