Capítulo 1

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Estas vacaciones pasaron mas rápido de lo normal, más rápido que cualquier otro año, diría yo.
Empecé mi mañana con la bendita alarma del celular. Como quisiera que esas cosas no existieran.
Mi madre tocó la puerta de mi habitación para asegurarse de que ya estuviese despierto. Pero le pedí descansar cinco minutos más, ella los negó.
Me levanté y fui a mi baño, sí, al qué está literalmente dentro de mí cuarto.
Puse mi celular dentro del lavabo para que la música tuviese un efecto de sonido más fuerte.
Coloqué la canción que más me identifico con Andrew. Sí, la de Clean Bandit, Symphony. Específicamente esa.

Y así empezó mi día.

Escuché esa canción, la canté, la gozé. Todo dentro de esa ducha, pienso que la hora de bañarnos es un momento increíble donde podemos desahogarnos de cualquier manera.

Sonó notificaciones de parte de Raissa, mi mejor amiga.

Raissa: Hey, idiota.
Adam: ¿Qué te pasa?
Raissa: Ya estamos en la primera hora y tú sigues oliéndote las axilas.
Adam: ¿Qué? No me huelo las axilas, tonta.
Me olí la axila izquierda mientras miraba extrañado de porque hice aquella acción.
–¡Este jovencito no se mueve, maldita seas!–gritó mi padre.
Salí del baño sin cerrar la regadera, solo salí de ahí con los pantalones a medias y mi playera en la mano.

Estando en el auto miré extrañado mi celular.
No me llegó ni una notificación, una llamada, nada de parte de Andrew extrañado.
Él no es así.

Al llegar al Instituto salí corriendo hacía mi salón, entré a medias, justo cuando faltaba mencionar mi nombre así que me detuve en la puerta a que me mencionaran.
Saludé al profesor con una sonrisa preocupada mientras levantaba mi mano derecha y con esta demostraba un saludo vergonzosa.

La Maldición De Adam GreyWhere stories live. Discover now