Felicidad...

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Sonreí al sol, hoy no estaba enojada con él por haber salido, es más estoy agradecida de que ya haya salido porque eso significa que me podre ir. Salgo de mi cama de un salto, me voy directo al baño tomando una ducha rápida. Hoy debo ir a mi escuela eso es lo lamentable.

Aunque la verdad pasara muy rápido el tiempo, es lo que sucede cuando estas feliz ¿no? Al salir de bañarme me visto con unos jeans ajustados y una blusa color rosa pálido, tomo mi chamarra roja de cuadros, estilo leñador y me la pongo.

En vez de sujetar mi cabello decido usar mousse, esa espuma que hace que se te hagan rizos aunque en mi parezcan bucles. Tomo mi maleta y corro hacia las escaleras, las cuales bajo con cuidado. No quiero que por una pierna rota se cancele mi viaje.

En la planta de abajo mi madre me sonríe y me indica con un pulgar arriba la aprobación de mi vestuario, evito rodar los ojos y me siento a desayunar. Mi celular vibra dentro del bolsillo de mi chamarra, con una mirada le pido permiso a mi madre y ella asiente, otorgándome el permiso.

Saco mi celular y abro el mensaje, es de Deo.

Deo: Pasare por ti, así que espero ya estés lista 7u7.

Clio: Obviamente UuUr aquí te espero.

Deo: Más te vale, ahí te caigo.

Ruedo los ojos, a veces Deo es muy vulgar. Guardo mi celular, termino mi desayuno y espero a que llegue Deo, escucho un claxon y me asomo por la ventana. Ahí está Deo en su flameante Jeep, es sexi cuando se sube a ese carro.

Y para que yo lo diga, oh sea una lesbiana, dice mucho. Me despido de mi mamá con un abrazo y un beso en la mejilla, tomo mi maleta y salgo de mi casa. Deo se baja de su auto para ayudarme con mi maleta, la cual sube a la parte trasera y me abre la puerta de copiloto.

- ¿estás lista, hermosa?

- En verdad, muchas gracias por invitarme a esto. –le digo besando su mejilla antes de subirme a mi asiento.

- De nada.

Me sonríe, cierra la puerta y rodea para subirse a su asiento, me voltea a ver y frunce el ceño. Yo dirijo mi vista a donde está la suya y veo que lo que observa es mi mochila, vuelvo mi atención a él.

- ¿Qué ocurre? –le pregunto frunciendo el ceño.

- ¿iremos a la escuela? –pregunta de regreso viéndome extrañado. Yo sonrió.

- Si no quieres no. –le sonrió coqueta y él me dedica un guiño.

- Diablos, serias perfecta si no te gustaran las mujeres.

Me rio fuerte por su comentario y él echa a andar su Jeep, serán tres días de viaje. Tres días con la persona que conoce mi secreto y me conoce. Sonrió y cierro los ojos dejando caer mi cabeza al respaldo.

No podía estar más feliz ni aunque me trajeran a la chica de ojos grises.


Esta princesa No busca príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora