VIDAS OPUESTAS #PGP2017

Capítulo 5

Todos los años esforzándome para mantener mi casi perfecta asistencia, intentando destacar en algo que no sea por el hecho de que mi madre sea conocida, quería resaltar con mi propio brillo y unas de esas posibilidades era la asistencia, pero ahora mismo estoy faltando a clases por culpa de Steve, por el simple hecho de darles algo de privacidad a nuestros amigos.   

— ¿Me puedes soltar?— Suplico una vez que salimos al jardín del Instituto.— Debo volver a clases.

Steve mantenía aquella ladeada sonrisa que había acostumbrado a hacer desde que me arrastró hasta el jardín.

— No pasará nada si faltas a una clase.— Responde, soltando mi brazo y se sienta en una banca que se encontraba al lado de un árbol.

¿Acaso no sabe las reglas de cada Instituto, en el suyo no es así?

— Si pasará, mi asistencia bajará, ¿sabes que significa eso?— Cruzo mis brazos, dejándolos apoyados en mi pecho, al frente de Steve.

— No pasara nada, créeme.— Responde restandole importancia. 

— ¿Por que debería creerte? No te conozco.—¿Quién confía en un desconocido?

Técnicamente no tendría porque creerle nada, es un completo desconocido, solo sé que es amigo de Abraham, y que han venido a hablar con Anne, es lo único que sé de él.

Steve deja escapar una pequeña risa, negando leve con su cabeza, he imitar mi acción en cruzar los brazos. Estuvimos unos cinco minutos, lo sé por las campanas de la iglesia que sonaba a lo lejos.

— Te queda bien.

Dejo de mirar mis pies para subir mi mirada al chico que se encontraba a un lado de mi, sin comprender lo que decía frunzo el ceño, dándole a entender que no sabia a que se refería o a que venia ese comentario de nada. 

El atuendo de deporte.— Confiesa al darse cuenta que no había entendido el anterior comentario. Una descarga eléctrica recorrió toda mi espalda por aquel comentario, que en realidad no sabia a que venia.

Aclaro mi garganta por los nervios que empezaron a invadir mi cuerpo en ese preciso momento.— Me voy.— Fue lo último que dije para luego dar media vuelta y comenzar a caminar hacia la entrada del Instituto. Luego de haber dado unos cuentos pasos alejandome de Steve, logré oír como un par de pasos ajenos venían atrás mío. Aceleré mi paso logrando entrar al edificio, giro sobre mis talones.

— No puede ingresar al recinto si no es alumno, lo siento.— Anuncia el conserje a Steve cuando este intentó entrar. ¿De donde había parecido?

— Vengo con ella.— Me apunta para luego guardar sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón, hace el intento de volver a ingresar pero el conserje vuelve a detenerlo.

— ¿Viene con usted?— Me pregunta el conserje una vez de haber girado a mirarme.

Vacilo varias veces si en decir la verdad o mentir. No quiero que Steve se me vuelva a acercar y diga nuevamente aquella frase que había dicho hace un momento.

— No lo conozco, debe estar confundido.— Murmuro con lentitud, pensando cada palabra que lograba decir.

El conserje posa una de sus manos en el hombro de Steve para darle un leve empujón hacia afuera, logrando que este diera un paso hacia atrás.— Vuelvo a reiterar. No puede ingresar si no es alumno.

Los ojos de Steve estaban fijos en mi, sus labios se movían varias veces, pensado si en hablar o no.— Beth, di la verdad.— Casi ruega.

— Es la verdad, no te conozco, lo siento.— Sonrio, moviendo mi mano en el aire en señal de despedida. Di media vuelta y moví mis pies, alejandome del lugar.