— Entonces..., ¿vosotros sois los vengadores?
— Más o menos. — respodió Steve Rogers por Tony. — Faltan unos cuantos.
No negaré que me decepcionó un poco la situación. Bueno, tal vez me equivocaba pero que solo fueran tres contra todos los soldados que decían que Hydra poseía...
— Eso no es lo importante ahora.— se interpuso Tony.— Debemos recuperar tu memoria, ¿recuerdas?
Asentí. — Una cosa.— Tony y Steve me prestaron atención. — ¿Cómo se que ahora nadie vendrá a por mi? Es decir, ¿a caso no le robasteis la muestra de mi ADN que les permitiría hacer esos experimentos? ¿Cómo es que sabemos que no querrán volver a cogerla?
Se miraron entre si.
— La Torre ahora mismo está lo suficientemente protegida como para que nadie externo a nosotros pueda entrar.— dijo Tony— Pero en algún momento tendremos que salir al exterior.
— ¿No pararán hasta que no lo consigan?— pregunté. Él negó.— ¿No hay otra alternativa? ¿Algún pacto? Un acuerdo, lo que sea. Para que nadie salga herido. Otra vez...
— La cárcel.— propuso Steve— Pero no una cualquiera, sino podrían ponerse en contacto desde fuera.
— La balsa.— recordó Tony.
— Perfecto. Enviémoslos allí.
— Lena. Sería tu padre al que deberían encerrar, y es una cárcel aislada en medio del mar.— me dijo Stark.
— ¿Y? Si todo lo que me habéis estado contando es cierto. Lo de que raptaron a mi mejor amigo y lo usaron de rehén, además de lo que me hizo, no tengo ningún reparo en querer enviarlo allí.
— Bueno, eso dices ahora. Pero cuando Banner consiga la formula para devolverte tu memoria quizá dejes de opinar igual.
— ¿Y todos esos niños inocentes los cuales pensaba utilizar para experimentar? Podemos detenerlo. — yo seguía convencida.
— Lo sabemos, Lena.— atajó Rogers. — Ahora lo ves claro porque no recuerdas nada, pero cuando recuperes tu memoria y veas que en algún momento de tu vida fue tu padre y le quisiste sin prejuicios de ninguna organización ni experimentos de por medio, la cosa cambiará.
No lo comprendía. Debía ir a la cárcel, pagar por lo que había hecho, y sobre todo por lo que planeaba hacer.
— Desgraciadamente los sentimientos nos nublan los objetivos.
— No en este caso. Esta vez será diferente. De verdad.— insistí.
— ¿Y tu madre? ¿Soportarás la idea de encarcelar a la misma mujer que te dió la vida? Siempre te quedará clavada esa espina, Lena. Te lo digo porque lo sé.
— Mucho peor sería saber que pudiste haber evitado el sufrimiento de personas inocentes y decidiste quedarte de brazos cruzados por idolatrar a gente que creías diferente.
— Suficiente. — cortó Tony. — Vayamos a ver a Banner.
Los tres procedimos a dirigirnos al ascensor, se suponía que Bruce Banner, por lo visto otro de los Vengadores originales, además de doctor y científico. Por ello lo de que podría ayudarme.
Todo pasaba demasiado rápido como para que me diera tiempo a asimilar que unos padres malvados le habían robado la memoria a su hija con poderes mentales. Que casualmente era yo. Intenté no pensar demasiado en el hecho de que todo esto parecía irreal, porque realmente quería creer que en algún momento todo esto fuera normal. Lo necesitaba.
Miré a mi derecha y vi que sobraba espacio suficiente como para otra persona en ese ascensor. Me acordé de Peter Parker, el cual a parte de que había tenido que irse al instituto para no levantar sospechas sobre su identidad, era al único que había podido reconocer.
Recordé nuestro "primer" encuentro. ¿Tan loca era la idea de confiar en todas estas personas y creerme toda esta historia solo por sentirme de aquella forma simplemente con su mera presencia? Pero cierto era que había sido lo más cerca que había estado de sentirme en casa otra vez. Borré aquel pensamiento de mi cabeza, tratando de mentalizarme del segundo. Total, tampoco es que tuviera muchas más opciones en las que tener fe.
Finalmente llegamos antes de que pudiera hundirme en mi misma frustración.
— Lena. Creo que nunca antes habías conocido al doctor Banner. — me animó Tony.
— Antes, ¿de antes?
— Así es. — Bruce Banner esbozó una pequeña sonrisa. — Bueno. — se centró. — Tengo buenas noticias. He estado estudiando tu caso y creo que podemos solucionarlo.
— Perfecto. Pues cuanto antes empecemos mejor. — la curiosidad de que había sido de mi durante dieciséis años se apoderó de mi persona.
— Ya... En cuanto a eso... Verás. El suero que Hydra diseñó tan sólo encapsuló tu hipocampo, no llegó a dañarlo.
Le miré sin comprender. Si no me acordaba ni de dónde vivía, no se porque se esperaba que recordase que era el hipocampo.
— Digamos que tus recuerdos tan sólo han cogido polvo. No se han erradicado, ni destruido. Siguen ahí. Tan sólo hay que limpiarlos.
— ¿Me tenéis que operar? Suena peligroso.
— Para nada, Lena. Tan sólo necesitamos estímulos que te hagan recordar tu vida pasada. Como Parker.
— ¿Una persona?
— No necesariamente. Puede ser un peluche, una carta, una canción, lo que sea. Pero algo que fuera importante.
— Pero... — lo pensé detenidamente. — Si Peter era alguien importante y ni siquiera recuerdo como le conocí, ¿como se supone que un peluche roñoso va a hacer que me acuerde de toda una vida?— me estresé demasiado deprisa.
— No he dicho que sea eficaz al cien por cien.
— Has dicho que podrías solucionarlo...
— Lena, Bruce sabe que es lo mejor. — dijo Steve
— Quiero despertarme ya. — dije por lo bajo.
— Ten paciencia, esto podría tomar tiempo. — Bruce se sinceró.
— ¿Tiempo? — me apetecía irme corriendo y llorar.
¿Pero a dónde iba?
Me dejé caer en la primera silla que vi en aquel laboratorio. Quería que Peter Parker estuviera allí y me dijera que todo iba a salir bien. Él era en lo único que quería creer.
Suspiré y alcé la vista hacia Tony Stark. ¿Y si aquella era la única alternativa? ¿La única forma de regresar a mí? ¿De volver a ser yo?.
—Bien, ¿y dónde podemos encontrar esos recuerdos?
—Lena.— me dijo Steve. —Tony y yo creemos que hay alguien que podría ayudarte en eso.
— ¿Peter? — tampoco es que supiera de nadie más.
— Se llama Thomas.
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𝑵𝑬𝑽𝑬𝑹 • 𝙋𝙚𝙩𝙚𝙧 𝙋𝙖𝙧𝙠𝙚𝙧
Fanfiction𝐍𝐄𝐕𝐄𝐑 | Marvel Cinematic Universe Diecisiete años, poderes mentales, superhéroes, intereses amorosos y una secta alemana están por llegar en la vida de Lena Graves. Tal vez pudiera parecer algo bastante común entre los barrios de Nueva York, pe...