- Tini, por favor, no me hagas esto - saque por completo su camiseta. Imploraba que no lo hiciera, pero no pensaba en otra cosa. A veces me sentía tan mal, cuando él sabía que esto no era lo correcto, yo también lo sabía. No quería que el se arrepintiera de nada, pero yo solo por capricho y curiosidad, no podía evitarlo. Era de esperarse que si los dos caíamos en las redes de la pasión, al siguiente día me sentiría como una niña caprichosa a la cual le habían entregado lo que quería sin más. Me daría topes en la cabeza contra la pared. No quería razonar nada, quería dejarme llevar por mis deseos, por mis pensamientos que me comían viva, sobre todo ese sentimiento tan deseado mío.Entre tantos besos y caricias... Lo deje en ese bóxer, solo note que era negro y también contenía dentro, una gran erección. Lo aleje un poco y apresuradamente tome los bordes inferiores del camisón que traía puesto. Los tomé fuerte y los jale hacia arriba, quitándomelo completamente. Lo aventé a algún lugar de la habitación y mire como Jorge cerraba los ojos y soltó un leve gemido entre dientes - ¿Qué pasa? - pregunté muy bajo.
- Te lo repito Tini, no me hagas esto - ¡Basta de súplicas! Refunfuñe en mi mente. No tenía por que hablar, sabía que él me escucharía. Alcé mis manos y lo tome de la nuca, haciendo que se volviese de nuevo hacia mi y me besara.
Mis pechos estaban fuera y mientras me pagaba más a Jorge, este gemía mientras sentía el roce. De pronto, maldijo en voz baja y me apretó más a él. Me besó salvajemente, como nunca antes lo había hecho. Aproveche el momento y meto mis dos dedos pulgares del pie, dentro de su bóxer, así lo baje rápidamente hasta sus rodillas, se despegó de mi bruscamente y acabó por sacárselo el mismo, acto seguido por quitarme el mío de pilón.
Estábamos completamente desnudos los dos. Pose mis manos a los costados y el. Se volvió para besarme salvajemente de nuevo. No pensaba que al estar en este plano, sentiría un poco de miedo y ansiedad a la vez. Creo que no era como lo había pensado. Sentía como mi piel se erizaba, de pies a cabeza. Tocaba mis piernas una y otra vez, lentamente. Y no me di cuenta hasta que, no sé realmente si lo hizo por accidente o por ser intencional, toco mi feminidad lentamente. Hizo retorcerme un poco hacia atrás. Con tan solo eso, sentí como me calentaba rápidamente. Él sonrió.
Cerré mis ojos fuertemente al sentir unos de sus dedos integrarse en mi lentamente. Apreté mis labios, pero era inevitable. Solté un pequeño gemido. Me siguió besando y yo sentía que ya no podía más, me despegue de él un poco pero introdujo un dedo más y el gemido fue un poco más fuerte que el anterior - ¡Maldición! - apreté los ojos y el saco rápidamente los dedos de mi.
- ¿Estás bien? - los abrí inmediatamente y me di cuenta de que me miraba angustiado.
- Nadie dijo que dejaras de hacer lo tuyo.
Sin más que decir, negó con la cabeza y con un rápido movimiento volvió, ¡Hay dios! Cada vez sentía más mojada mi feminidad, sentía que estallaría por completo si no me penetraba en es mismo instante - Así estas perfecta - sacó rápidamente los dedos y se posó entre mis piernas. Había llegado el momento tan esperado por mi. Sentí su miembro rozar mi feminidad, con solo sentir un pequeño roce me volvía loca.
Se acercó a mí y me susurró al oído - No tengas miedo Tini, quiero que te relajes completamente, que grites lo que quieras, patalees o me arañes, no importa. Y, perdóname pero, no me detendré - depósito un beso tierno en mi boca y apenas volví a enrollar mis en su cadera, cuando sentí un dolor enorme. Con todas las fuerzas que había en mi, salió un gran grito de mis labios. Espero unos cuantos segundos y comenzó a ir lento. Novia sus caderas. Cada vez las embestidas eran mayores, más fuertes que las anteriores. Haciendo que gritara aún más que la anterior.
