Algo viejo, algo nuevo (Blumettra)

DANIELA Y ELETTRA: LA MAÑANA

Cuando se despertó, tenía el brazo de Elettra sobre ella y a la Matadora dormida, completamente desnuda, sobre su pecho. Por un instante creyó que estaba soñando. Luego recordó todo el día de ayer.

—Madre mía —dijo en alto.

Elettra comenzó a removerse y Daniela trató de no despertarla. Sabía de sobra que la italiana no estaba de buen humor por las mañanas.

Salió de la cama tan silenciosamente como pudo y le echó un último vistazo antes de vestirse. Elettra era realmente preciosa. Dormía a pierna suelta y su figura voluptuosa se marcaba bajo la ligera capa del edredón. La había torturado tanto con su desnudez uno de los últimos días en Gran Hermano que no pudo evitar una sonrisa al pensar que por fin había podido acariciar ese cuerpo que pedía a gritos tanto cariño.

Luego se acercó al ventanal. Las vistas de la ciudad eran casi tan bonitas de día como de noche. Abrió sin hacer ruido y salió al balcón. "Bueno, bueno", se dijo. "Álex, aquí tienes algo que nunca habías visto... y quizá nunca verás".

Desde aquella ubicación sentía que dominaba toda la capital. Aunque Madrid no tenía la montaña de Barcelona, la pequeña colina sobre la que estaba construida el hotel hacía un buen servicio. Daniela se apoyó sobre la barandilla con una sonrisa y respiró hondo. El olor a café y a bollería de la mañana subía por el edificio hasta el ático.

—¿Alexandra?

Se dio la vuelta. A sus espaldas estaba Elettra con cara de sueño y las gafas puestas. Se había envuelto en el edredón y lo llevaba arrastrando por el balcón.

—Buenos días, bonita.

—¿Estás bien?

—Claro que sí. —Daniela sonrió y se acercó a ella para besarla—. Solo quería echar un vistazo. Esto es precioso.

—Pero te has vestido...

—¿Quieres que no me vista? Me quito la ropa ahora mismo.

Elettra se rio.

—¿Aquí fuera?

—Si tú me lo pides, por qué no.

—Ma dai, amore! —Elettra sacudió la cabeza y la besó de nuevo—. Toma, te he traído esta mierda que me ha despertado.

Daniela consultó el móvil. Se dio cuenta de que Elettra estaba pendiente de lo que hacía y, por primera vez, deseó que no fuera el Nene. No tenía ganas de rendirle cuentas acerca de lo que había estado haciendo. Sin embargo, para su sorpresa, no era él, ni Uri, ni ninguno de los habituales.

@ALESSGIBAJA2: Hola, hola mi PRINCESS.... Espero no despertarte jijiji.....

@ALESSGIBAJA2: no aparecí ayer porque pensé que teníais cuentas que saldar... xfavor dime q no me equivoco.

@ALESSGIBAJA2: será nuestro secreto... Dale 1 beso muy fuerte a mi gatita si está cerca....

@ALESSGIBAJA2: Sabes que te quiere.... aunque no siempre sepa decirlo.

—¡Qué cabrón! —dijo Daniela con una risotada.

—¿Quién es? —preguntó Elettra haciendo como que miraba las vistas de la ciudad.

—Un compañero de trabajo. —Daniela no podía contener la sonrisa—. Oye, ya que estamos con el móvil, ¿quieres que nos hagamos un selfie?

—Vale. —Elettra se acercó y puso morritos mientras Daniela le pasaba un brazo por los hombros.

—Pero así no.