El primer amor

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- Aquí todo el mundo espera escuchar algo, y estáis equivocados si pensáis que os daré explicaciones de nada. - dijo Mihawk, muy a la defensiva, como si su coraza se hubiera partido, pero con una chulería jamás vista en él.

- A mí no tienes que darme explicaciones de nada, ¿eh? Mihi. añadió el pirata pelirrojo, - Estoy al corriente de más cosas de las que tú te crees.

Mihawk pensó que algo iba mal. Él mismo se había dejado en evidencia. Por una vez que bajaba la guardia, pensó. De repente se dió cuenta de algo muy importante. "¿Mihi?", Shanks acababa de decirlo, ¿Lo había escuchado bien acaso? Entonces las mejillas de Mihawk se encendieron.

- ¿Qué acabas de...?

- Chicos, - dijo, refiriéndose a Zoro y a Perona, como si la diferencia de edad fuera mucha entre ellos, - Necesito hablar con Mihawk, pero os agradecería que nos dejárais a solas. - Esa mirada suya era profunda y demostraba la seriedad en que se dirigía a ambos.

Zoro frució el ceño, porqué era muy desconfiado hacia personas desconocidas, y no le gustaba acatar órdenes, porque aunque Shanks no lo hubiera dicho de ese modo, denotaban sus comentarios que casi estaban obligados a dar media vuelta. Sobretodo ante el misterio y la intriga que esas palabras suponían para Zoro. Esa tarea fue difícil para él, y Perona hacía expresiones de confusión, aunque los dos se sentían intimidados ante el poder de Shanks.

Los dos buscaron comfirmación por parte del dueño de la isla, y Mihawk asintió con la cabeza. Acto seguido, se movieron para irse, pero Zoro no se quedó callado, al hacerlo.

- Como me entere de que algo raro tramais, me aseguraré de sacar agua clara en el asunto. - Nadie sabía aún en qué estaría pensando el espadachín de tres espadas, sin embargo no estaba en derecho de desobedecer a su maestro, no había tal confianza.

Al final, se quedaron los dos solos. Y Shanks pasó andando parsimoniosamente enfrente del espadachín y se sentó en la arena, como aquel hombre que observa el mar, con el fin de aclarar sus pensamientos, reflexivo. Sin apartar sus ojos del horizonte, habló como si para él mismo fuesen las palabras.

- En la mañana de ayer, la enfermedad se apoderó de mí. Creí que podía ahogar esa sensación con alcohol, como siempre había hecho anteriormente, mas esta vez, el remedio fue peor y, al final mi cuerpo cedió. Qué mal trago. - Movía su cabeza ligeramente hacia ambos lados, como lamentándose de ello. - Mientras restaba inconsciente en el suelo, tuve un extraño sueño, que diría que se mezclaba con la realidad. Tampoco yo, con la vida que he elegido, soy capaz de cerrar por completo mis ojos, y siempre ando un poco atento, aunque el esfuerzo sea involuntario, con un ojo abierto. - Entonces el pirata dejó caer su torso hacia atrás, apoyando su cabeza en su brazo, y cuando estuvo tumbado siguió hablando, contemplando el cielo. - Alguien se ocupó de mover mi cuerpo a un lugar recomfortante, sanar la herida en mi cabeza y cubrirme con mantas. - Mihawk restaba mudo, de pie, a unos metros por detrás de él, inquieto por las palabras que entraban por sus oídos, obviando que el pirata se refería a él. - Puedo recordar que alguien tuvo un comportamiento inmoral conmigo y tuvo unos propósitos inaceptables hacia mi persona, y que alguien paró rápidamente sus pies. La misma persona que me había refugiado, y que al salir de la habitación, hablaba para mí, aunque para entonces, ya había recuperado por completo el conocimiento... No me sentí capaz de abrir mis ojos, porqué jamás esperé escuchar tales palabras de su boca - Era òbvio que Shanks estaba hablando de Mihawk, pero no dejó de usar la tercera persona del singular para sugerir que de él se trataba todo aquello. - Y los gritos que salían de su garganta, cuando alguien se puso encima mío, indicaban que los hechos de esa persona pícara, hacían sacar de quicio al hombre que se preocupó de mi bienestar. Sin duda, fueron éstos los que me depertaron, puesto que alarmarían a cualquiera. Era el evidente reflejo de unos sentimientos que desconocía. - Mihawk se sonrojaba, - y ya luego, cuando escuché como esa persona confesaba su amor por mí despreocupadamente, creyendo que seguía dormido... éso... éso fue algo que me llenó el corazón de valentía y coraje. - Mihawk sentía un alivio, pero también estaba angustiado por lo que pudiera seguir diciendo el pirata. - Sin embargo, - siempre hay un pero, - hay algo que no comprendo del todo.

Ojos Rasgados. Mihawk x Shanks. YAOIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora