POV CAMILA
Me sentía como enterrada bajo toneladas de hielo pero sin dolor.
Estaba congelada.
No sé si la culpa la tuvo su atrevimiento o todo en conjunto fue lo que me convirtió en un polo de Camila.
Su tacto. Sus palabras. Su forma de mirarme, tan profunda. Su notable belleza.
Me sentía como un iceberg a punto de chocar con el frágil velero de la tentación.
Es una estúpida.
El iceberg se acaba de derretir de rabia. Estaba calada hasta los huesos por sus duras palabras y la rudeza con la que me trató en la habitación.
Sentía una especie de dolor causado por esos pequeños cristales de odio que me había clavado cuando me pilló en la cama con Shawn.
Ese estúpido.
Ahora entiendo que tal vez es algo que está intrínsecamente unido a sus genes.
Me ha dejado aquí completamente sola sin ni siquiera dignarse a hacer algo por cambiar esto. Se marchó sin importarle nada.
Miro mi móvil con la ridícula esperanza de encontrar un mensaje suyo, unas disculpas, algo. La barra de notificaciones está desierta y me doy cuenta de que en realidad es lo que quiero. No me apetece hablar con él. No quiero nada de él. Solo quiero no sentirme sola ahora mismo. Pero lo estoy.
Eso me arranca unas ganas recientemente conocidas de coger a Lauren por los pelos y gritarle por tenerme en esta situación.
¿Qué es lo que quiere? ¿Por qué ha querido que me quede aquí?
Mi ronda de reflexión en el cómodo sofá de cuero negro llega a su fin a causa de unos extraños ruidos que provienen de la habitación donde se pudrieron mis ganas de cogerme a Shawn.
Habíamos quedado apenas un par de veces y ésta era la primera en la que llegamos a algo más. Mejor decir que estábamos por llegar a algo más, antes de que el desastre sucediera.
- Oh Lauren si...
Esto no me puede estar pasando a mí.
Me encontraba en el corto y sencillo proceso de quedarme dormida en ese sofá mirando fijamente, aunque sin prestar atención, a un cuadro que había en la pared, encima de la televisión.
- Diooos, sigue así...
Genial. Mi noche no podía ser más increíble.
Desvié mi mirada del cuadro y la dirigí a la puerta cerrada de la habitación en la que al parecer estas dos idiotas se lo estaban pasando en grande.
- No pares cariño... lo haces tan bien...
Todas y cada una de las frases, gemidos, gruñidos y gritos provenían de la boca de la víbora.
Keana Marie Issartel.
Portada de todas las revistas de belleza. Era honesto reconocer que era preciosa y que yo en alguna ocasión había admirado sus fotografías, envidiando tener semejante cuerpo.
Mi pregunta era ¿qué debía de ocurrir en su cabeza para mezclarse con alguien como Jauregui?
Es más, me consta que se están mezclando de una forma que nunca habría podido imaginar.
Podía escucharla gritar tan fuerte que podría parecer que estaba gritando en mi oído. Pero no. Eso me trajo de vuelta al escabroso camino de hace unos minutos. Lauren muy cerca de mí, jugando en mi oreja. Su respiración intensa e irregular azotando mi cara me llenaba de orgullo sin saber muy bien por qué.
Sin embargo ahora no la escuchaba.
El único ruido que acompañaba a Keana eran los estruendos de la cama. Mejor no imaginar lo que estaba ocurriendo para ocasionar tal escándalo.Una punzada de celos que me negaba a reconocer estaba haciendo que me hirviera la sangre.
¿Celos de qué? ¿De que yo habría estado así con Shawn de no ser por ellas? ¿O celos de que yo tomaría el lugar de Keana ahora mismo si tuviera elección?
No, no. Definitivamente no. No podía sentir celos por alguien que apenas conocí hace una hora y que desde ese momento solo me había humillado y despreciado.
Aunque no es delito si admito que también sabe ser encantadora como el infierno.
En los últimos momentos que compartimos a solas, no sé si la razón era aumentar su ego o mostrar una actitud de disculpa, había llegado a parecerme amable.
Ya puestos a admitir, me sentía estúpida por estar ahora mismo deseando comprobar lo que es capaz de hacer. Los sonidos de placer de Keana solo hacían que mi curiosidad ardiera en unas llamas que creía apagadas para siempre.
Las llamas del deseo sin control, de lo prohibido, de lo que no atiende a lógica ni sensatez.
No podía sentirme así de atraída por una mujer tan... ella.
- ¡SIIII! JODER... MÁS, AAH.. MM.. LAUREN, LAUREN...
Eso debió ser el final.
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Hard to change (CAMREN)
Fiksi PenggemarLauren es una chica envuelta en el mundo de la noche, sexo, alcohol, drogas y difícilmente ha podido combinar eso con amor. ¿Será capaz de renunciar a su estilo de vida o seguirá rechazando al amor?