Me aferré más a él. Mis manos llegaron hasta su espalda y no lo pensé dos veces. Lo apreté con todas las fuerzas de mi alma. Arañaba su espalda y a veces mordía levemente sus hombros. Mi cuerpo temblaba descontroladamente. Y los dos gemíamos sin control. Estaba feliz, completamente feliz. Él tenía tanta razón, es maravilloso, lo mejor que hay en esta tierra. Seguíamos haciéndolo, pero ya no era tanto la lujuria y la pasión como al principio, ahora era tan cariñoso, tan lleno de amor y de casualidad mi mirada se encontró con la suya.
Sonreí y después de mirar su rostro hermoso, todo se nubló y comenzó a darme vueltas. Mi vista visualizaba solo oscuridad. Mi cuerpo dejo de reaccionar y ya no sentía nada. Escuchaba una tenue voz que me llamaba desesperadamente y no definí el tiempo, solo parpadee y volví a verlo. Una lagrima corrió por mi mejilla, hasta desaparecer detrás de mí oreja. No me había sentido tan más feliz en mi vida - ¿Tini? ¿Estas bien? ¿Tini? - lo principal que hice fue abrazarlo fuertemente. Él respondió de la misma manera y escuche un leve sollozo - No vuelvas a asustarme así preciosa - No, claro que no. Pensé.
Desperté abriendo poco a poco los ojos. La luz del solo entraba en la habitación dándome la bienvenida a un nuevo día. Mi espalda dolía horrorosamente, al parecer había dormido demasiado. Mire el reloj, 2:47 pm, por dios, era tardísimo. Me pare bruscamente de la cama, pero recordé lo que había sucedido anoche, no traía ropa. Para mí sorpresa, si la traía. Todo estaba como antes, como si no hubiera pasado absolutamente nada. No había sido un sueño, no podía haberlo sido.
Me dirigí hacia el baño . Mira a la chica que me miraba sorprendida en el espejo. Estaba hecha un desastre. Tome una peuqeña liga azul que estaba encima del lavabo. Recogí mi cabello rápidamente en una coleta, tome mi cepillo de dientes, unte pasta en el y comencé a cepillar mis dientes. Arriba y abajo, arriba y abajo, arriba y abaj. Tal y como me explicó Jorge. Incline mi cuerpo hacia adelante para mojar mi cara un poco, tome una toalla pequeña y me seque por completo el rostro. Mire de nuevo hacia el espejo y me encontré con Jorge mirándome, recargado en el marco de la pared. Sonreí y me volví hacia el.
- ¿Qué miras? - pregunté con tono divertido.
- Siempre me encanto tu imagen mañanera - soltó una risita y negó con la cabeza - ¿Estás bien? - su mirada reflejaba signos de culpabilidad. ¡Demonios! Era lo que no quería que pasara.
- Lo estoy - conteste rápidamente. No quería que se arrepintiera, era lo mejor que me había pasado en toda mi vida, y él pensaba que lo había arruinado todo. Tal vez , solo preguntaba por lo del embarazo, solo tal vez...
- Ven aquí - movió su cabeza a un lado, invitándome a ir junto a él. Un mar de lagrimas desbordaron de mis ojos. Lo abrace fuertemente y él lo hizo también. Poso su cabeza encima de la mía. Mientras acariciaba mi gran coleta castaña. Solo caían y caían lágrimas de mis ojos. Solo tal vez...
- No, deja de pensar en esas cosas Tini - me regaño - Sabes que eso no es cierto, me encanto, al igual o más que a ti. Ni siquiera te imaginas lo que pasó por mi mente cuando... - se detuvo unos cuantos segundos. Sabía a lo que se refería - Ni te lo imaginas. No sabes cuánto es el amor que te tengo Tini. Te amo.
Hola!
Así estaré actualizando, es decir cada fin de semana.
Recuerden pasarse por mi nueva historia "FAKE LOVE " la encuentran en mi perfil.
Voten y comenten.
Atte: JustImagine07
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Embarazada De Un Angel - Jortini
RomanceNO ES MIA, ES ADAPTADA CRÉDITOS A SU RESPECTIVA AUTORA. Portada hecha por: @MySaRCaSm