The brother keeper

Inocencia perdida

¡Hola a todos!

Bueno, se que algunos me estáis odiando mucho porque tengo dos historias a medias y ahora me pongo con esta. Pido mil millones de disculpas y me arrastro de rodillas por mi poca vergüenza, pero el muso es así de perro y me mete en estos líos.

Esta historia ha surgido tras publicar mi drabble Absolution, que si no habéis leído, os lo recomiendo jjj. Bueno, como muchos de vosotros me indicasteis y yo misma pensé, esta historia tenía mucho que contar y las quinientas palabras de un drabble se quedaban muy cortas. Así pues, aquí lo tenéis, espero que os guste.

Para vuestra tranquilidad, esta historia ya esta completa, bueno, para ser sinceros estoy acabando el último capitulo jj, pero ya casi está. Son cinco capítulos y los subiré a lo largo de la semana.

Espero que os guste.

Aviso: Esta historia participa en el SlashFest del grupo de Facebook https://www.facebook.com/groups/SlashFanworks/

Ilustraciones:

Todas las ilustraciones, que complementan tan maravillosamente esta historia, corren a cargo de Freckles&Dimples, que amablemente ha aceptado colaborar conmigo. 

Muchas gracias, guapísima. Son maravillosas. 

Podéis encontrar más de su arte aquí:  https://twitter.com/freckleNdimple?s=20

Advertencia:

Esta obra está registrada en Save Creative.

Código de registro: 1705042242423

Queda totalmente prohibida la reproducción o adaptación total o parcial de cualquier parte de la misma. Se tomarán las acciones legales pertinentes de existir algún indicio de plagio.

The brother keeper

By: Saphirott

La habitación se iluminó con el resplandor azul que emanaba del despertador electrónico que descansaba en su mesilla, un segundo después, la emisora de noticias que tenía programada, empezó a sonar.

"Hoy es el día en el que se conocerá el veredicto del juicio recientemente reabierto y que ha levantado una gran cantidad de ampollas en la corte de justicia de nuestra ciudad. El acusado..."

Apagó la radio, no necesitaba seguir escuchando todo eso.

Se incorporó, sentándose al borde de la cama y frotándose la cara con cansancio. No había conseguido pegar ojo en toda la noche, su mente repasando cada detalle, cada paso de un trabajo al que llevaba dedicado años, un trabajo que, de cualquiera de las maneras, terminaría hoy.

Estaba aterrado, aterrado como no había estado en mucho tiempo. Si no sale bien, está seguro de que se derrumbará, no podrá esperar más, lleva mucho tiempo esperando, demasiado. Al igual que no necesita escuchar la radio, tampoco necesita escuchar sus miedos. Toma una inspiración profunda y se dispone a levantarse, justo en el momento que escoge su móvil para empezar a sonar.

—Pastor Jim... —responde con voz suave, sintiendo la pequeña sonrisa que se forma en sus labios, después de reconocer el número del hombre que le cuido durante tanto tiempo.

—¿Algún día dejarás de llamarme Pastor? —pregunta el hombre con cierto tono de diversión.

—Es costumbre —contesta sin más. Es una especie de broma familiar, ellos no hablan mucho, pero se entienden bien. Sam lleva cuatro años y medio en la universidad, está en su año de prácticas y si todo se da bien, se graduará antes del verano.