Capítulo 1-Elegida

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Hacía unos tres años que pertenecía a la ISA, la Alianza Estratégica Interplanetaria que se encargaba de mantener la paz de las Naciones Unidas Coloniales más conocida por sus siglas, la UCN. Su padre James Brick había sido uno de los mayores soldados de las Fuerzas Especiales  de esta alianza llegando a conseguir un sin fin de condecoraciones por sus actuaciones de infiltración. La ISA se encargaba de proteger Vekta, el planeta donde habitan, de una de las mayores amenazas, los Helghast, una raza que antaño fueron humanos y que ahora se alzaban en contra de éstos creyéndose superiores.

Alison había querido seguir sus pasos, nada más se enteró de que su padre había muerto en una de las grandes batallas que se libraron en Helghan, el planeta mortífero y hogar de sus enemigos. La muerte de su padre lo cambió todo, ella aspiraba a ser profesora, a poder enseñar a los niños de Vekta a leer, a escribir y a sumar. Era un sueño sencillo, una aspiración que la hija de un hombre poderoso como era James podía obtener sin problemas y que rápidamente se esfumó con el trágico acontecimiento. Algo dentro de ella la obligó a apuntarse a la ISA a entrenar duro y conseguir entrar en dicha organización, tal vez fuese la venganza, el poder encontrar al hombre que mató a su padre,algo que era imposible. Según lo que el compañero de éste le había contado, su padre había herido a su asesino de muerte y fue por ello que le dieron otra medalla al valor, aunque él no estaba para recogerla. Alison recordaba el momento en el que su madre, recién enterrado su marido, había tenido que ir al acto de entrega de medallas, y con la mejor de sus sonrisas recoger la de su marido, una trozo de metal que le había costado la vida.

Alison pensaba en algunas ocasiones que debía odiar a la ISA, debía odiar todo lo que tenía que ver con la muerte de su padre, pero por alguna extraña razón había ocurrido lo contrario, ella quería seguir sus pasos, sabía cuan importante era el trabajo para su padre y lo orgulloso que estaría de ella si consiguiera hacerse con alguna de las medallas de valor que la ISA entregaba a sus mejores soldados. Y así fue como consiguió entrar en la marina de la ISA, tras unas duras pruebas y tal vez un poco de enchufe debido a su apellido.

Ahora a sus veinticinco años  se encontraba a la espera de que la cogieran para una misión importante, solo había dos plazas y la verdad es que no tenía ninguna esperanza de que una de ellas fuera para ella, pero de igual forma se había apuntado a la misión de reconocimiento que planeaban hacer en los próximos días. Esta misión era bastante importante, debido a un chivatazo la ISA tenía información de que el Imperio Helghan planeaba una invasión de Vekta. La ISA ya intentó sin resultado invadir Helghan hace unos años, justo en la guerra que su padre participó y perdió la vida. Con esta información también había llegado rumores de una arma biológica que los Helghast iban a utilizar en Vekta para la invasión. El grupo de reconocimiento debía infiltrarse en Helghan y comprobar si los rumores eran ciertos.

Al parecer guardaban dicho agente biológico en un pabellón cercano a la base militar más grande de Pyrrus, la capital de Helghan.  La misión del grupo de reconocimiento era infiltrarse en dicho pabellón,encontrar el agente biológico y robarlo si era preciso, aunque solo bastaba con que lo localizasen.

Era una misión primordial para las fuerzas especiales de la ISA pero contarían con dos marines. Ali quería ser uno de ellos.

Entro en el edificio Alfa de la ISA, donde se concentraban los altos cargos, los que manejaban desde sus despachos todos los movimientos de los soldados. Allí también se anunciaban los elegidos para las misiones. A Alison la habían llamado para una entrevista, aquello podía significar que la habían aceptado para la misión de reconocimiento de Helghan pero aquellas entrevistas eran muy comunes en las misiones importantes, lo que no implicaba que la fuesen a escoger.

En seguida encontró el despacho 132 donde se le había citado. El Coronel Simmt tenía la puerta abierta y nada más ver llegar  a la joven le indico que entrara.

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