Capítulo 2 ♦ Fernando

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El chico regordete me sigue por el cuarto asquerosamente rosado hasta el nuevo pasillo. Poco a poco mientras camino puedo ir distinguiendo dos puertas y una pantalla considerablemente grande. Al llegar al corredor, que desde dentro parece más ancho, la puerta se cierra, lo que me parece raro ya que al verla no se distinguen separaciones entre una pared y una bisagra, parece una sola cosa. La pantalla se enciende e ilumina el cuarto, mismo que parece empezar a moverse hacia abajo cual elevador.

Por favor, pronuncien su nombre y un apellido de forma clara, deben retener la información que a continuación les será dada.

¿Qué pedo? Argh, me parece algo muy estúpido, pero allá voy

-Fernando Medina

Jugador #16. Clave RI. Clase SS

Muy bien, parece otra broma punk, ¿Por qué me dan una clave y una clase sin ningún puto sentido? Esto es una muestra de preferencia obvia, aunque me siento alagado de pertenecer a la clase SS, en mi conocimiento está que es casi la mejor clasificación en cualquier uso de letras para categorizar.

-Alexa Torres -dice una chica a un par de metros delante de mi

Jugadora #1. Clave A4. Clase B.

Vaya vaya, alguien aquí no ha hecho las cosas bien, esta chica me es inferior, no prejuzgaré pero puede ser una completa idiota, o una incompetente, pongamos atención a lo que sucede, Frank.
Una chica habla por detrás de mi

-¿Alexa? ¿Eres tú? -la tal Alexa se voltea a mirar a la desconocida

-¡Ingrid! ¡Mi amor, tanto esperé verte en persona! -la chica sale corriendo al encuentro con la tipa de atrás

Muy bien, esto es incómodo. No desvié la mirada de la constante luz blanca de la pantalla, pero al parecer se abrazaron y hubo saliva en tránsito. Pronto varios chicos empiezan a hablar y a juntarse en una bolita, desconozco a todos y estoy bastante al fondo, la unica persona detrás mí era la tal Ingrid, por lo que no hay ninguna cara familiar cerca, todo lo que veo son cabezas viendo hacia el frente y un grupo de retrasados desconocidos. Un rato más tarde alguien más habla.

-Karla Lozada -la sala completa por fin se calla

Jugadora #20. Clave B. Clase S

-Hey, hey -empieza a decir uno de la bola de pelmazos- ¡Diego Tapia!-grita

Jugador #5. Clave SSO. Clase A.

-¿Escucharon puyas? ¡Clase A!

- Xóchitl Reyes-oh, la matada buscapleitos

Jugadora #26. Clave PH. Clase F

Volteo a ver a la chica, se indigna al grado que su expresión valora mi atención de forma generosa.
Y así pasan muchos nombres, con claves como RI, SNO, L2, etcétera, los cuales nos dividimos en la clase F, B, A, S y SS. Me siento alagado, pero a la vez intrigado de los méritos que me dieron la oportunidad de pertenecer a la clase más alta, y el por qué la clase más alta no es la SSS. Al final, somos 29 participantes.

Muy bien, ahora las puertas, quien su número de jugador sea par, diríjase a la puerta negra, los números nones a la puerta blanca, ¡Let's get started!

Esa frase no me parece correcta, mi inglés no es el mejor pero no la apruebo como algo entendible.
Me dirijo a la puerta negra junto a otras personas, al parecer todos tenemos entre 14 y 18 años, hecho que me parece extraño.

La puerta blanca se abre y la mitad del grupo desaparece. Luego, nuestra puerta se abre, mostrando un cuarto rojo casi en penumbra, entramos todos en una fila desordenada y vemos que hay unas cuantas luces en fila iluminan lo que parecen ser bañeras, anchas bañeras llenas de agua y con una capa uniforme de espuma hechas con azulejos blancos, sin grifo ni regadera, separadas por 20 centímetros entre sí. La pared de la derecha se vuelve una pantalla y se enciende, la voz femenina habla.

§prēkkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora