Frozen love

Capítulo 7

Amil llegó de trabajar y se encontró a su hermana y a Yannick acurrucados en el sofá.

Sonrió al ver que su hermana había aceptado que Yan sentía algo por ella.

Se preparó algo para comer antes de irse un rato a dormir.

–¿Qué tal estás?

Amil dio un salto sobresaltada.

–Lo siento, no quería asustarte. –dijo Yannick encogiéndose de hombros.

–No pasa nada. Es que estabas dormido y de repente te escucho hablar.

Yan rió bajo.

–Tu hermana me ha pegado cuando le he besado.

–Te lo dije.

–Pero ella ha venido a donde estaba yo y me ha vuelto a besar.

Amil se atragantó con los macarrones que estaba "cenando", ya que eran las seis de la mañana.

–Respira, mujer.

–Le gustas mucho, pues.

Yannick sonrió y le quitó comida a Amil.

–Eso. No. Se. Hace. –dijo Amil dejando espacio entre palabras.

Yan levantó los brazos en señal de paz.

–Te lo perdono por esta vez.

–Gracias. –besó la cabeza de Amil. –Voy a mimar a tu hermana.

Amil sonrió. Yannick era el adecuado.

(...)

Pasaron tres semanas en las que Amil solo estuvo con Antoine, pues era el que más dinero ofrecía.

Cuando Amil volvió a casa, tuvo nauseas y corrió al baño, cayéndose por el camino. Yan y Noa dormían en la habitación de ella con Dani.

–¿Puedo pasar? –era Yannick.

–Sí, pasa.

Yan agarró el pelo de Amil para que no se le manchara.

–¿Sabes de quién es?

–Solo he estado con Antoine las últimas tres semanas.

–Hablaré con él.

Yannick cogió a Amil en brazos y le dejó en su cama.

–Gracias, Yan.

–No es nada, pequeña.

Pasado el mediodía, Yan despertó a Amil.

–Toma. –le dió un test de embarazo.

–Gracias. –murmuró Amil.

–¿Te ayudo a ir al baño?

–Te lo agradecería.

Yannick ayudó a Amil a llegar al baño y espero a que Amil se hiciera el test.

–Dos semanas. –dijo Amil saliendo del baño.

–Voy a hablar con Antoine.

(...)

–¡Antoine! Abre la puerta. –gritó Yan desde fuera.

–¿Qué quieres? –preguntó Anto malhumorado.

–Avisarte que vas a ser padre.

Antoine miró a Yannick sorprendido.

–Dejaste embarazada a Amil.

–No es mío. Puede ser de cualquiera.

–Eres el único que ha estado con Amil en tres semanas y el bebé tiene dos.

–Déjame. No quiero bebés.

Antoine cerró la puerta y Yan volvió a casa de Amil y Noa.

–Antoine no quiere bebés. –le dijo Amil. –Ya lo sabía.

Yan asintió cabizbajo.

–Yo me haré cargo de ellos.

Yan le abrazó y Amil murmuró varios gracias.

(...)

Amil obligó a Noa a salir al jardín, donde estaba Yan con Dani en brazos.

–Noa. No nos conocemos desde hace mucho, pero se que nunca había sentido lo que siento cuando estoy contigo. Quiero ser el dueño de tus sonrisas. Quiero despertar a tu lado todos los días. Dejame hacerte feliz. Cuidaré de ti, de Dani, de tu sobrino y de tu hermana. Dame una oportunidad. Te quiero. ¿Quieres ser mi novia?

–Sí, quiero.

Yan se quitó su anillo y se lo puso en la mano a Dani para que se lo diera a Noa.