Nuestro reencuentro

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Habían pasado tres meses, tres largos meses en los que no sabía nada de él, desde aquel día en el que el mayordomo de Viktor lo había ido a buscar a la oficina en donde trabajaba para devolverle su cartera e informándole que el peli plata se iba de viaje y que al parecer no regresaría hasta dentro de unos 5 o 6 meses. Yuuri estaba desconsolado y preocupado, y ni hablar de su salud, los dolores de cabeza iban en aumento día tras día y su cuerpo lucía cada vez más demacrado, y aunque quisiera no podía evitar notar que  las personas a su alrededor hablaban de él, eso hacía que su pobre corazón poco a poco se rompiera y se sintiera cada vez más sólo haciéndolo caer en un hoyo profundo y oscuro del cúal se le estaba haciendo imposible salir. Todo en su vida se estaba desmoronando y la depresión en la que estaba cayendo no lo estaba ayudando para nada, aunque eso ya no lo sorprendía, siempre había sido así, siempre con dudas, temores e inseguridades sobre si mismo, pero esta vez estaba dispuesto a no dejarse caer porque a pesar de todo lo malo la vida le estaba dando un regalo, uno que a pesar de ser inesperado el estaba dispuesto a recibirlo con todo su amor. Un ligero brillo se asomó en sus ojos "sin duda alguna el saldría adelante por él y por ese hijo que estaba esperando"
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-Buenos días,  señora Babicheva.

-Buenos días Takaba, ¿que se te ofrece?

-Anoche llego esta otra carta- dijo el mayordomo extendiendo el sobre a la mujer- ¿La leíste?- a lo cual el mayordomo sólo asiente, mientras la señora de la casa procede a leer la carta.

Querido Viktor:

Hace tres meses que murió  mi madre, y aunque ignoro el motivo por el cual te niegas a verme, necesito tu ayuda, quisiera poder hablar contigo, me urge verte, no te lo pido por mi, si no por él hijo que voy a tener que también es tuyo.

Buscame en .....

Yuuri

-No cree usted que el joven Viktor debería de enterarse de esto señora- decía el mayordomo con aflicción mientras veía como a dama estrujaba la carta

-¡Acaso estas loco Takaba! Esto es un chantaje, pero ya me encargare yo de esto- decía con fuego en su mirada- Va de por medio la felicidad de mi hija- y sin más rompió la carta y la tiro a la basura.

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Un carro lujoso había parado justo en la entrada de aquella vecindad, mientras una mujer de mirada altiva y petulante baja del automóvil y observaba todo a su alrededor de una forma despectiva, y con un espérame le indico a su chófer que no se moviera de ahí, adentrándose con paso firme y buscando el número de la vivienda que debería de pertenecer a ese joven.

Aunque ya era algo tarde Yuuri no podía dormir, las preocupaciones junto con sus múltiples problemas de salud lo estaban haciendo sentirse cada vez más depresivo y el sabía que ponerse así le iba a hacer daño al pequeño ser que llevaba dentro de su vientre, puesto que el era el que menor culpa tenía, pero cada día que pasaba esa luz de esperanza que mantenía por la ilusión de que ese hombre de ojos zafiro atravesara el umbral de su puerta y lo salvara de esa profunda oscuridad en la cuál se sentía caer se iba apagando.

Un ligero toque en la puerta anunciando la presencia de alguien y el corazón de Yuuri se acelero, tal vez era él, pensaba mientras se encaminaba a la puerta, pero cuál no fue su sorpresa al ver una mujer de edad, vestida muy bien y que lo miraba de arriba abajo como si él fuera la cosa más insignificante del mundo.

-¿VIve aquí Yuuri Katsuki?

- Si señora, soy yo. ¿Qué se le ofrece?- decía el azabache con la preocupación reflejada en los ojos.

-Vengo a hablar con usted, acerca de un asunto muy importante...
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HOLAAAA!!!
Y aquí estoy de regreso disculpen la tardanza, uno que otro problemilla pero pues aquí estoy de nuevo😊. Espero de aquí en adelante hacer más largos los capítulos.

Saben me dió por ver la peli de El increíble castillo vagabundo y no pude evitar imaginarme a Viktor y Yuuri en esta historia como ven. Sería hermoso no creen?