Capitulo 8

699 49 5
                                    


Los días pasaban volando, y yo seguía en esa casa. Y él, resguardando el lugar. Cada vez comía más y más, y eso comenzaba a asustarme. Jorge decía que era normal, pero aún tenía dudas. No me había explicado bien las cosas.

Aún quedaban pertenencias mías en mi otro "apartamento" anterior y Jorge, cada vez que Clara salía de allí, se metía a escondidas para poder tomarlas, para que esta no sospechará que Jorge me tenía en su cuidado. Según el, Clara se estaba volviendo loca. Fue a la comisaría y me reporto desaparecida. Desde aquella vez en que salimos del hospital. Me dijo también que había miles de folletos en los postes con mi rostro. Estaba completamente perpleja. Creo que le importaba mucho a esa chica, mi mejor amiga.

Una vez, antes de que Clara saliera del apartamento, su ángel protector se topó con Jorge. Un tal Diego. Me platicaba que él era su mejor amigo desde hace años. Desde antes de que yo naciera, muchos años antes. Al parecer, el también estaba enamorado de Clara, lamentablemente esta chica tenía novio. Pero era demasiado reservado y tímido como para dejarse llevar antes sus emociones, todo lo contrario a Jorge.

Desde mi día de desaparición en el hospital, cada noche que pasaba Clara se veía ante la desesperacion de no saber en dónde estoy, Diego lograba que se tranquilizara y pudiera conciliar el sueño. Pobre Clara. Había dejado de ver a su novio por mi culpa.

Estaba anocheciendo y cada vez era más tarde. Subí a mi habitación y tome una deliciosa ducha. Jorge había salido por última vez hacia el apartamento, ya había traído mis pertenencias, solo faltaban pocas cosas. Aproveche algunos minutos para leer un libro de tantos que había traído Jorge hace días. Decía que me encantaba leer. A orillas del río Piedra me senté y llore. Obra de Paulo Coelho. La verdad que me gusto mucho el prefacio de la pequeña obra. Era varias recopilaciones de este autor y comencé a leer esta obra.

- ¿Cómo es posible que Pilar no se lo haya confesado? - decía al seguir leyendo. Leí demasiado que no podía dejar de hacerlo, pero tenía que posponerlo para después. Los párpados me pesaban, y añoraban cerrarse. Bostece y mire el reloj que estaba en el pequeño mueble del lado derecho de la cama. 10:32 pm, habían pasado solo 30 minutos y ya tenía sueño. Me introducir dentro de las sábanas frías, deseando el dulce calor dique se colaba en mi piel discretamente y el olor indescriptible de Jephe. Vaya, lo necesitaba.

Volví a despertar del mismo sueño que había tenido ya hace tiempo atrás, esa pequeña discusión entre dos hombres y que uno de ellos la abandonaba repentinamente. Sentía unos brazos rodear mi cintura. Jorge estaba aquí. Me volví para sí y él me miraba tiernamente, a pesar de que la oscuridad invadía la habitación, una pequeña lucecita que procedía de la enorme luna llena, se colaba en la habitación, iluminando algunos rasgos de su rostro. En verdad era un ángel. Ninguno de los dos articulo ninguna palabra., solo nuestras respiraciones retumbaban en mi cabeza, esperando el tan deseoso beso que no me había dado en todo el día.

Él sonrió al escuchar mis pensamientos -Lo siento - susurro quedamente. Se acercó lentamente a mi rostro y conforme más tardaba en hacerlo, más me desesperaba. "No pienses nada, no pienses nada", me decía a mí misma, no quería que él se enterara de lo que se me había venido a la cabeza en ese momento.

Nuestros labios se fundieron en un dulce beso, haciendo que mi corazón pegara un salto desbocado dentro de mi pecho. Rodee su cuello en mis brazos, recordando rápidamente lo que había pasado antes, mi torpeza había hecho lastimarme, pero ahora, me sentía genial. Acaricie lentamente su cabello, enrulado como siempre y enrede mis dedos en el.

El beso que antes era dulce y tierno, se había tornado de una manera rápida, en desesperado. Sabía que este día sería, lo sabía. Nos separamos un poco, por falta de aire, para luego volver a besarnos, no me importaba el aire, solo quería seguir besándolo para siempre y a decir verdad, no podía vivir sin sus besos, no podía. Él fue ganando terreno de poco a poco y se montó encima de mi.

No sabía si era correcto pero, deje llevarme por mis impulsos y rodee sus tan fornidas caderas con mis piernas. El emitió un pequeño sonido entre besos y se separó unos cuantos centímetros de mi boca - No deberíamos de hacer esto Tini - susurró. A mí no me importaba que era correcto o no en ese momento. Solo tenía mentalidad en una cosa, y Jorge sabía que no me podría quitármelo tan  fácilmente.

Lo bese nuevamente sin importarme lo que había musitado. Era mi oportunidad, y sabía que también lo era para él. Aunque una y mil veces lo negara, sabía que no podía resistirse. Agradecida estaba porque ese día hiciera un calor de infierno y que yo me haya puesto solo un camisón y un pequeño bóxer. Sería más fácil desnudarme ante sus ojos.




Hola!

Las quiero invitar a que se pasen por mi nueva historia "FAKE LOVE" es Jortini. La encontraran en mi perfil.

Voten y comenten.

Atte: JustImagine07

Embarazada De Un Angel - JortiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora