I hate you

chapter five -

Hola, volví! Después de mucho tiempo, aca estoy de nuevo. Se que me hice odiar, pero tuve muchos problemas, en general, como para seguir en wattpad. Gracias por esperar, o Hola, si recién me lees.

Perdón.

Por cierto, cada voto, y cada comentario, me hacen tener más ganas de escribir y desde ya muchas gracias, los amo.

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Edward -  

- Asique... Marcel me conto que la otra noche te emborrachaste feo... - comento Harry con algo de gracia en su tono. Gracia que le sacaria a patadas

- No es algo que te incumba, Harry. Deberías meterte más en tus asuntos y dejar de joder con los mios  – respondí, con un tono poco violento, Vamos, no quería empezar la mañana de mala gana.

- Mamá no sabe, pero no tardará en saberlo – dijo él, alejadose de mi y apoyandose contra en umbral de la puerta que separaba la cocina de la sala.

- Bueno, si me dices así, al menos ya se quien es el culpable si se llega a enterar de algo, ¿Cierto hermanito? Te patearé tanto, que no recordarás tu puto nombre – el soltó una risa.

- ¡Que miedo! Mira como tiemblo – señalo sus manos, que se movían exageradamente. Rodé los ojos, y suspiré.

- Si serás idiota – susurre, y el se perdió en el pasillo.

- ¿Harry te esta acosando, Ed? – preguntó Gemma, ¿De donde salió ella? Fruncí el ceño. Me concentre en el marrón de la mesa.

- Algo – respondí, y la mire. Ella había cambiado el color de su cabello, ahora era rubio con raíces de su color original, castaño.

- ¿Qué paso el sábado? – pregunto, sentándose enfrente mío. Me alce de hombros, desinteresado.

- No se, no recuerdo. Lisandra le explico a Marcel, que no recuerdo nada, ¿Por qué me preguntas de nuevo? – esto me fastidiaba, totalmente.

- Para escucharlo de tu boca. La mayoría de las veces que dices que no recuerdas, es mentira, y lo sabes – me señaló y luego estiro la piel debajo de su ojo.

- ¡Una vez que no recuerdo, nadie me cree! – me pare, y subí las escaleras hacia mi habitación, no aguanté mas los interrogatorios baratos de Gemma, intentando parecer madura y adulta, cuando todos sabemos que ella no es ninguna de esas dos cosas.

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- Yo aún me sigo preguntando por que tomas la clase de arte, cuando no sabes ni dibujar una persona decentemente – dije y Liz frunció su ceño, pero no me miró. Yo sonreí. Realmente dibujaba horrible, espantoso. Como un niño de cinco años, o como Harry.

- Estoy aquí, por que la tomo como un extra-curricular, es decir, un plus. Solo eso. Era esto o … danzas. – su cara de asco demostró lo poco que le gusta bailar. No la culpo, no es mi fuerte tampoco. Y tampoco creo que ella tenga un fuerte en algo.

La clase de Artes se había puesto aburrida en el momento en que sentaron a nosequiéncarajos en una silla, como modelo. El chico, cabello castaño y ojos azules, tenía un físico envidiable, claro, para los que no poseen ningún tipo de físico.

- ¿Cómo se llama este chico? – escuche una voz detrás de mí. Zayn. Suspire y me hice para atrás. Para tener su cara al lado de la mía, mirando el mismo punto, el chico.

- No tengo ni puta idea. Ni modo, me parece conocido – respondí.

- ¿Quieren que le pregunte como se llama? – Lisandra se unió a la conversación.