VIDAS OPUESTAS #PGP2017

Capítulo 8

¿Han sentido que se sienten vacíos por dentro? Así me siento algunas veces, como también ese sentimiento de que me falta una parte, una parte de mi, pero no del sentido en que hace falta una pareja para completar ese vacío, sino una parte importante, una parte del cuál necesito para seguir viviendo. Frustra, frustra a tal punto que no sabes de que trata, si quizás sea una cosa o persona que también siente lo mismo que tú. Espero que algún día sepa de que se trata.

Una vez de ponerme el pijama me recosté en mi cama con la portátil encima de mis piernas. He decidido ver una película antes de dormir y, estoy deseando no quedarme dormida a mitad de esta, siempre ocurría cuando estaba me encontraba cansada por todo lo que hacia, esta noche es una de estas. Al encontrar la película perfecta le puse play, me acomodo mejor en mi cama, apoyando mi espalda en mi almohada.

Como era de esperar a mitad de la película mis ojos comenzaron a pesar, hago un gran esfuerzo en mantenerlos abiertos y no quedarme dormida para continuar viendo, pero mi cansancio fue mucho más fuerte haciendo el portátil a un lado. Cierro los ojos, y así poder descansar lo suficiente para tener energías por el día de mañana. Feliz de tan sólo pensar que sería sábado y podré levantarme tarde.

***

— No, mi amor, no puedes hacer eso.

— Debemos hacerlo.— Dice mi madre. Se veía bastante joven.

— No es la mejor solución, no podemos dejarlo a su suerte. Nos necesitará.—  Interviene mi padre.

— Ya no podemos hacer nada. Sabrá que lo amamos y que lo seguiremos amando, pero ambos sabemos que no podemos tenerlo, estará en buenas manos.— Sollozosa mi madre.

Abro los ojos de golpe por falta de respiración, llevo una de mis manos a mi pecho mientras me sentaba en la orilla de la cama. Busco mi móvil con la mirada, al encontrarlo me fijo en la hora.

04:45 am.

—¿Qué fue eso?

Me levanto con algo de esfuerzo, ya que sentía que mis piernas pesaban más que mi propio cuerpo. Abro la puerta del baño, y me paro frente al espejo que se encontraba a un costado de la puerta. Mi rostro estaba algo pálido y sudoroso a causa del sueño. Fue algo raro, raro al ver como mi madre tenía un bebé en sus brazos y estaba frente a una puerta de color marrón, y mi padre a un lado de ella. Se veían bastante jóvenes. El dolor se podía notar en sus ojos, más en los de mi madre que no paraba de llorar.

¿Ese bebé era yo?

Abro el grifo, dejando que el agua corriera llevo un poco de agua a mi rostro y cuello. Se sentía bien. Apoyo ambas manos en los bordes del lavamanos y vuelvo a mirarme en el espejo por última vez e irme a dormir.

***

—Tuve un sueño extraño.—Tomo una galleta de chocolate entre mis dedos.— Tú y papá eran jóvenes.

— ¿Qué tiene de extraño eso, Beth?— Mi madre suelta una pequeña risa.

— Ese no es el punto, sino que en mi sueño tenias a un bebé en brazos.— Confieso. Mi madre deja de hacer lo que estaba haciendo para prestar toda su atención en mi.

—¿Un bebé?- Pregunta detenidamente. Asiento.— ¿Viste su rostro?

Niego varias veces y le doy una mordida a la galleta, cubro mi boca.—Sólo pude ver que estabas llorando mientras tenias al bebé en brazos, papá estaba a un lado de ti en ningún momento se alejó. Decía algo sobre que no era necesario y que los necesitaría.— Digo intentando recordar que fue exactamente lo que dijo.