Cap 2:

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-¿Un piano?-preguntó Evangeline

-Sí, ¡Sorpresa!

-Oh es muy bonito, ¿ya lo tocaste?

-Lo trajeron de Alemania esta mañana . No, no lo he tocado

-Eso es genial querido.

-Es una broma, esa no es la sorpresa-reí-¡cierra los ojos!-Exclamé feliz. La guié a otra habitación, saqué una caja de un baúl.-¡Ábrelos!

-¿Qué será?-Preguntó curiosa y quitó el papel para envolver.-¿Broches?-sonrió

-No lo creo.-sonreí

-Bien, veamos-abrió la caja-¡Max no tenías que!

-De hecho sí

-¡Son hermosos!, ¿Dónde los compraste? ¡No he visto ninguna boutique que tenga uno como estos! Y ninguna joyería.

-¿Te gustaron?

-¿Bromeas? Claro que sí. ¡Oh Max gracias!-Me besó mil veces en las mejillas.

-Lo compré en el viaje a Bruselas. Los ví y pensé en ti. ¡Ven te lo pongo!-se descubrió el cuello y aclaré mi garganta-Los Fontaine nos han invitado a cenar ¿Quieres acompañarme está noche?-Abroché el collar

-Claro, hace tiempo que no veo a mi amiga Emma Fontaine. Y bueno también ya tengo un nuevo vestido para esta noche.

-Perfecto... -tomé su rostro, nos íbamos acercando poco a poco hasta que un Re desafinado rompió nuestros timpanos.-De seguro es Clarine-le dije avergonzado-está practicando.

-No te preocupes.-rió

-Vamos al salón de música.

-¡Ah!-gritó Clarine

-¡Sabía que eras tú, clarinete! ¡Te atrapé!-Le hice cosquillas.

-¡Para! ¡Para! ¡Para!-suplicó riendo

-Saluda a Evangeline primero y te dejaré-sonreí

-Hola Evangeline

-Hola Clarine-contestó

-¿Listo?-Preguntó Clarine

-¡Listo!-Deje de hacerle cosquillas.

-Ya me voy, si me disculpan quiero un poco de té-dijo Clarine tratando de ser madura.

-¿Desde cuando te gusta el té eh clarinete?- le pregunté riendo y me sacó la lengua.-Irritable ¿no?

-Tú hermana es un amor-dijo Evangeline

-¿En serio? Entonces veo que te gustaron los caracoles en la sopa la última vez.

-Bueno no-rió al admitirlo

-Tocaré algo en el nuevo piano

-Todo tuyo.¿Qué tocarás?

-Für Evangeline, es una canción que compuse para ti-sonreímos y ella se sonrojó.-Te amo

-Yo también te amo Max.-dijo y comencé a tocar.

El piano me hacía soñar despierto admirar a Evangeline era como mirar a la luna en el cielo nocturno.

-¡Bravo!-Aplaudió-¡Querido eres maravilloso!

-¿Tú crees?

-¡Sí! Gracias Max, nadie me había compuesto una melodía.

-Espero ser el primero y el último.

-Yo también espero.

-¡Te extrañe mucho! Un mes sin ti fue como miles de años

-Ya lo creo.

-¿Y cómo están tus padres?

-Bien, papá está en el congreso y mamá tratando asuntos importantes en Bruselas.

-¡Vaya! Oye hablando de viajes...-Me rasqué la cabeza nervioso

-¿Qué pasa Max?

-Mi padre me pidió viajar mañana, para negocios y mi tío Arnold quiere verme.

-¿Dónde?

-A Rumanía

-Eso está lejos ¿no?

-Un poco, sí

-No importa Max, lo comprendo, te esperaré. No hay ningún ​problema mientras sea la verdad todo está bien.

-Gracias amor.-bese su mano

-El almuerzo espera-dijo entrando el mayordomo

-Gracias Frederick

Susurros al bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora