Lisandra:
Caminé hacia las afueras de la universidad, en busca del estacionamiento. Colgada de mi brazo se encontraba Jenny.
- ¿De encerio te tocó con el cabrón ese? - reí - ¿Como se llama? -volvió a preguntar.
- Edward Styles - respondí sonriendo.
- Esta bueno - susurró mirándo a cada uno que pasaba a nuestro lado.
- ¿El nombre? - pregunte y ella asintió - sí, le puedes decir Ed, Eddie, Edwa - ella solto una carcajada - ¿Que? - pregunte levántando una ceja.
- ¿Eres idiota verdad? - negue - me refería a él - fruncí el ceño.
- No esta bueno, tiene más aujeros en la cara que yo en todo el cuerpo - ella soltó una carcajada.
- Eso sonó muy atrevido, Liz - respondió aún riendo. Capte el mensaje pervertido, y reí.
- En fin, lo exámine, y esta lleno de tatuajes por todos lados - ella abrió sus ojos.
- ¿Todo? - pregunto sorprendida. Asentí - a mi me gustan esos tíos. Volvería a chocarme una y otra vez con él - dijo mirándo hacia arriba. Negue con la cabeza y reí.
Encontramos mi auto. Como amaba a mi auto. Un Nissan Tiida del 2012. Era hermoso y era un regalo. Para mi no era simplemente unas chapas y un motor, no. Lo amaba, ya se, no se puede amar a un objeto pero, el significado y todo lo que me recuerda, me hace amarlo. Hasta tiene un nombre, Tinni. Saque las llaves de mi mochila y presione el botón de la alarma, haciéndo que se desbloquearan las puertas y así ingresamos. No hacia tanto frío, pero yo tenía un cárdigan. Me abraze a mi misma cuando ya habia tirado mi mochila en el aciento trasero y encendido el auto.
- ¿Te vas a ir a trabajar? - pregunto Jenny. Asentí. Sí, así es. Trabajar.
- Esa maldita casa no se levantara sola - susurré saliendo del estacionamiento de la universidad, o lo que fuera que sea eso.
- Hoy pense que unas de las puertas de la estanteria se me caía en la cabeza, esa casa es un desastre - empezamos a reír. Es que esa casa era vieja y muy grande.
- ¿Sigues pensando que fue buena idea? - ella asintió - ¿Por que? Yo no pienso sacar nada bueno de acá, ni un amigo - suspire.
- Por que allá, todo me recordaba a ellos. Era como un dolor constante, y no lo iba a poder superar estando allí - ella fijo su vista a la ventana, había muchas nubes, pero el sol estaba amenzando con salir. Odiaba los días soleados, pero también los días de lluvia.
- Sabes que las muertes no se superan, nadie te pidio que la superes - dije yo, parándo en un semáforo.
- Pero, no quiero recordar, quiero olvidar esa parte de mi vida - sonrió con tristeza. Escuche una bocina y reaccione al instante. Una moto me paso por al lado y por detrás de esta, un auto color rojo. ¿Tan apurada estaba la gente? ¿Yo era muy lenta? Rodié los ojos. Avanze hasta alcanzar a los dos vehículos y los pase, mostrandole quien manda enrealidad. Ya se, algo estúpido.
- No lo sé, Jennifer. No se que quieres. Vinimos acá por tú culpa y la de papá. Yo no quería. ¿Que mejor que ser feliz con recuerdos? Nada - respondí yo. Y es que yo me quería quedar a vivir en Manchester. Había cursado dos años de los seis de mi carrera universitaria en la universidad, estoy luchando contra viento y marea para lograr ser una buena neuróloga. Sí, neuróloga. En fin, mi maldita beca en Manchester se echo a perder. Suspire.
- Vendra el tío Tomás - dijo de repente. Estabamos a pocas cuadras de llegar a casa. Alze mis cejas. Mi tío Tomás es hermano de mi papá. Hermano menor, mucho menor, ya que solo tenía 23 años. Nos críamos juntos. Somos como hermanos. Jenny, en cambio, se crío más con los mayores, siempre se le dio mejor así. Ella era recién nacida, y yo tenía un año y tres o cuatro meses. Gateaba con Tomás que tenía dos años y siete meses. Mientras que ella estaba a brazos de mamá. Igual que mi prima.
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I hate you
Fanfiction" -¿A que le tienes miedo, Ed? - le pregunte. El bajo la mirada. - Cuando me aman, luego me abandonan- respondió. Se mordió el labio, metiendo su piercing en su boca - todo lo que amo, lo destruyo"