-¿Qué pasa Joe?
-Lo siento joven Keller es por su propia seguridad-dijo y cerró rápidamente con llave como si eso funcionará para no oír las voces del primer piso.
Desesperado pegué mi oído a la puerta pues si salía temía que me hiciera daño.
-Mi señor , ¿le traigo algún vino en especial?
-Por favor Joe, mi sed no se puede controlar mas que con eso. Dame la botella de la derecha-Joe lleno su copa
-se está quedando sin reservas mi señor, le he ordenado a las señoritas Muscrowe que consigan más, los animales han sido infectados por otras mordeduras y no se quieren arriesgar a que usted se envenene.-dijo Joe y Arnold se burló
-Saben que eso no podría matarme
-No quieren tomar riesgos mi señor, es por su bienestar. A menos que quiera estar en cama tres días como la última vez.-bromeó Joe
-Tienes razón Joe-dijo Arnold y deje de oír voces por varios minutos hasta que...
-bien, Joe ¿Qué animales han estado muriendo?
-Los venados, osos, liebres. Por mordeduras.
-¿De quiénes?
-Chupa sangres
Me llevé el puño a la boca tratando de retener el vomitó para evitar que cayera sobre la alfombra. Mi estómago se revolvió, pensar en el líquido rojizo en los músculos y la piel desgarrada de los animales.
Recordé que debía averiguar que era ese líquido que tomaba y por qué le incomodó verme.-Entonces volvieron-dijo mi tío con una pizca de preocupación
-Buenos días
-Buenos días tío Arnold
-Perdona mi comportamiento tan extraño, no estoy acostumbrado a tener visitas.
Todo lo justificaba con eso.
-No importa, no pasó nada
-Bien hoy haremos el testamento entre más rápido mejor-río nervioso-Max tengo que decirte algo, yo....
El sonido de unos puños fuertes tocaron la puerta
-Abriré señor-anunció Joe
-¡No espera Joe!-exclamó mi tío pero ya era demasiado tarde, el caballero ya había entrado.
-¡Querido tío! ¡Gusto en verte!-sonrío maliciosamente un joven de cabello oscuro como la noche, alto y con ojos negros azulados y tez pálida, era la primera vez que veía algo así.
-¡Bastian!-dijo mi tío con furia entre dientes y frunció el ceño
-Veo que estas encantado de verme-se burló-¿sabes? He venido desde Londres y sabes por qué.
El chico se paseaba por la sala como un tiburón acechando a su presa.
-las promesas no las puedes romper tío Arnold-dijo sentándose sobre el exótico sofá-tenemos un trato ¿recuerdas? El testamento es mío.
-No ya no lo es, eso fue antes de que...-balbuceó mi tío
-¡Oh! Claro tu otro sobrino no debe saber nuestro secreto-me volteó a ver con desprecio
-¿Nos conocemos acaso?-pregunté con un toqué de arrogancia
-Veo que no te acuerdas de mí, querido primo. ¿Acaso no te suena Bastian Stojanovic?-dijo pero no capté, rodó los ojos-el hijo de tu tío Daniël
-¿Bastian Kilian Nikolás Stojanovic I?-abrí los ojos como platos
-Correcto-aplaudió con una sonrisa de satisfacción en el rostro.
-Mi padre me ha contado un poco sobre ustedes, Stojanovic
-Lo sé y me siento alagado por ello.-arrancó unos pétalos de una delicada flor.-¿En serio tío? ¿Por qué él? Rompiste una promesa.-lo miró con ira
-la rompí, porque tú eras alguien con un buen corazón y ya no.
-¡Dilo!-exigió Bastian
-Por qué él es humano y tú...no.
-Bien pronto el chico conocerá que es lo qué soy. Me caías bien-me miró rápidamente-tienes tres días para entregarme toda tu herencia.-amenazó Bastian.-Tres días-advirtió nuevamente alzando los tres dedos de su mano.
-¿o sino qué?-preguntó retador mi tío Arnold.
-Le daré algo que lo atormentará para toda su vida, tú sabes bien qué, y la herencia será mía o de nadie.-mi tío palideció en menos de un segundo.
-Te has vuelto un monstruo sin corazón-dijo mi tío reteniendo la furia hacia él.
-Cadáver-corrigió alzando un dedo-Gracias-sonrió Bastian satisfecho haciendo una reverencia como algún presentador de un circo al final del show. Tomó una de las botellas supuestamente de "vino"-Está reserva es genial.-dijo al probar el líquido-¡Hasta tres días!-se despidió al cruzar la puerta y se empinó toda la botella, después tirándola en el jardín.
Quería darle su merecido a mi detestable primo.
-¡Tío! ¿Por qué no te defendiste?
-Es más fuerte que nosotros, te haría daño, a ti principalmente.
-He entrenando artes marciales con japoneses-traté de sonar fuerte
-Créeme eso no te servirá de nada cuando te enfrentas con alguien como Bastian-río con amargura-si notas algo raro -suspiró-avísame.-tomó mi hombro y se retiró del salón.
¡Desde que llegué aquí he experimentado cosas extrañas!
Quería gritarle.
Debía de averiguar ¿Estaban locos o qué rayos ocultaban?
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Susurros al bosque
VampireNo sólo las heridas duelen, no sólo las bestias son despiadadas. Siempre hay una razón. Detrás de cada frialdad hay siempre un duro pasado.