diferentes dolores

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Después de haber visto a Deo en pelotas y a Julliet, me fui corriendo a mi habitación, jamás en mi vida había llorado tanto... excepto aquella vez que se murió mi hámster, pero el dolor es diferente; siento como si me hubieran arrancado un pellejo del dedo, pero multiplicado por mil o más, duele demasiado. Llore en la habitación unos diez, quince minutos, antes de que llegara Pandora y me dijera que bajara a desayunar.

Y aquí estoy, sentada a lado de Deo quien no deja de sonreír como idiota enamorado de mierda y por la sonrisa que tiene su mamá y papá... de seguro piensan que Deo tuvo sexo y si lo tuvo, ¡Claro que lo tuvo! Pero con Julliet, la mujer que su mamá odia y yo comienzo a detestar. No hizo nada malo, lo sé, ella dijo que lo quería mucho y Deo gusta de ella, pero entonces ¿por qué me molesta tanto?

— Debemos salir en familia antes de irnos, ¿no creen? – comenta una de las tías de Deo. – Tal vez ir al parque nacional.

— ¿En estos tiempos? Nos vamos a congelar. – un primo rie bajo. – Podemos hacer una caminara o solo ir de compras.

— Las compras me gustan.

— ¿Y si vamos al Zoológico?

— No, ya no hay leones. Los quitaron por los derechos de animales o algo así...

— ¿Estás bien?

La pregunta de Deo es baja, ha bajado un poco la cabeza para hacerlo y finge estar viendo su desayuno, yo por otro lado tengo ganas de golpearle en la cara. Le veo un buen rato antes de bajar la mirada y centrarme en mi desayuno.

— Estoy bien.

— No lo pareces, pero está bien si no me lo quieres decir. – escucho un suspiro proveniente de él, pero no es de cansancio, es de felicidad. ¡Sé porque estas feliz! – Tengo algo muy importante que contarte.

— ¿Ah sí?

— Si.

— ¡Una fiesta! – grita alguien y pego salto.

No logro concentrarme lo suficiente como para poder entender lo que están diciendo, solo entiendo algo de Fiesta, casa y sorpresas, ¡¿Por qué mierdas quiere contarme lo que hizo con Julliet?! ¿Qué habría de malo que lo haga? Le iba a quitar la virginidad para que él fuera feliz con ella, ¿qué pasa conmigo? ¡Soy lesbiana, joder!

Al terminar el desayuno, cada quien se va por su lado, cada quien en su mundo y yo voy a sufrir, sé que lo haré.

Estoy en la habitación de Deo, él llego y se lanzó a la cama como si su vida dependiera de ello, creo que hasta olio las sabanas que siguen revueltas. ¡jodido asco! Entonces abraza la almohada con una sonrisa tontamente tierna, sus ojos cerrados en paz y... Esta feliz, veo por donde lo vea, él es feliz. Yo debería también estar feliz por él ¿no?

Suelto un suspiro, palmeo su espalda y le veo sonriente cuando abre los ojos, él también sonríe y es doloroso.

— ¿qué querías contarme? – le pregunto, sin sentarme en la cama, no me voy a sentar ahí.

— No me vas a creer. – comenta mordiéndose el labio, ansioso. – Bese a Julliet.

— ¿En verdad? – Acabo de escuchar a mi corazón romperse.

— Si, ayer en la noche escuche algo golpeando mi ventana; ¡Era Julliet! Le pidió ayuda a su primo para traer la escalera, estuvimos platicando ella y yo después de que entro... Le gusto, Clio, me quiere. Dios, no había estado tan feliz desde hace tiempo. – se sienta, sin dejar de abrazar a esa estúpida almohada. – Le conté lo tuyo y lo mío, que solo era un favor que te había pedido, ya sabes. – no lo digas de esa forma tan... sin sentido. – Ella lo entendió, se burló un poco de mí, pero fue lindo; entonces la bese... y ella correspondió el beso. Me sentí en las nubes.

— Oh... Qué bueno, Deo, ¿nada más se besaron? – Creo que he sido muy hostil.

— Si.

— ¿En serio?

— Si.

— ¿No se acostaron?

— Pues... - baja la mirada, sonrojado. – Nos quitamos la ropa, bese cada parte de su cuerpo y ella a mí, fue hermoso y mágico el momento... pero, bueno, ella dijo que me iba a seguir esperando si aún no estaba listo. – ríe bajo. – Estaba un poco nervioso, así que no llegamos a la penetración, solo sexo oral y caricias, lo mejor de mi vida. Eso y que se quedó a dormir aquí conmigo.

No tuvieron sexo.

No tuvieron se-xo... ¡Sí!

¿Espera, por qué me estoy alegrando?

— En la fiesta familiar que harán mis papás pienso decirles la verdad, invitare a Julliet y le pediré ser mi novia, quiero estar con ella toda la vida. – me ve a los ojos, espero sea cierto eso de que los ojos son las ventanas al alma porque la mía en este momento se está rompiendo. – La amo, Clio. Amo a Julliet.

Adiós alma.

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Esta princesa No busca príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora