La Eneamiga

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El plan de los padres de Deo, fue dejar la casa sola para él y para mi, nada más. Y así entre nosotros pasarían cosas emocionantes, lo cual obvio yo iba a hacer, ¿desperdiciar una oportunidad así? JAMÁS. Si, bueno, esa era yo toda decidida, porque al idiota de Deo se le ocurrió invitar a disque a sus mejores amigos, de los cuales (gracias a Dios) no incluye a Sucerda (Sulema).

Estamos fuera de la casa de sus amigos, los cuales se están tardando, aagh. Volteo a ver a Deo, tiene una sonrisa idiota en su cara, está medio sonrojado y no aparta la vista de esa casa, ¿qué está pensando?

Hago una pompa con el chicle de menta que llevo masticando un buen tiempo, al tronar, Deo pega un salto del susto y me voltea a ver, me cruzo de brazos.

- Ya, tranquila. No tardan ya en bajar.

- Nunca fuiste paciente conmigo cuando ibas por mi a mi casa. - le reclamó, es de amigos reclamar.

- Porque íbamos a la escuela o a un lugar donde nos ponían hora de llegada, ¿recuerdas?

No hago más que resoplar, en serio, ¿para qué me molesto? Vuelvo mi cara hacia en frente de nuevo y es cuando la puerta se abre. Esto no me agrada.

La chica de cabello tan negro que parece tornasol me deja en shock, es... ¿fea? No, fea, no. Es cómo... simpática. Posee buen cuerpo, para una chica de Copa B y caderas medianas, pero su cabello es... hermoso.

La chica saluda entusiasta y Deo la abraza... ¡¿CUÁNDO SE BAJO DEL JEEP?! La tipa envuelve a Deo de los hombros y este le da vueltas, sus risas me dan asco. Por la puerta sale un chico, casi tan alto cómo Deo, de cabello rubio y cuerpo atractivo, él no puede ser el hermano de ella ¿o si?

Los tres se saludan, comparten bromas (he de suponer, porque se están riendo) y entonces por fin se encaminan hacia acá. Deo todo caballeroso le abre la puerta y la cierra al momento de que ella ya está dentro, yo solo la taladro con la mirada.

Cuando ya están todos arriba, aún la sigo viendo, no me agrada.

— Clio. — volteo hacia de Deo. — Ellos son mis mejores amigos, Juliet y Adam, son primos.

— Hola. — Juliet, tiene nombre de prostituta... bueno, su nombre en español que yo sepa es Julieta, y Julieta es la puta de Marqués. — ¿Hola?

— Clio, te están hablando.

— Perdona. — volteo a verla, sinceramente creo que tengo cara de pocos amigos en este momento. — Mucho gusto, soy Clio, amiga de Deo.

— Lo sabemos, habla mucho de ti. — Adam, el tipo perfecto, se ríe. — Ahora será difícil no estar de acuerdo con él.

— ¿De qué hablas? — que Deo hablé de mi... okey, si, me llena de orgullo.

— Deo dice que eres muy buena en las matemáticas, aunque no lo parezca. — Juliet pasa los brazos para enfrente, envolviendo a Deo en un abrazo por los hombros, él solo se queda ahí, cómo idiota.

Suelto un bufido, me giro, ya no quiero ver eso. Por fin Deo pone en marcha el jeep, yo en cambio pongo música y toda canción que pongo la puta de Juliet se la sabe, ¡maldita! Hasta Deo canta junto con ella, Adam sólo se ríe y yo estoy que me muero de la bilis.

Estoy segura que ella es por la que Deo quiere dejar de ser virgen, porque ella jamás lo aceptaría limpio, ¡¿ES EN SERIO?! No creo que ella haya dado ya su primer beso, es que no me lo creo. La volteo a ver sobre el hombro, aún tiene a Deo abrazado y está cantando, riendo y... ¿le dio un beso? Le acaba de dar un beso en la mejilla.

Hoy alguien va a morir.

Al llegar a la casa de Deo, él no deja a Juliet sola, están tomados de la mano y cuchicheando, agh, los aborrezco. Adam está de un lado a otro, riendo junto con ellos, compartiendo bromas y ¿yo? Pues aquí viéndolos, imaginándolos sobre un fuego... No estoy de humor.

— Deo, vamos, debes decir algo que sea verdad, pero que no nos creamos. — Adam se devora otra galleta que la madre de Deo nos dejó a "Nosotros". — es nuestro juego.

— Lo sé, pero... — suelta un suspiro, lo odio, está sentado a lado de Juliet, y tiene una mano sobre la de ella. Me cagas, Deo, me cagas. — Está bien, lo haré. — ¿lo hará? — Ayer recibí mi primera mamada.

Adam, Juliet y Deo sueltan la carcajada, no me lo creo, lo dijo y se está riendo, ¿Por qué? Se están burlando de mí, se están riendo en mi cara. Cierro los puños con fuerza, viendo atenta la puta escena frente de mis ojos y quiero llorar, ¡Maldición!

— Eso fue bueno, sigo yo... Hace unas semanas vi un perro que hacía color amarillo. — ¿Es en serio? Volteo a ver a Adam.

— Eso es trampa, eso si puede pasar. — Espera, o sea que lo que dijo Deo ¿no se lo creyeron? Juliet se golpea el labio inferior con su dedo índice, tiene lindos labios, odio admitirlo. — Antier corte una rosa, pero esta al cortarla me hizo sangrar.

— Tal vez la tomaste de una espina — Deo le acomoda el cabello, jugando con aquellas hebras oscuras. —, puede que sea verdad, puede que no.

— No entiendo su juego,decirme las reglas. — Porque me estoy volviendo loca.

— Debes decir algo, lo que sea, pero debe ser difícil de adivinar si mentira o verdad, por ejemplo: Ayer me caí, pero aterrice en un colchón. — Juliet sonríe. — puede que sea verdad si estuvieses en tu cuarto, pero ¿en la calle? Eso seria mentira, a menos que alguien haya sacado su colchón viejo. ¿Entiendes?

— Un poco.

— Hmm, Deo dijo: Ayer recibí mi primera mamada. Puede ser mentira porque sé que estuvo en su casa, o puede que sea verdad porque estabas tu, pero yo sé que es verdad. — a su lado Deo se tensa, ¿le da vergüenza saber que ella sabe la verdad?

— ¿Por qué lo dices?

— Porque cuando nos hemos reído, Deo tardó en reaccionar y tú, no lo hiciste. — Adam toma de su refresco, sonriendo orgulloso mientras Juliet me juzga con sus ojos cafés. — Fin del juego, mamacita.

Ella no habla mucho español, evitemos eso. — Deo sale a mi defensa, pero se ve mal, creo que Juliet si es la chica con la que quería andar.

— ¿Qué tendría de malo que yo se la haya mamado? — pregunto alzando la barbilla, Deo me voltea a ver avergonzado, ¿por qué ellos si pueden hablar de eso y yo no, he, cabrón?

— Porque yo lo quiero. — lo primero que veo en los ojos de Juliet son lágrimas, está... llorando. — Que a mi me gusta mucho, Deo, y que quiero que sea mi novio. — se levanta del sillón, sus manos hechas puños a cada lado de su cuerpo, está temblando... ¿por qué me dan ganas de consolarla? — ¡Y AHORA NO PODRE PORQUE UNA CHICA GUAPA SE LA HA CHU...!

Sale corriendo, Adam se levanta de donde está y empuja lejos a Deo, quien ya casi logra alcanzarla, ¿la verdad?

Me siento bien porque se haya ido, pero... también me siento la gran mierda.

Esta princesa No busca príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora