Hace ya un tiempo comencé a sentir como el rumbo de mi vida iba cambiando, las cosas que parecía ver malas de pronto eran buenas y los lugares que no solía visitar de repente me volví cliente frecuente.
Hay tantas cosas en mi cabeza que quisiera decirte hoy, son tantas las ganas de correr y abrazarte, volver a mirar aquellos ojos llenos de brillo, grandes y con aquellas pestañas tupidas y hermosas, sentir esos labios sobre los míos o aún mejor, sobre mi frente.
Aún me pregunto ¿que hago escribiéndote a ti todavía? Después de todo el daño que me has causado, las lágrimas derramadas, noches de insomnio, desesperación cardíaca, abro los ojos y de repente, ya no estás... te has ido sin mirar atrás, me has dejado en completa soledad.
Te amé y puedo atreverme a decir que eres la primera persona por la que expreso un sentimiento de esa magnitud, no hay día que no piense en lo que hice mal o qué me faltó, te miro en las fotografías y te muestras tan sonriente con ella, tan orgulloso de tenerla a tu lado que comienzo a dudar en todo lo que me dijiste alguna vez. No puedo ni siquiera mencionarte frente a mis amigas o mis familiares porque en automático me siento humillada, me estoy fallando, y también a ellos.
Un día creí haber encontrado la felicidad con alguien más, estaba segura de que te había sacado de mi mente, él lo era todo para mí ahora, sin embargo decidiste volver, me moviste el mundo entero, dudé demasiado inclusive de mi existencia y la de la raza humana, me volviste a sacar de mi órbita de nuevo, entonces me di cuenta de que no es un "te amé" en tiempo pasado, es un "te amo" en tiempo presente.
