Capítulo 5

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Saul abrazó a Amil. Noa se quedó un poco apartada.

–¿Es ella? –preguntó Saúl.

Amil asintió y Saúl se tiró sobre Noa estrechándola entre sus brazos.

–Te quiero, pequeñaja.

–No me conoces.

–Amil me ha hablado maravillas de ti. Dice que eres la persona que le ha salvado de caer en lo más profundo, que eres un ángel de la guarda. Que muchas veces te cuesta ver tus puntos fuertes y te centras en los débiles, pero que siempre acabas levantando la cabeza y diciendo: aquí estoy yo. Y vuelves a pelear. Cuando nos reencontramos, no paró de alabar a su hermanita. Amil no soportaría perderte.

Noa miró a su hermana, que estaba sonrojada y cabizbaja.

–Te quiero, Amil.

–No más de lo que te quiero yo a ti, pequeñaja.

Noa y Amil se abrazaron y Saúl se unió al abrazo.

–¿Cuándo te dan el alta? –preguntó Saúl.

–Veo que la impaciencia la agotasteis antes de que naciera.

Poco después, Luna entró a la habitación con la pequeña Sofía de dos años y el pequeño Iker, de cinco meses.

–Cariño. –dijo Saúl besándole.

–Ella es Luna. Nuestra cuñada. –le dijo Amil a Noa.

–¿Hace cuánto les conoces? –le susurró Noa.

–Me lo encontré la semana pasada y los dos nos reconocimos.

Sofía miró curiosa a Noa y rápidamente se tiró a sus brazos. Noa estaba sorprendida pero abrazó con gusto a su sobrina.

–¿Tía Noa? –le preguntó sonriente.

Noa miró a Amil sorprendida y Amil no ocultó su felicidad.

A Noa se le escaparon varias lágrimas que Sofía quitó como pudo estirando sus bracitos.

–Es imposible no cogerte cariño. –comentó Amil.

(...)

Después de aquel día en el hospital, Amil no volvió a saber nada más de Antoine, hasta que 2 semanas después apareció por el club.

–¿Qué haces aquí? –preguntó Amil extrañada. –Tienes novia.

–Es la única manera de poder estar contigo.

–Te dije que te ofrecía mi amistad.

–Pero yo no quiero una maldita amistad.

–Esto está mal, Antoine. –dijo alejándose de él.

No le sirvió de mucho, pues apenas unos segundos después, estaba tumbada sobre la cama con Antoine sobre ella.

Cuando Antoine acabó, llegó Verratti.

–Marco. Estoy muy cansada.

–Ese no es mi problema.

(...)

Amil notó un peso sobre ella. Era imposible que fuera su hermana, pero no había nadie más en casa. Abrió los ojos y vio a un bebé rubio de ojos azules sobre ella. Al lado de la cama estaba su hermana, sonriendo.

–¿Qué ostias...?

–No digas palabrotas. Está mi bebé delante.

–¿Tu bebé?

–Cuando vi a los hijos de Saúl, tuve ganas de tener uno. Así que mientras dormías, Yan me acompañó al orfanato, y este es Dani.

–Es precioso. –dijo Amil agarrando su moflete gordo.

–Esos mofletes son míos. –Noa entrecerró los ojos y cogió a Dani.

–Vamos a desayunar algo, anda. –dijo Amil levantándose de la cama, con gesto de dolor.

–Deberías dejar ese trabajo.

–Estoy bien.

Y al recordar la noche anterior, se dio cuenta de que ni Antoine, ni Marco habían usado protección.




Capítulo dedicado a mi cebrita sensual❤❤❤❤ noagriezmann te quiero 💜😘

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