N de A: ¡Hola a todos! ¡He vuelto! Sé bien que les prometí un especial de cierre hace aproximadamente siglos (bueno, quizá no tan aproximadamente, pero casi), y que me he tardado un montón en hacerlo. Lo cierto es que no creí que fuera a llevarme tanto tiempo poder subir este especial, pero estuve bastante complicada con otro proyecto en el que estuve trabajando y que espero poder compartir con ustedes dentro de poco, además de que recientemente empecé la escuela y no estuvo yéndome demasiado bien, así que lamentablemente tuve que renunciar a un poco del tiempo que utilizaba para escribir. Pero bueno, como no me gusta estar en falta con ustedes, aquí está el especial que les prometí. Como las dos propuestas que me pidieron fueron la del POV de Chris y la de la escena eliminada del capítulo 18.5, decidí rescribir la escena eliminada pero contada desde el punto de vista de Chris y mezclar ambos especiales (soy ingeniosísima, lo sé). También quería contarles que estoy trabajando en los nombres de los capítulos de "No me dejes ir" y "Quédate a mi lado" y espero poder subirlos lo antes posible.
Eso es todo. Disculpen el retraso, y espero que disfruten mucho de este especial. ¡Nos leemos!
ESPECIAL POV CHRIS: ESCENA ELIMINADA (18.5)
Mi padre decía miles de estupideces por segundo, y yo se las creía a todas. En realidad, no tenía otra opción que creerlas. Cuando las opciones son aceptar lo que te dicen o recibir una buena paliza, es sorprendente lo mucho que puede abrirse tu mente. Al principio, aceptaba las cosas que me decía por miedo, o porque me resultaba intimidante, o simplemente porque estaba cansado. Cansado de discutir, cansado de que me golpearan, cansado de sentir que estaba atrapado en medio de un intricado juego en el que tenía todas las de perder y, aun así, me estaban obligando a seguir jugando. Cansado de todo. Y, cuando se uno se cansa de todo, no le que quedan muchas ganas de oponerse. Al principio, aceptaba todo lo que me decía por la fuerza, pero al final, después de tanto pretender que creía que era verdad, empezaba a creérmelo en serio. Así que, en ocasiones, distinguir la verdad de la mentira, lo que de verdad pienso y lo que fui obligado a pensar, se me hace una tarea bastante complicada.
Pero ese no es el punto. Mi padre decía miles de estupideces por segundo, pero es sólo una de todas esas la que se me viene a la mente en este momento. "No dejes que te vean nervioso". Si me preguntan qué es exactamente lo que eso significa, no podría responderles. También podrían preguntarme por qué cuernos un padre le diría eso a su hijo, pero no podría contestarles eso tampoco. Es difícil entender por qué mi padre hacía todo lo que hacía, la verdad. Sobre todo, porque tenía esta loca idea de que, la mayoría de las cosas que hacía, las hacía para protegerme. Supongo que ignoraba el hecho de que no había prácticamente nada de lo que yo tuviera que protegerme más que de él. Pero no lo sé. Quizá sus consejos no fueran una completa estupidez después de todo. Me han servido en más de una ocasión, sobre todo para defenderme de él mismo. El de "no dejes que te vean nervioso" lo implementé en más de una ocasión. No fue del todo fácil, porque siempre estaba nervioso cuando mi padre estaba cerca. Siempre. Desde el momento en que me sentaba en frente suyo en la mesa del comedor y lo observaba masticar su desayuno con furia mientras lo acompañaba con unos litros de alcohol, hasta cuando me acostaba a dormir y escuchaba sus pasos resonando en el pasillo. Pero me di cuenta de que, si conseguía poner una máscara inexpresiva mientras me estaba muriendo de miedo, mi padre me gritaba menos. Me golpeaba menos. Me lastimaba menos. Y, a fin de cuentas, eso era lo mejor a lo que yo podía aspirar en esos momentos.
Mi padre ya no está aquí. Ya no tengo que observarlo derramar cerveza en la mesa por las mañanas ni escucharlo dar vueltas cuando me voy a dormir. Pero sigue estando en ciertos sentidos. Hay partes de él que se han instalado en mi cerebro, de las que no puedo deshacerme del todo. Es complejo librarse de las costumbres. Pasé tanto tiempo esforzándome para que ni un pequeño miligramo de nerviosismo se abriera paso en mi rostro que, ahora, no puedo mostrarme nervioso ni aunque quiera. Creo que Patrick es la única persona con la que me permito mostrarme intranquilo en ocasiones. Y aun así, no me resulta fácil. Ser vulnerable nunca ha sido una opción para mí. Así que serlo, incluso ahora, sigue dándome la sensación de estar desprendiéndome de una armadura en pleno campo de batalla. No es ni siquiera decisión propia. Cuando más inseguro me siento, más siento la obligación de ocultarlo. Resulta un poco agotador en ocasiones. Pero estoy trabajando en eso. Estoy trabajando en tantas cosas que ya ni siquiera sé adónde es que voy a ir a parar.
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Quédate a mi lado...
Romans(Segunda parte de "No me dejes ir". Si quieres leer esta historia, recomiendo buscar antes la primera parte) Desde aquella noche lluviosa, para bien o para mal, todo ha cambiado alrededor de Patrick. Su relación con Chris está avanzando a pasos ag...