Cap 7:

7 0 0
                                    

-¿Qué pasa Joe?

-Lo siento joven Keller es por su propia seguridad-dijo y cerró rápidamente con llave como si eso funcionará para no oír las voces del primer piso.

Desesperado pegué mi oído a la puerta pues si salía temía que me hiciera daño.

-Mi señor , ¿le traigo algún vino en especial?

-Por favor Joe, mi sed no se puede controlar mas que con eso. Dame la botella de la derecha-Joe lleno su copa

-se está quedando sin reservas mi señor, le he ordenado a las señoritas Muscrowe que consigan más, los animales han sido infectados por otras mordeduras y no se quieren arriesgar a que usted se envenene.-dijo Joe y Arnold se burló

-Saben que eso no podría matarme

-No quieren tomar riesgos mi señor, es por su bienestar. A menos que quiera estar en cama tres días como la última vez.-bromeó Joe

-Tienes razón Joe-dijo Arnold y deje de oír voces por varios minutos hasta que...

-bien, Joe ¿Qué animales han estado muriendo?

-Los venados, osos, liebres. Por mordeduras.

-¿De quiénes?

-Chupa sangres

Me llevé el puño a la boca tratando de retener el vomitó para evitar que cayera sobre la alfombra. Mi estómago se revolvió, pensar en el líquido rojizo en los músculos y la piel desgarrada de los animales.
Recordé que debía averiguar que era ese líquido que tomaba y por qué le incomodó verme.

-Entonces volvieron-dijo mi tío con una pizca de preocupación

-Buenos días

-Buenos días tío Arnold

-Perdona mi comportamiento tan extraño, no estoy acostumbrado a tener visitas.

Todo lo justificaba con eso.

-No importa, no pasó nada

-Bien hoy haremos el testamento entre más rápido mejor-río nervioso-Max tengo que decirte algo, yo....

El sonido de unos puños fuertes tocaron la puerta

-Abriré señor-anunció Joe

-¡No espera Joe!-exclamó mi tío pero ya era demasiado tarde, el caballero ya había entrado.

-¡Querido tío! ¡Gusto en verte!-sonrío maliciosamente un joven de cabello oscuro como la noche, alto y con ojos negros azulados y tez pálida, era la primera vez que veía algo así.

-¡Bastian!-dijo mi tío con furia entre dientes y frunció el ceño

-Veo que estas encantado de verme-se burló-¿sabes? He venido desde Londres y sabes por qué.

El chico se paseaba por la sala como un tiburón acechando a su presa.

-las promesas no las puedes romper tío Arnold-dijo sentándose sobre el exótico sofá-tenemos un trato ¿recuerdas? El testamento es mío.

-No ya no lo es, eso fue antes de que...-balbuceó mi tío

-¡Oh! Claro tu otro sobrino no debe saber nuestro secreto-me volteó a ver con desprecio

-¿Nos conocemos acaso?-pregunté con un toqué de arrogancia

-Veo que no te acuerdas de mí, querido primo. ¿Acaso no te suena Bastian Stojanovic?-dijo pero no capté, rodó los ojos-el hijo de tu tío Daniël

-¿Bastian Kilian Nikolás Stojanovic I?-abrí los ojos como platos

-Correcto-aplaudió con una sonrisa de satisfacción en el rostro.

-Mi padre me ha contado un poco sobre ustedes, Stojanovic

-Lo sé y me siento alagado por ello.-arrancó unos pétalos de una delicada flor.-¿En serio tío? ¿Por qué él? Rompiste una promesa.-lo miró con ira

-la rompí, porque tú eras alguien con un buen corazón y ya no.

-¡Dilo!-exigió Bastian

-Por qué él es humano y tú...no.

-Bien pronto el chico conocerá que es lo qué soy. Me caías bien-me miró rápidamente-tienes tres días para entregarme toda tu herencia.-amenazó Bastian.-Tres días-advirtió nuevamente alzando los tres dedos de su mano.

-¿o sino qué?-preguntó retador mi tío Arnold.

-Le daré algo que lo atormentará para toda su vida, tú sabes bien qué, y la herencia será mía o de nadie.-mi tío palideció en menos de un segundo.

-Te has vuelto un monstruo sin corazón-dijo mi tío reteniendo la furia hacia él.

-Cadáver-corrigió alzando un dedo-Gracias-sonrió Bastian satisfecho haciendo una reverencia como algún presentador de un circo al final del show. Tomó una de las botellas supuestamente de "vino"-Está reserva es genial.-dijo al probar el líquido-¡Hasta tres días!-se despidió al cruzar la puerta y se empinó toda la botella, después tirándola en el jardín.

Quería darle su merecido a mi detestable primo.

-¡Tío! ¿Por qué no te defendiste?

-Es más fuerte que nosotros, te haría daño, a ti principalmente.

-He entrenando artes marciales con japoneses-traté de sonar fuerte

-Créeme eso no te servirá de nada cuando te enfrentas con alguien como Bastian-río con amargura-si notas algo raro -suspiró-avísame.-tomó mi hombro y se retiró del salón.

¡Desde que llegué aquí he experimentado cosas extrañas!
Quería gritarle.
Debía de averiguar ¿Estaban locos o qué rayos ocultaban?

Susurros al bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora