Una historia donde veremos que el tiempo realmente puede ser tu más grande enemigo si no lo supiste aprovechar en su momento, y Phineas es principal testigo de eso.
¿Phineas tendrá lo necesario para resolver este reto? Lo averiguaremos en el camino.
Phineas estaba tirado en el pasto golpeándolo, no podía creer lo que había pasado, lo recordara como el peor día de su vida.
Phineas: ¡De que me sirve ser inteligente! ... ¡De que me sirve ser un inventor ahora!... si me falto lo más importante, ¡tener visión y perspicacia!... y sobre todo empatía y amor.
Phineas: ¡NO!... ¡este no es final!, ¡esto no debe terminar así!, ¡no lo permitiré!, ¡aunque tenga que pedir perdón de rodillas lo hare!
En ese momento el reloj marca las 12 de la noche, una neblina muy espesa aparece de pronto, los arboles comienza a caer.
Phineas: Pero ¿Qué está sucediendo?
Hay rayos en el cielo, se crea un vórtice en el cielo y comienza a absorberlo todo, los árboles, las casas, todo a su paso, después se ve como Candace y Ferb son consumidos por él, también Buford y Baljeet.
Phineas: ¡¿Pero qué está pasando?!... ¡Candace!, ¡Ferb!... ¡Noooo!
Phineas se agarra de un árbol para no ser absorbido, se aferra con todas sus fuerzas, pero en ese momento ve a Isabella también siendo absorbida, y Phineas no lo duda ni un minuto, se suelta para alcanzarla y se toman de las manos.
Phineas: No sé qué está sucediendo Isabella, pero si este es el fin, quiero decirte que nunca me apartare de ti, te lo juro.
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En ese momento Phineas e Isabella son absorbidos por el vórtice.
