Capitulo 13

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Los moretones fueron desapareciendo, se transformaban y tomaban varias tonalidades, de morado a rojo, de rojo a verde, de verde a amarillo. Después de unas horas de estar sola en casa, llegó Jorge, platicamos sobre lo sucedido aquel día y me comentó que cuando salió sin avisarme fue a comprar el anillo y unas cuantas cosas para el día de mi
cumpleaños.

A pesar de mis tonterías, agradecí que Jorge siguiera conmigo. El día de mi cumpleaños fue un desastre, bueno, solo en parte. Aún no lo podía creer, era como si hubiese sido un sueño y nada más. Por el día estaba en peligro de morir, en el atardecer Jorge me sorprendió con un gran pastel hecho por él mismo y por la noche... los sentimientos se encontraban a flor de piel y no esperamos más.

Una que otra vez iba al doctor, era raro que lo hiciera, pero tenía que hacerlo, saber el estado de mi bebé y uno que otro eco de por medio. Cada día que pasaba tomaba medida de mi abdomen. Me encantaba la idea de tener una criaturita en mí, y aún más saber que es de Jorge. Es una sensación hermosa. Me decía que no era necesario hacerlo, que ya con el tiempo vería la forma que va tomando mi pancita.

Y sobre lo del añillo, se puso muy misterioso, le comenté que había leído varias novelas que se encontraban amontonadas junto con mis libros. Se trataban de amor, romance, deseo, pasión. En fin, me dijo que no me diría nada, que yo sola me daría cuenta, ¿Cuenta de qué?, no lo sé. Detesto que no me digan las cosas, y él lo sabe muy bien. Me dijera o no, llevaría ese hermoso anillo hasta la eternidad.

Decidí callar la parte de su relación familiar con Chris. No quería tener más problemas de los que ya había. Tal vez con lo que había pasado, tendríamos que mudarnos, la verdad no quería dejar éste lugar, es hermoso y me siento cómoda. Dijo que mientras todo estuviera bien y si no volvía a pasar, podríamos quedarnos. Desde ahora en adelante me portaría bien... bueno, sólo en algunos aspectos.

-Jorge - miraba hacia el balcón de la habitación, miraba las estrellas que brillaban hermosamente en el cielo y sentía el delicado frío de Noviembre colarse por la habitación discretamente hasta mi cuerpo. Él me abrazaba por la cintura mientras perdía mi vista en el cielo. Cerré los ojos por unos momentos, tomé lentamente su mano y la llevé hacia mi pancita. La dejé ahí unos momentos, presionando su mano contra mi vientre delicadamente- ¿Lo sientes?

-Sí – musitó con un tono de felicidad. Me dejó de abrazar para poner su oído en mi vientre. Alcancé a mirar su rostro en la obscuridad de la noche, estaba sonriendo- Hola bebe – como si quisiera darle una respuesta, pateó levemente mi vientre. Él volvió a sonreír- No creo que estés tan cómodo ahí dentro, ¿verdad? – volvió a patear- Lo sospechaba – se volvió hacia mí, me abrazó de nuevo y besó mi mejilla tiernamente.

-Jorge, dime qué es lo que significa éste anillo. Por favor, moriré de la curiosidad – hizo un ruidito de negación ante aquella súplica- Por favor. No te pido más.

-¿En verdad quieres saberlo?

-Así es. Drew también quiere saberlo, ¿verdad que sí Drew? – toqué mi vientre unos momentos y se movió- Lo ves.

-¿Dr... Drew? – preguntó sin casi poder articular el nombre.

-Lo siento Jorge. No quise decírtelo hasta ahora porque estuve leyendo algo en internet de... - me abrazó más fuerte y me calló con un beso.

-¿Drew? –preguntó sonriendo cada vez más- ¿Cuándo pensabas decírmelo?

-Sí, es un niño, y pues ayer que fui al doctor, el niño había cambiado de posición y así pudieron ver el sexo, así que es un hombrecito, ¿Qué te parece amorcito? – sonreí al decir ésta última palabra y me volvió a besar.

-Te amo, te amo, te amo. Eres lo mejor que me ha pasado Tini, lo mejor – nos besamos durante un buen rato y después de unos minutos me dormí profundamente.

El sueño que había tenido meses atrás comenzaba a tener forma. Veía perfectamente al hombre que hacía ver las cosas correctas al otro. Su tez era blanca como la nieve y sus ojos tenían un color verde grisáceo, hermosos. Su cabello era casi idéntico al de Jorge solo que éste lo tenía más rizado que mi ángel. Era más alto que el otro chico y se mostraba serio y seguro de lo que decía.

Sentí como mi estómago gruñía de hambre. Me levanté de la cama, me puse un pequeño suéter y bajé hacia la cocina. Vi como Jorge batía una mezcla tranquilamente, no quise hacer ruido. Me senté sigilosamente en un banco que estaba cercas de la barra. Lo miré durante un buen rato, me encantaba verlo sin camiseta. Untó un poco de mantequilla en el comal de la estufa, la mezcla que tenía en una vasijita la dejó caer en éste y tomó una palita. Al parecer estaba por hacer HotCakes.

-Se ven deliciosos – musité. Al ver el primero que salía, recién hecho. Mi estómago volvió a hacer ruiditos. Él al parecer no se sorprendió, tal vez ya se había dado cuenta de que yo estaba ahí.

-Te levantaste temprano. ¿Cómo amaneciste? ¿Dormiste bien? –preguntó mientras volteaba el panqué.

-Sí, pero con mucha hambre –reí y él también lo hizo, se dirigió hacia el refrigerador y sacó un botecito de miel. Quitó algunos panqués del comal que ya estaban hechos, los puso en un plato grande, al lado un jugo de naranja y la miel.

-Problema resuelto – me miró y sonrió- En la madrugada estuve hablando con Drew -¿Hablando? Pensé- Sí, bueno, no. Le decía algunas cosas y él respondía con pataditas. Aunque le dije que no pegara muy fuerte, ya que a cada rato te movías – lo miré y de pronto sentí como la sangre se acumulaba en mis mejillas.



Maratón 2/7

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Atte: JustImagine07

Embarazada De Un Angel - JortiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora