Querido Mounstro Del Armario //#2 Querido Desconocido//

11. Mientras Todos Duermen

Por primera vez en la semana estaba muy emocionada por irme a la cama. Tanto que desde las 7 de la tarde ya estaba con los diente a lavados, la pijama puesta y encerrada en mi cuarto con la excusa de que estaba algo cansada, por supuesto mamá estaba encantada porque decía que era signo de que comenzaría a dormir más temprano como buena niña y Josh... Bueno, él simplemente se me quedó viendo raro cuando dije eso.

"Entonces... Ahora eres amiga del Mounstro y ambos juegan como si fueran niñitas de cinco años..."

Dijo la pequeña voz en mi cabeza burlonamente.

"¿Y ahora qué? ¿Vendrá todas las noches ese... "Mounstro", para jugar contigo a los bebés? ¿Qué va a pasar cuándo prendas la luz y veas que es un hombre como de veintitantos? ¡Eso no es normal Lizette!"

No quería hacerle caso a mi consciencia porque estaba segura de que tenía razón, como siempre, y la verdad quería disfrutar un rato porque, siendo sincera, me encantaba la idea de ver a jugar como una niña pequeña sin ser criticada y esta era la forma más fácil.

"Pero Lizie que vas a hacer si..."
"Va a salir mal y... "
" Estás loca niña... "
" Te va a raptar estúpida... "

Y así pasaron las horas, llenas de regaños y reproches por parte de mi consciencia.

"12:23 am"

Había estado tan metida en mis fastidiosos pensamientos que no me había percatado del tiempo que había pasado.

—Oye linda —Escuché en el marco de la puerta del closet— ¿Lista?

Sonreí emocionada y me paré de un brinco de mi cama.

—Si Mounstro.

De un momento a otro ya nos encontrábamos sentados en el piso, yo pegada a mi cama y el a la pared, jugando con un par de bebés de plástico, aún sin verle el rostro porque la luz estaba apagada.

—Mounstro —Dije vistiendo con un vestido al muñeco— ¿Cuál es tu verdadero nombre?

—Jonathan —Dijo sin dejar de "preparar" papilla para los bebés.

—Ahh ya... —Susurré— ¿Y qué edad tienes? —Pregunté, a lo que él me volteó a ver y se mordió el labio.

—Tengo 19, casi 20 enana —Sonrió algo incómodo.

"Te lo dije, es un anciano... "

Gruñí ante el comentario de la voz y él me miró raro.

"3:42 am"

—Lizie... Cariño —Dijo Jon/Mounstro tocando suavemente mi hombro, despertandome— A la cama peque.

—¿Uh? ¿Me quedé dormida? —Pregunté muy somnolienta por lo que él rio.

—Si... Vamos, ya he recogido todo.

De la nada ya me encontraba entre sus brazos, con la cabeza acomodada en su hombro.

"En ese momento podría largarse contigo y raptarte, estúpida"

Estaba comenzando a hartarme esa voz...

—Buenas noches pequeña —Dijo él acomodandome entre mis sábanas y dándome un pequeño beso en la mejilla— ¿Quieres que venga mañana?

Asentí con la cabeza con los ojos medio cerrados.

—¿Quieres que juguemos o mejor platicamos?

—Quiero platicar... Y quiero ver tu rostro —Susurré a lo que él se mordió el labio.

—Quiza... Ya descansa, adiós cariño.

Y caí dormida.