Yuri se escabullo sigilosamente de apartamento mientras el cerdo y Viktor se encontraban en el cuarto principal mimando a Makachin.
Se sintió aliviado cuando se vio fuera finalmente.
Ahora que sabía dónde podía ir a patinar no habría nada que lo detuviera para hacerlo.
Quizá los otros dos patinadores habían ido allí para disfrutar de la compañía mutua y relajarse un poco con respecto al deporte.
Pero el ruso menor no quería aflojar.
Le encantaba la sensación del hielo en contra de los patines y lo ligero que se sentía cada vez que daba un salto.
Paso junto a la puerta del pelirrojo dudando si debería invitarlo o no.
Pero entonces recordó que él le había dicho que ese día se había quedado dormido y había faltado a la escuela y que probablemente no lo encontraría nuevamente por la mañana.
Chasqueo la lengua en molestia.
Si bien al principio no le había prestado mucha atención al chico, había algo en su expresión que lo había motivado a acercarse a él.
Y había terminado increíblemente bien, puesto que el chico no parecía disgustado con sus palabras que a veces podían resultar groseras o su sinceridad cortante.
Y contradiciendo todos sus pronósticos, Taiga Kagami resulto ser más tímido y torpe de lo que su apariencia sugería.
Realmente estaba empezando a disfrutar su estadía en Tokyo gracias a él.
Casi se había olvidado de que estaba allí casi en contra de su voluntad.
No lograba recordar las palabras exactas con las cuales el Katsudon había logrado convencerle de ir pero sabía que aquello le había hecho mucha ilusión en su momento.
¿Pero porque no lograba recordarlo?
Estaba seguro de que era relevante en su estadía, pero por más que buscara tenía una laguna mental que no lograba llenar.
No quería pensar en ello de momento.
Por ello fue al único lugar donde su mente y alma se sentían en paz.
El hielo siempre había estado a su alrededor, el hielo restauraba su temple cuando lo perdía y curaba su alma cuando lo necesitaba.
Siempre vivió acostumbrado al frio de la nieve y lagos congelados, y no podía ver su vida muy lejos de ellos.
Quizá había algo más profundo que solo amor por el deporte en su elección de vida.
A esas horas de la mañana no había casi nadie en el lugar, probablemente porque la mayoría de las personas que iban allí estaban entre sus doce y veinte, una edad en la que te la pasas más con el trasero adormecido en una silla estudiando que fuera disfrutando de la vida.
Probablemente en aquel momento Taiga estaba estudiando en un pupitre de su escuela tratando de comprender la lección del día.
Rió un poco y dio un triple loop, imaginarse al mayor teniendo problemas estudiando no le era muy difícil.
Pero ¿Qué pasaba con el club de baloncesto?
Yuri recordaba vagamente que el chico le contó que llegaba tarde todos los días por los entrenamientos infernales que le imponía su entrenadora. Pero que él tenía que descansar por una lesión y aunque no pudiese entrenar tenía que asistir a las prácticas si no quería morir.
ESTÁS LEYENDO
Tigers' Matters | YAOI | KnB × YoI |
FanfictionSe dice que un corazón roto reconforta a otro. Es un instinto básico curar las heridas de los que forman parte de nuestra vida, pero cuando estas solo esas heridas no hacen más que empeorar, por ello se busca un igual, alguien con el mismo pesar qu...