Como ya pasó anteriormente entre estos dos personajes, la tensión sexual aumentó considerablemente tras el primer beso, y una cosa llevó a la otra.
Ciertamente Mihawk consiguió convencer a Shanks para que se relajara, puesto que su actitud pasada, lo había dejado demasiado alterado.
Aquello parecía que hubiera sido la disputa entre una pareja de amantes, y que, de ella, surgiera ahora el clásico sexo de reconciliación.
Pues bien. Su caso no se aleja de ese convenio. Shanks ya no puso más pegas respecto a la nube negra que, hacía pocos minutos antes, le convertía en un ser cabreado, que se dejaba llevar, básicamente, por su mala leche y sus celos. Entonces ocurrió todo lo contrario.
Shanks había vuelto a su actitud pasiva ante el espadachín, que tocaba todo su cuerpo, a su antojo. Ambos se entregaron el uno con el otro. La pasión se había apoderado de ellos.
Mihawk levantó a Shanks de la silla, agarrando con fuerza sus dos nalgas, y lo levantó como si éste último no pesara nada. Shanks se enroscó entre sus brazos y su torso, como si fuera a fusionarse con él.
Luego apoyó al pirata a la mesa, puesto que al ser más alta, le facilitaba besuquear los carnosos labios del pirata sumiso.
Sus lenguas se movían sincronizadas, al azar, juguetonas. La saliva de ambos se mezclaban y los sabores del uno y del otro, aún les producía todavía más excitación.
Ambos estaban ansiosos de volver a sentir aquello que sintieron durante su primer revolcón, mas esta vez, no era igual. Aquello fue sólo sexo comparado a la lujuria y el deseo que ahora les dominaba.
Los movimientos curvados de los cuerpos de ambos, y las presiones que ejercían contra sus respectivos genitales producían un calor muy distinto al de la última vez.
Sus ritmos, reaccionando involuntarios por el placer que eso les daba, se movían al unísono, compenetrados por completo, y el mero hecho de que ambos se coordinaban tan bien, era suficiente para que los dos estuvieran muy, muy calientes.
Ojos de Halcón metió su mano dentro del pantalón de Shanks. Incluso dentro de su ropa interior. Lo hizo con la confianza de que su atrevimiento pondría más excitado al pirata. Lo hizo sin divagar, fue directo a tocar su pene y acariciar sus testículos.
De la boca de Shanks salían los primeros gemidos, reflejos de la gustera de sentirse usado por un hombre tan atractivo, como lo era Mihawk.
De haberse temido el pirata de antemano que la cosa, en el pasado, sólo podía haber ido a peor, y en contraste al desarroyo inesperado que tuvo esa historia, para él, hubo tal brusco cambiar de los sucesos que él se imaginaba, que estaba embriagado de emociones salvajes, de una pasión desvocada hacia el espadachín, que contestaba a sus necesidades, pero que se contradecía con lo que realmente suponía que debía haber pasado, tras la disputa.
Mihawk, por su parte, no parecía ser falso ante los sentimientos confesados a Shanks préviamente al intercambio carnal. Él también se dejó llevar, y también parecía estar muy a gusto, en los preliminares.
Todo el tiempo que pasó desde que Mihawk desabrochó los pantalones de Shanks, sin mirar cómo estaban atados, incluso cuando Ojos de Halcón se desnudaba él mismo, con la ayuda de Shanks, pasó sin que ellos siquiera dejaran de morrearse.
Y en alguna ocasión, el pirata mordisqueaba el labio inferior de Mihawk, y en otras, era el espadachín que le devolvía el mordisco. Ambos pero, se trataban con una dulzura inentendible para el que viera esa escena casi salvaje.
Alguna extraña atracción apegaba a aquellos dos amantes. Alguna fuerza superior les estaba guiando a seguir con el coito, a degustarse mútuamente, pero sin los prejuicios anteriores de Mihawk, ni las burradas del Shanks ebrio y pervertido.
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Ojos Rasgados. Mihawk x Shanks. YAOI
FanfictionLa atrevida relación entre dos célebres personajes de One Piece: Mihawk, el Ojos de Halcón, y Shanks. Ambos cuentan con sus propios discípulos (Mihawk tiene a Zoro, y Shanks tiene a Luffy). Durante la guerra mundial, deberán mantener el contacto, to...