Una historia donde veremos que el tiempo realmente puede ser tu más grande enemigo si no lo supiste aprovechar en su momento, y Phineas es principal testigo de eso.
¿Phineas tendrá lo necesario para resolver este reto? Lo averiguaremos en el camino.
El reloj indica las 8:00 de la noche, a travesar media Danville sin haber llevado bicicleta o dinero para el autobús le resulto verdaderamente difícil a Phineas, en especial cuando su ánimo estaba algo bajo, lo bueno es que acortar camino girando a la izquierda por Albuquerque fue una buena idea para ir más rápido, ya que así al poco tiempo ya estaba por el vecindario, y nuevamente ahí estaba, acercándose a la casa de Isabella, no había más camino, no había más ideas, todo se centraba y se resumía en tocar la puerta nuevamente, ¿sencillo verdad?, lo malo es que Phineas ya no ha confía en lo sencillo desde hace varios intentos fallidos, pero trata de ser positivo, de que esta vez tendrá una buena oportunidad, tomando un poco de aire se adelanta y se dispone a tocar la puerta.
- Vivian: Hola Phineas cariño, te vez algo cansado, ¿todo bien?
- Phineas: Hola Señora Garcia Shapiro jeje, que le puedo decir, este día ha sido algo complicado, eh estado por muchas partes, pero de favor dígame, ¿ya llego Isabella a casa?
- Vivian: Si Phineas, ya está en casa.
Phineas hace una mueca de felicidad al escuchar esas palabras, aunque sentía irónico que un día tan enredado terminara justamente donde comenzó.
- Phineas: ¿Puede decirle que estoy aquí?, quiero hablar con ella Señora García Shapiro.
- Vivian: Oh... lo siento cariño, cuando llego Isabella lo primero que me dijo que se iba a ir a dormir, que realmente había pasado un día muy complicado, y que tenía que hacer más para el día siguiente, cerro su puerta y ni si quiera quiso cenar, realmente la vi cansada, te recomiendo mejor que la busques mañana Phineas.
Como cristal quebrado la mueca de Phineas desapareció y el estómago lo sintió muy pequeño, es como si se sintiera enfermo, como si alguien le jalara de los cabellos o le arrojaran una cubeta de agua helada encima, pero aun así Phineas manteniendo lo mejor posible la poca sonrisa que le quedaba se dispone a contestar.
- Phineas: Es es esta bien, Señora Garcia Shapiro, no se preocupe, mejor vengo mañana.
- Vivian: Esta bien Phineas, cuídate mucho, me saludas a tu Madre.
Phineas se preguntaba en ese instante si así es como se experimentaba la derrota, todo plan, cada idea, cada pista que ideo fracaso, y en un solo día, realmente se sentía mal, ya que todas las dudas que tiene no podrán resolverse con la creciente urgencia que ya posee Phineas en aclarar todo, pero al parecer este misterio aun sobrevivirá por un día más, donde el propio día también tuvo su dosis de misterio, en especial por la dichosa junta que nunca se llevó acabo, pero al parecer Phineas no tuvo más que resignarse a esperar a que sea mañana, pensaba que no era momento de volverse dramático, tuvo un mal día, lo sabía, pero por suerte mañana habrá otro, otra nueva oportunidad, otro momento para hablar ... lo único malo es que Phineas no sabía que este día que ha sido fuera de lo común aun le guardaba sorpresas.
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