IV. Secretos

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Aunque esperaba con ansias que se terminaran las dos horas de clase que quedaban para el receso, e ir a buscar al pelinegro, también quería poder disfrutar su materia favorita en el mundo, literatura. En serio, en el mundo. Desde siempre amó todo tipo de literatura, le encantaba la poesía, cualquier novela, tratase de lo que tratase, leer todo eso la llevaba a nuevos mundos, alimentaba su imaginación y además, siempre tenía palabras nuevas y temas de conversación. Literatura es perfección. Así que bueno, al menos en esas dos horas podría dejar respirar a su cerebro del adolescente.

Llegando al salón de la Profesora Brown, que dictaba literatura, se encontró con la chica que le había ayudado en la mañana. Ella la tomó cuidadosamente del brazo, llamando su atención y luego... bueno pasó, como siempre, algo confuso.

- Hey, no creí que en serio fueras a olvidarte de mí

- Disculpa? - movió su cabeza de un lado a otro para asegurarse de que sí estaba hablándole a ella -

- Sí, claro que es a tí, te extrañé mucho - Abrazó a Abby, dejándola aún más confundida que antes -

Claro que ella se soltó de su agarre, esta vez, confundiendo a su compañera.

- De verdad, tienes que estar equivocada, apenas te conocí ésta mañana y no tengo idea de por qué debería extrañarte o tú a mí o... mira, te agradezco lo que hiciste hoy, pero no creo que sea motivo de que me extrañes o algo parecido - era inevitable que cualquiera de los Müller hablara increíblemente rápido cuando estaba emocionado, así eran ellos, incluyendo a Abby en ese momento -

- Creo que es de las pocas cosas que odio de ti, Abby, ¿podrías hablar de forma entendible?

- Todos a clase, vamos, entren - interrumpió la Sra. Brown dando palmaditas para que entraran al aula -

- Ésto continuará rubia - era la decidida Abby exigiendo explicaciones -

- Soy pelirroja

- Como sea

La "pelirroja" sonrió con picardía. Oh no.

- Estoy en esta clase y me inscribí como tu compañera - hizo manos de jazz victoriosas -

- Sólo... No hables okay? - se puso una mano en la frente y se dispuso a entrar al salón -

Entraron inevitablemente juntas... y se sentaron en la segunda fila -

- Ser o no ser, esa es la cuestión - la maestra se movía expresivamente por el aula - continúa por favor Matthew

Estaba tan ocupada con la chica, que no se dió cuenta de la presencia del joven en su clase, el que ahora ocupaba la mayor parte de sus pensamientos.

- Matthew... - Dijo en un susurro apenas audible, pero lo suficientemente alto como para que su compañera pudiera escucharla -

- Con que te gusta Matt...

- ¿Qué?... No... claro que no ... Yo no... Yo sólo...

- Así que disfrutas mucho de hablar eh? Supongo que no tendrás problemas en continuar con el fragmento - Las miradas de todos se posaron en ella esperando que hiciera lo que la maestra le ordenaba... Menos la de Matthew -

- Amm

- Cuando del mundo no percibamos ni un rumor - le susurró la pelirroja -

Suerte que Hamlet fuera su obra favorita de Shakespeare, si, por encima de Romeo y Julieta.

-Cuando... Cuando del mundo no percibamos ni un rumor ¡Qué sueños vendrán en ese sueño de la muerte! Eso es, eso es lo que hace el infortunio planta de larga vida. ¿Quién querría sufrir del tiempo el implacable azot -

- Suficiente, y excelente - le interrumpió la maestra asintiendo con una ceja levantada - Estoy sorprendida, y no estoy siendo sarcástica, Müller

- Pues... Gracias... supongo...

- Te gustaría participar en nuestra obra de teatro?

- Ah... No lo sé... Yo...

- Sólo piénsalo, búscame cuando tomes tu decisión - Brown le guiñó un ojo - Continúe Austen

La clase continuó normalmente, y Abby esperaba que con la propuesta de la maestra sobre la obra, Matthew tal vez hubiera podido prestarle algo de atención... Pero no, él continuaba sumido en sus pensamientos y en lo que sea que escribiera en la libreta que no dejaba ver por nadie. Ojalá al menos hubiera desviado su vista un momento, así sería más fácil acercarse a él.

Apenas salieron de la clase, Abby recordó todo lo que pasó con esa niña loca que vino a decirle que la extrañaba y no sé que otras cosas. Raro, la palabra con la que podía resumir todo. Demonios. Necesitaba explicaciones. Ya.

Ésta vez, fue Abigail quien sorprendió a la chica, - debía preguntarle su nombre, no podía ir por la vida diciéndole pelirroja - agarrandole el brazo y llevándola hasta afuera, en el patio de baseball.

- Exijo respuestas. Ahora. - le tenía la muñeca tan apretada que vió una leve marca roja de su mano en ella

- Primero: Auch. Segundo: No tengo idea de que respuestas quieres. Y tercero, y más importante: Tienes boca, y yo oídos, así que ¡pudiste decirme antes de arrastrarme como si fuera una escoba!

- Mira quién habla de respeto, te das cuenta que acabas de gritarme, no?

- Tú me arrastraste aquí. Cariño, me tentaste.

- Bueno ya, supéralo - la pelirroja movió sus manos en signo de aprobación y puso los ojos en blanco -

- Exactamente qué respuestas quieres? Matemáticas, biología?

- Eres tan divertida - el tono sarcástico representativo de Abby - Acerca de... todo eso que me dijiste antes de literatura... Y tal vez también un poco de Mate...

- Lo sabía - esa sonrisa pícara estaba a punto de explotar su cerebro - Bien, preguntame y yo te respondo.

- Quieres tomar ésto como un juego?

- Sólo digo que voy a responderte

- Bien, ya entendí .Primero tu nombre

- Ok, soy Jane. Siguiente

- Bien Mmm... Ya se.. Por que extraña razón dijiste que "me extrañaste mucho"? -hizo comillas con las manos -

- Eso debieron habertelo dicho tus padres...

- ¿Que? ¿De que estas hablando? ¿Puedes por favor ser clara al menos un momento en tu vida?

- No sé si sea prudente contarte lo que tus padres no quisieron...

- Deja a un lado a mis padres y dime de una vez

- Tal vez sea mejor que ellos lo hagan

Tomó a la pelirroja de la camisa que usaba en ese momento y la confrontó:

- Mira rubia, o roja o lo que seas, vas decirme ahora mismo el supuesto secreto que mis padres me ocultan, y vas a darme todos los detalles, ¿entendiste?

- Lo siento, honey, no puedo deberías hablar con ellos

Abby estaba tan enfurecida que se puso tan roja como un tomate... probablemente más que eso. Pero, y quien no? Parecía que todo el mundo estaba ocultándole su pasado o algo así. Y eso también necesitaba averiguarlo.

Por qué en ese momento de su vida estaban pasando tantas cosas confusas? Cómo se supone que iba a definir su futuro, si ni siquiera estaba segura de cómo era su pasado?... Tal vez deprimirse y comer mucho helado de menta con chocolate podría ayudar un poco... y tal vez conocer con seguridad su pasado también iba a ayudarle a construir un buen futuro...

Según lo que dijo Jane, había algo que sus padres le ocultaban... Pero no significaba que todo en su pasado era falso... Cierto? Puede que haya ocurrido algo en el último año o algo así y sus amorosos padres estaban ocultándoselo para protegerla. Si, definitivamente era eso. Sus padres no serían capaces de herirla nunca, de ningún modo... o tal vez si...?

RememberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora