-¿Un piano?-preguntó Evangeline
-Sí, ¡Sorpresa!
-Oh es muy bonito, ¿ya lo tocaste?
-Lo trajeron de Alemania esta mañana . No, no lo he tocado
-Eso es genial querido.
-Es una broma, esa no es la sorpresa-reí-¡cierra los ojos!-Exclamé feliz. La guié a otra habitación, saqué una caja de un baúl.-¡Ábrelos!
-¿Qué será?-Preguntó curiosa y quitó el papel para envolver.-¿Broches?-sonrió
-No lo creo.-sonreí
-Bien, veamos-abrió la caja-¡Max no tenías que!
-De hecho sí
-¡Son hermosos!, ¿Dónde los compraste? ¡No he visto ninguna boutique que tenga uno como estos! Y ninguna joyería.
-¿Te gustaron?
-¿Bromeas? Claro que sí. ¡Oh Max gracias!-Me besó mil veces en las mejillas.
-Lo compré en el viaje a Bruselas. Los ví y pensé en ti. ¡Ven te lo pongo!-se descubrió el cuello y aclaré mi garganta-Los Fontaine nos han invitado a cenar ¿Quieres acompañarme está noche?-Abroché el collar
-Claro, hace tiempo que no veo a mi amiga Emma Fontaine. Y bueno también ya tengo un nuevo vestido para esta noche.
-Perfecto... -tomé su rostro, nos íbamos acercando poco a poco hasta que un Re desafinado rompió nuestros timpanos.-De seguro es Clarine-le dije avergonzado-está practicando.
-No te preocupes.-rió
-Vamos al salón de música.
-¡Ah!-gritó Clarine
-¡Sabía que eras tú, clarinete! ¡Te atrapé!-Le hice cosquillas.
-¡Para! ¡Para! ¡Para!-suplicó riendo
-Saluda a Evangeline primero y te dejaré-sonreí
-Hola Evangeline
-Hola Clarine-contestó
-¿Listo?-Preguntó Clarine
-¡Listo!-Deje de hacerle cosquillas.
-Ya me voy, si me disculpan quiero un poco de té-dijo Clarine tratando de ser madura.
-¿Desde cuando te gusta el té eh clarinete?- le pregunté riendo y me sacó la lengua.-Irritable ¿no?
-Tú hermana es un amor-dijo Evangeline
-¿En serio? Entonces veo que te gustaron los caracoles en la sopa la última vez.
-Bueno no-rió al admitirlo
-Tocaré algo en el nuevo piano
-Todo tuyo.¿Qué tocarás?
-Für Evangeline, es una canción que compuse para ti-sonreímos y ella se sonrojó.-Te amo
-Yo también te amo Max.-dijo y comencé a tocar.
El piano me hacía soñar despierto admirar a Evangeline era como mirar a la luna en el cielo nocturno.
-¡Bravo!-Aplaudió-¡Querido eres maravilloso!
-¿Tú crees?
-¡Sí! Gracias Max, nadie me había compuesto una melodía.
-Espero ser el primero y el último.
-Yo también espero.
-¡Te extrañe mucho! Un mes sin ti fue como miles de años
-Ya lo creo.
-¿Y cómo están tus padres?
-Bien, papá está en el congreso y mamá tratando asuntos importantes en Bruselas.
-¡Vaya! Oye hablando de viajes...-Me rasqué la cabeza nervioso
-¿Qué pasa Max?
-Mi padre me pidió viajar mañana, para negocios y mi tío Arnold quiere verme.
-¿Dónde?
-A Rumanía
-Eso está lejos ¿no?
-Un poco, sí
-No importa Max, lo comprendo, te esperaré. No hay ningún problema mientras sea la verdad todo está bien.
-Gracias amor.-bese su mano
-El almuerzo espera-dijo entrando el mayordomo
-Gracias Frederick
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Susurros al bosque
VampireNo sólo las heridas duelen, no sólo las bestias son despiadadas. Siempre hay una razón. Detrás de cada frialdad hay siempre un duro pasado.