Mihawk aún acariciaba el rostro del pirata, después de aquel beso incondicional. Apartaba los mechones de pelo que cubrían sus facciones y lo hacía pasar por detrás de su oreja, mientras miraba al hombre, con ternura.
- Puede que me tenga un poco cautivado, su persona. - Al final aceptó sus sentimientos. - Si Zoro descubre que estàs aquí, bien seguro que el embrollo resultante serà demasiado complicado... - reflexionó en voz alta, hablándole al hombre, como si pudiera escucharlo. - Perona, ya lo sabe, y ya está haciendo de las suyas. Será mejor que no abra la boca o se las verá conmigo, y no quiero que eso suceda.
Se levantó, y sin dirigirle una última mirada, de espaldas, tal como se había quedado, dijo:
- Y espero que tú también seas discreto, cuando despiertes. - miró hacia el frente, - me gusta mucho tu caracter, pero eso me da un poco de miedo, ahora.
Resulta que aquel hombre tan serio y tan formal, también ocultaba, tras esa máscara inabatible, un ser suceptible a su entorno, y a sus seres queridos.
Se fue, y antes de cerrar la puerta con llave, aún dijo algo:- Mantendré ocupado a Zoro, y vendré a verte tanto como me sea posible. - le dirigía la mirada, fija, y luego usó una excusa que le iba como anillo al dedo, - Después de tantas horas inconsciente, deberás de comer. Te traeré alguna ración - bajó sus ojos, en vista que seguía sin recibir respuesta, - Debes recuperarte... Shanks. - Entonces, confesó en voz muy floja, - porqué estoy empezando a enamorarme de ti.
Cerró la puerta y fue directo al comedor. Serían las once de la mañana, y a un extremo de una immensa mesa, que ocupaba medio salón, estaba Zoro, tomándose un buen desayuno, en el que no faltaban ni proteínas, ni sake.
Ante la aparición del patrón del castillo, ni se immutó. La confianza regnaba en el ambiente. Mihawk se sentó al otro extremo y apoyó su barbilla en los puños, observando a Zoro, como comía.
- ¿Cómo están tus heridas? - Añadió, después de un silencio en el que tan sólo se escuchaba como el peliverde masticaba esos alimentos.
- Antes del almuerzo, Perona me ayudó a cambiarme los vendajes. - dijo, asumiendo que ella había adoptado el papel de enfermera, ante la obligación que Mihawk puso a su alumno, de curar bien sus heridas antes de empezar los entrenamientos.
Han mejorado considerablemente.- Pues bien. - después de una pausa -No te sobrepases comiendo. Necesitarás que tu cuerpo se sienta ligero. - Ofreció un comentario que agradaría al espadachín - Empezaremos hoy con tu entrenamiento. - Zoro dejó el muslo de carne a medias, sobre el plato, y prestó atención a Mihawk, que se había puesto en pie, y se acercaba a él. - También deberás estar lo más sereno que puedas. Es de vital importancia para los ejercicios que vas a hacer. - Dijo, mientras apartaba el sake de enfrente del hombre.
Entonces Zoro dejó caer un poco sus párpados, pero también se puso erguido, tan pronto como se hubo limpiado las manos, con la servilleta, y asintió con la cabeza, en un gesto que se entendía como un acto de disciplina hacia los consejos de su maestro.
Mihawk y Zoro se disponían a marcharse, cuando Perona llamó la atención de los espadachines:
- Mihi, espadachín, ¿Dónde vais a estar? Hoy tengo ganas de cocinar, y quiero comer sushi. También os traeré la comida, a vosotros.- Esa misma mañana, Perona estaba sospechosamente agradable.
- Pasaremos el día fuera. Volveremos por la noche. No te molestes en cocinar.
Ante las palabras rudas y tajantes de Mihawk, Perona lanzó un ataque a ambos, como castigo, y de pronto la situación se puso un tanto negativa.
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Ojos Rasgados. Mihawk x Shanks. YAOI
Hayran KurguLa atrevida relación entre dos célebres personajes de One Piece: Mihawk, el Ojos de Halcón, y Shanks. Ambos cuentan con sus propios discípulos (Mihawk tiene a Zoro, y Shanks tiene a Luffy). Durante la guerra mundial, deberán mantener el contacto, to...