Capitulo 1. "El chico guapo y peligroso."

148 6 0
                                    


"El chico guapo y peligroso."

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~


Mi corazón palpitaba con fuerza sobrehumana. Tenía miedo, mucho miedo de encontrarme con "él", la persona que se había propuesto atormentarme la vida desde el primer instante que cruzamos miradas.

 Algo dentro de mí me dijo que él me estaba buscando, las miradas que me dedicaban los demás (con compasión), me indicaba que el ya había llegado, "el monstruo pedía su presa".

Todo eso había iniciado el primer día de clases hace un mes, el profesor había iniciado una clase difícil, aunque para mí no lo era. Jeon Jungkook había contestado pero yo (me arrepentiré para siempre) lo corregí contestando bien al profesor. 

Desde esos malditos segundos Jungkook me la tenía jurada, desde ese momento cada vez que nos vemos me empuja, insulta y burla. Me obligaba a hacer alguna de sus tareas, botaba mis libros o mi mochila. Y yo no hacia absolutamente nada.

Comencé a caminar rápido, iba a girar en la esquina del pasillo para poder esconderme en el baño de mujeres cuando me choque. Al principio creí que era un muro por la fuerza de aquel objeto pero al abrir los ojos y sentir los vellos erizarse, sabía que era alguien. Un alguien que estaba deseando evitar. Levante la mirada para mirarle fijamente, sus ojos café obscuro centellaban extrañamente al tenerme al frente.

Jeon Jungkook me había encontrado.

Pase saliva con dificultad y retrocedí unos pasos instintivamente pero él me sujeto fuertemente del brazo evitando que me moviera un centímetro más. Los que estaban alrededor empezaron a irse, como siempre, nadie quería verse inmiscuido con Jungkook, aquel chico que parecía haber sido sacado de alguna película de psicópatas o asesinos en serie.

Sonrió de oreja a oreja, sus compinches lo imitaron.

-Váyanse.- ordeno Jungkook a sus seguidores con una voz fría a la vez que neutra.- ¡Que esperan! ¡Váyanse!


Sus seguidores no dudaron ni un segundo en retirarse rápidamente como los demás lo habían hecho. Mi corazón comenzó a latir más rápido y mi cuerpo empezó a temblar, el pasillo estaba totalmente desierto e incluso si gritaba, nadie podía escucharme para rescatarme a tiempo.


-¿Creías que lograrías escapar de mí?- me pregunto enarcando una de sus cejas.- Bueno, como sea... disfruto la persecución y caza.


Quise responder algo pero nada salió de mis labios. ¿Por qué me dejaba controlar por ese chico? ¿Por qué no podía defenderme? Yo era fuerte, tranquilamente podía patearlo o darle un puñete, acusarlo con un prefecto o algo pero no podía. Yo disfrutaba del dolor que él me causaba.

-Déjame tranquila.- le dije aunque mi voz salió débil.- Puedo gritar.

-Quieres, pero no podrás.


Intente soltarme pero él me estrello contra la pared fuertemente pero guardando cierta delicadeza de no golpearme mucho, con sus manos cogió mis brazos y los apoyo contra el frió muro. Solté un quejido, me moví pero era imposible soltarme. Nuestros rostros quedaron a centímetros de distancia y pudimos observarnos bien mutuamente, yo volví a examinar sus perfectas facciones, los ojos cafés que me atormentaban, los mechones que le caían por la frente, el tono blanquecino de su piel y los perfectos pómulos que poseía. Un chico guapo y peligroso.


-¿Qué es lo que quieres?- dije con dificultad.- Si es por la tarea de historia la tengo en la mochila.

-No solo vengo por eso.- respondió. Rozo sus labios con la piel de mis mejillas y fue bajando hacia mi cuello.- Cada día te estas volviendo más apetitosa.


Un escalofrió recorrió mi espina dorsal. Acerco sus labios a los míos, creí por un momento que me iba a besar aunque solamente me rozo lentamente para luego soltarme los brazos y arrancarme la mochila de mi espalda. La abrió de una forma poco cuidadosa botando al suelo alguna de mis cosas hasta que encontró el papel impreso de su tarea; tiro mi mochila al suelo.

-Nos vemos luego__- .- dijo con la misma voz fría de siempre.

Justo en ese momento el timbre toco indicando que los alumnos se dirigieran a sus salones.

***

En la hora del almuerzo decidí que era mejor quedarme en la biblioteca o en algún otro lugar en lugar de arriesgarme a encontrarme con Jungkook en la cafetería para que empezara a burlarse de mí al frente y con los demás. La biblioteca estaba cerrada por lo que me quede en una de las escaleras de los pasadizos menos transitados y solitarios, saque un libro nuevo que me habían comprado e inicie mi lectura al mismo tiempo que escuchaba música con mi móvil.


Solo sentir como unas manos quitaban bruscamente los audífonos de mis oídos para luego botar el libro que tenía entre las manos. Gire sobresaltada para toparme con dos ojos color café que me miraron con sumo desprecio. Con un fuerte agarre me levanto rápidamente de la escalera.


-¿Qué pasa?- solté alarmada.


Me miro, sus ojos demostraban un enojo fuerte y potente pero sus labios se curvaron en una sonrisa de comercial.


-El maldito trabajo.- hablo, su agarre más fuerte.- El maldito trabajo que me entregaste resulto siendo una porquería.


Tenía que admitir que le había dado un trabajo mal hecho a propósito, para cobrármela, aunque ahora me estaba arrepintiendo mucho.


-Yo... yo...


El enojo se borró de sus ojos para quedarse llenos de perversión.


-Hanna.- su voz salió ronca.- Me las pagaras.

-¿Me vas a... a... pegar?

-No.- respondió.- No te voy a pegar.


Pateo la mochila en el suelo quitándola de su camino, me volvió a poner contra la pared como lo había hecho en la mañana. ¿Qué iba a hacer? Lo averigüe cuando sus labios se presionaron contra lo míos, su beso y lengua bruscos, sin ternura ni delicadeza. Quise apartarlo pero no pude. Mis ojos se abrieron como platos cuando sentí una de sus manos por debajo de mi blusa.

-Sue-suel-tame.- me movía.

Jungkook se apartó de mí rápidamente, yo me quede apoyada contra la pared con la respiración entrecortada. Él ni siquiera tenía arrepentimiento en sus ojos cuando me miro, se limpió los labios con la manga de su jersey negro como sus ojos y se acomodó la ropa borrando evidencias de cualquier forcejeo.


-Escucha con atención.- su voz era seria pero su rostro demostraba cierta ironía o placer.- Cada vez que hagas algo como lo de historia me la pagaras de esa manera, ¿te quedo claro? Me pagaras con tus... "servicios".


Yo lo miraba, lagrimas amenazando con salir de mis ojos. Nunca había besado a nadie, y ese maldito me había arrebatado mi primer beso.

Se dio media vuelta y comenzó a caminar tranquilamente hacia el lado opuesto de donde estábamos.


-Te odio.- le dije, no importaba su reacción.


Paro en seco para girarse y mirarme fijamente a los ojos. Una sonrisa surco sus  labios.

-Lo se.- respondió.- Y me encanta.


Continuara....

Yo, drogada de amor - EL, borracho de odio (Adaptación) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora