El que me encontré.

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Ayer conocí a alguien: 18 años, cabello negro, tes blanca, ojos obscuros y malas intenciones. Su rostro no me era familiar en lo absoluto, su nombre me pareció un tanto extraño y según mi percepción no estaba ebrio. El humo que se combinaba con la música me habían puesto en esa terraza, así que me dispuse a hablarle a media noche.

Se acercó a mi como si yo fuera a caer a sus pies en un segundo y me abrazó como si me conociera de toda la vida, un beso en la mejilla y una presentación después y ya tenía mi mano junto a la de él, se sentía como algo conocido, como si ya hubiera hecho eso antes, no encajaban perfectamente pero aún así me parecía familiar ese rocé entre mi piel y la de un completo extraño. Desde el principio él fue extremadamente directo y después de una charla de 5 minutos me besó el cuello, el tacto de sus labios no era algo que me esperara y eso me hizo reaccionar un tanto brusca con él, pues ya no recordaba cómo era el tener a alguien tan cerca, le aclaré que yo no quería nada y él dijo que lo respetaba, así que supuse que ya no intentaría nada y seguimos hablando. Me habló de sus tres novias, las cuales no le llenaban y eran totalmente superficiales, me dijo que sólo ha querido a una chica pero estúpidamente le puso el cuerno y eso fue lo peor que ha hecho, yo sólo le conté que tenía el corazón roto y no le dije nada de nuestra bella/rara/trágica historia, él dijo que:
1. Eras un idiota
2. Yo era la idiota
3. Había algo escondido
Así que dime, ¿cuál es la respuesta? Ni yo la sé. Me dijo que debía luchar por ti si es qué te seguía queriendo y entré en un gran dilema pues respeto totalmente que no quieras estar conmigo, pero aún así te sigo queriendo.

Dejamos ese tema de lado y hablamos de lo que nos gustaba, le dije que escribía y dibujaba y él me dijo que no le gustaba nada más que los negocios, era un tipo nada interesante y aún a pesar de eso no me disgustaba en lo absoluto hablar con él, me hizo reír un poco y yo hice lo mismo, pero con el tiempo notó que era tímida y me dijo que le frustraba que fuera así de tímida siendo tan linda y que le intrigaba lo que escondía tras la fachada que mostraba. Durante la noche me llamó hermosa, inteligente, rara af, confiada, huevuda, interesante, tímida y simpática, también me dijo que se veía que daba muy bien y que besaba muy bien, aunque también mencionó que odiaba el hecho de que fuera tan cerrada. Dijo que no parecía alguien común, que no era sencillo tratar conmigo, pero que era alguien interesante y que le gustaría conocerme. Así que el niño me dijo de todo.

Dejamos un momento la terraza en la que nos encontrábamos y al entrar al lugar tomó mi mano para no perderme, hubo un momento en el que me puso contra una pared y dijo que así nadie molestaba, pues todos me empujaban, aunque sé que lo usó como excusa para estar más cerca de mi, así que lo alejé rápidamente. Mientras buscaba a una amiga aprovechó e intentó robarme un beso, el cual no obtuvo y mientras yo seguía buscando se puso a bailar y tomó mi cintura, ha sido uno de mis momentos más incómodos por mucho, me alejé y volví a salir y él me siguió como buen niño que quería conseguir lo que quería. Hablamos más, intentó robarme más besos hasta que de verdad dijo que ya no lo haría y respiré. Mencionó que le gustaba y que no quería sólo algo tonto, que me quería conocer y que ya lo había demostrado, pues había estado pegado a mi una hora y media y sinceramente le dije que para salir conmigo era un tanto más complicado que decirme hermosa e intentar robarme besos. Hablamos un poco más hasta que llegó la hora de irme y me pidió mi número, después de como 100 intentos se lo di pues la verdad dudo mucho que me vuelva a buscar, una despedida y un tiempo de recalcarle que sólo quería ser su amiga después y se despidió diciendo que me volvería a buscar, lo cual dudo mucho.

Moraleja de la noche:

El estar esa noche ahí me recordaba siempre a ti, toda la noche pensé en ti. Que si extrañaba tus manos, que tus abrazos eran lindos, que estaríamos bailando y gritando aquella canción de fondo, que tu eras más alto, que a ti si te hubiera besado, que extraño ese sentimiento de protección tuyo, que extraño caminar de tu mano, que amo tu mirada, que tu me dirías otras cosas, que tu reaccionarias de otra manera, que tu bailarias, que tu te preocuparías por mi, que tu  escucharías sin esperar que te besara, que te extraño con toda mi alma, que no sé ni por qué terminamos, que no sé qué es lo que hago con mi vida, que me perdí por momentos en los que sólo pensaba en ti y todo lo demás se paraba para mi. Simplemente que el extrañarte es como el aire, ligero pero siempre presente y que olvidarte es como olvidar que existe la luna, podrás durar horas sin pensarla pero al final del día siempre llega.

Así que no quería estar con él porque no era tu mano, no eran tus labios, no eran tus abrazos, no era tu mirada. Y no me siento lista para salir con alguien aún, mucho menos alguien que me dice que se ve que doy bien a los 5 minutos de conocerme. Y aunque todos digan que debo salir con alguien, y aunque empiecen rumores y me manden niños para poder salir con alguien, no es el momento adecuado para mi. Porque no es algo que quiera hacer, simplemente no me siento lista, no aún.

Cada quien sana a su tiempo...

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