Lisandra:
- Vamos chico, afuera - dijo el señor que una hora antes me habia dejado pasar. Sí. Lo llame a él para que lo saque - sabes niña, esto no le pasa seguido a Edward - comento Frank. Mordi mi labio inferior y mire con pena a Edward que ahora estaba tirado en el piso.
- Lo siento tanto. No ha tenido una buena noche - justifiqué. Frank me sonrió.
- ¿Te ayudo a subirlo al auto? - pregunto él. Yo asentí. Trate de levantar a Edward, pero este, vómito. Sí.
- Mierda - susurre. Casí habia vómitado en mis converse.
Cuando al fin lo puse en pie, se tiro sobre mi, literal. Y, es que mide como un metro ochenta, y yo, apenas llego al metro sesenta y ocho. Y, se me cayo. Pero no sin antes vomitarme todo el abrigo y el pantalón, y la remera de mangas largas blanca.
Mierda de vida.
Luego de dos minutos chillar por estar sucia, Frank me ayudo a subirlo al Ford Capri de Ed.
- Te odio, ¿Lo sabes? Deberías de saberlo. ¿Como llevare un borracho a mi casa? ¿Donde dormiras? De seguro que como soy la buena de la historia, dormiras en mi cama. Cosa que no quiero. ¿Sabias que eres un idiota y un borracho? - el balbuceo algo inentendible - ah, y drogadicto - finalize.
++
- Sebastian - susurre samarreando no muy suavemente a mi hermano menor.
- ¿Que? - repondió adormilado.
- Necesito un favor - el se dio vuelta y me dio la espalda - ¡Sebastian! - exclame. El se sento asustado en la cama.
- ¿Que quieres Lisandra? - pregunto de mala gana.
***
- Nunca habia bañado a alguien antes - dijo mi hermanito mientras secaba con mucho asco a Edward a quien yo estaba sosteniéndo parado. Y el apenas balbuceaba.
- Siempre hay una primera vez para todo, hermanito - dije susurrando, el sonrió.
- ¿Le tengo que prestar ropa interior? - pregunto de mala gana. Bufé mientras asentía - vale, ahora vengo - dijo dejandome sola con Edward. El se encontraba un poco mejor, pero, ¡No hablaba! Solo había podido decir un par de veces "Liz" o, en el peor de los casos "Behati". Sebastian volvió a los pocos minutos con un boxer de esos grandes color blanco. Yo, desvié la mirada, en todo momento.
Vamos, no me iba a aprovechar de un pobre borracho, barra, drogadicto.
- Gracias - dije cuando pusimos a Edward en mi cama. También le habiamos podido poner un chandal gris, que le quedaba algo corto, y es que, Sebastian tiene 16 y Edward 20. Y Edward, es alto. Muy alto.
Le arremangué el pantalon hasta dejarlo por abajo de las rodillas.
Lo curioso era como se retocia para que no se lo pongamos. Y la remera, ni se la pudimos poner. Gritaba como un niño, ¡No, no no! Luego de unas, varias, insistaciones, el no se dejo y nosotros desistimos.
Suspire.
- ¿Quieres que duerma con el? ¿Quieres dormir conmigo? ¿O con Jenny? - pregunto mi hermano arremangandose su remera de mangas largas. No hacia calor. Pero, que va.
- No gracias, voy a dormir en el sillón, o algo así - dije sonriendo. El asintió y se fue, cerrando la puerta.
Me observe.
Remera de tirantes negra, por la cual titiritaba de frío, y un chandal gris. Como el de Edward. Pero este sí me iba.
- ¿Te quedas conmigo esta noche? - escuche de repente. Eso me saco de mis pensamientos sobre mi vestimenta fea. Me gire y ví a Edward, apoyando en sus manos, mirandome fijo. Sonreí.
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I hate you
Fanfic" -¿A que le tienes miedo, Ed? - le pregunte. El bajo la mirada. - Cuando me aman, luego me abandonan- respondió. Se mordió el labio, metiendo su piercing en su boca - todo lo que amo, lo destruyo"