Querido Mounstro Del Armario //#2 Querido Desconocido//

8. Mientras Todos Duermen

-¿Segura que quieres dormir aquí? -Preguntó Josh- Porque no quiero volver a levantarme a las tantas horas de la mañana por un grito tuyo enana.

Asentí con la cabeza metiéndome entre mis cobijas.

-Si, fue tan solo una pesadilla, como tú dijiste -Sonríe un poco.

-Vale... Cualquier cosa me llamas -Dijo dándome un beso en la frente y saliendo de mi cuarto.

"Entonces tu plan es que tú y el Mounstro se hagan amigos... ¡Bien!"

Sin hacerle mucho caso a la pequeña voz caí dormida.

"2:43 am"

-¿Lizie? -Una voz me despertó.

Bostecé sonoramente y se me senté en la cama sintiéndome valiente.

-Buenos días Mounstro.

-Buenos días nena -Vi como desde una esquina de mi cuarto aquellos ojos rosas se achicaban y se mostraba una blanca y linda sonrisa - ¿Quieres platicar?

Asentí con la cabeza recargando me en la cabecera, sin dejar de mirarlo.

-¿Cómo lograste entrar a mi habitación? -Pregunté sin quitarle la vista de encima.

-Porque soy un mounstro cariño -Dijo como si fuera lo más obvio.

-Pues... Eh... Eso da más miedo -Susurré.

Se escuchó un pequeño "oh" de su parte y rápidamente contesto.

-Nonono... Te he prometido que no te haré daño -Dijo algo nervioso.

Asentí con la cabeza y miré por la ventana, encontrando la completamente cerrada y con seguro.

-¿Por qué estás aquí?

-Te lo he dicho Lizie, te conozco desde que eras muy pequeña y quiero que volvamos a jugar -Susurró acercándose poco a poco a la cama.

-Y... -Tragué saliva- ¿A qué vamos a jugar?

-Hmm... -Se puso a pensar mientras se sentaba en el suelo- ¿A la cocinita? -Sonrío ampliamente dejando a la vista sus blanquísimos dientes.

-Está bien -Susurré sonriendo un poco y bajándome de la cama.

Esa noche no dormí por estar entre platitos y vasijas de juguete que el Mounstro me había conseguido