§prēkk

Capítulo 1 ♦ Donovan.

Despierto con la luz del sol dándome en la cara, las cortinas blancas permiten el paso tenue de los fuertes rayos, pero para despertarme así tendría que ser mediodía...

¡Carajo, medio día! ¿Qué hago yo aquí? Debería estar... Mierda, es tarde, muy tarde...

Me apuro en vestirme y salir corriendo de mi casa, se hizo demasiado tarde ya. Pero, al salir veo a mucha gente, vivo cerca del centro y del parque más grande de la ciudad pero... Pero qué idiota, olvidé que es semana santa.

Regreso a mi casa a paso calmado y riendome de mi mismo, al llegar y subir las escaleras me quito tranquilamente mi ropa y tomo un largo y relajante baño, me pongo unos jeans bastante cómodos y una delgada camisa de algodón, me voy a mi cama y seco mi cabello, me recuesto e inspiro el dulce aroma de la desobligación. Mientras estoy recostado fijo mi vista en la pared e imagino lo que haré en los siguientes días, quizá ir a un balneario, una biblioteca, reunirme con los vencedores que nunca he conocido, viajar por México, miles de aventuras pasan por mi cabeza, hasta que son interrumpidas por un repiqueteo en la ventana, la miro y dislumbro la sombra de un pequeño bulto y un rectángulo, me acerco y corro la cortina, la cual revela una pequeña lechuza con un pico con un aspecto más aguileño y unos ojos con plumas exuberantes, grandes y profundos como un abismo, que tenía un sobre de un papel con salpicaduras de color naranja y café, cerrado con un sello de cera verde con un espiral. En ese momento reaccioné y me di cuenta de que las probabilidades de que un ave mensajera de esta categoría, en una ciudad tan urbanizada y grande como la mía venga a entregarme una carta a mi, que vivo en una casa idéntica a la de mis otros mil vecinos, sin embargo abrí la ventana, pues la avecilla se me hizo muy tierna, tomé el sobre y el animal salió volando tan rápido que apenas lo alcancé a ver, tenía unas majestuosas alas que tenían reflejos dorados cada vez que aleteaba, cerré la ventana y abrí el sobre, saqué una hoja de papel negro con texto de diferentes tipografías armoniosas en cada renglón, comencé a leer

Hola, ¿Has visto hacia arriba, hacia el cielo esta bella mañana?

Interrumpí la lectura un poco confundido, saqué mi cabeza por la ventana para observar a aquel ave alejarse por el aire, pero no me fijé en el cielo. Abrí la ventana y volteé hacia arriba, descubriendo una enorme nube en forma de una serpiente enroscada que parecía observarme

La gran bestia está intrigada, en ti, en mi, en ustedes, en nosotros.
Quiero que conozcas a quienes integran el pronombre ustedes, así que por favor toma el camión gris que no es camión en la próxima parada verde que encuentres frente a la corona, acompáñanos, me gustaría tu compañía para salir a jugar.

Con esperanza, 愛.

No supe qué pensar. Un extraño envió una carta sin sentido alguno con un ave que jamás he visto y además me pide que vaya a un mugar desconocido para mi en un medio de transporte que ni siquiera sé si es un camión o no, en una parada que jamás he visto en un lugar que no conozco.

Mierda, ¿Qué chingados? ¿Por qué pienso en hacerle caso? ¿Por qué me da curiosidad saber qué es esto? Claro que no iré, no soy estúpido, sé que esto es para violarme o secuestrarme o prostituirme, no soy idiota, tiraré esta estupidez y volveré a mi cama a dormir.

Lo próximo que hago es salir a buscar la parada. Yo nunca he visto ninguna parada verde en mi ciudad, todas las paradas son de vil fierro medio pulido, ninguna está pintada de ningún color.
Eso me hace pensar en la ubicación que mencionó el remitente, dijo que estaba frente a la corona, pero en ninguna de las estaciones de autobús de mi zona hay una corona o una estatua o una parada de metro llamada Corona ni están en la colonia Corona ni en la calle Corona ni nada que ver...
Busco en google "Corona" para darme una pista, entro a wikipedia y empiezo a leer, la historia de la corona de inglaterra, los usos alegóricos del concepto, bla bla bla... ¡Ajá! ¡Hasta que doy con algo! "El término corona se utiliza de igual modo para referirse a la cabeza o la parte superior de esta..." ¡En el parque central hay una gran cabeza Olmeca!

Corro hasta el centro del parque donde se encuentra esta, sin duda puedo ver muy cerca un tipo de cabina verde limón con estables puertas de acrílico y asientos negros en su interior, me dirijo allí y abro la puerta, en seguida una corriente de húmedo aire me pega por arriba, agradable pero extraño para ser un lugar público... Al entrar, el espacio se aprecia mucho más grande de lo que aparenta ser, con solo tres asientos de perfecto cuero negro y una pequeña nevera a la izquierda de estos, sonrío algo inseguro y me siento en el lugar que está cerca de la nevera. Observo el lugar, veo las juntas de las puertas de plástico con el techo, que parece el interior de los juegos para niños que hay en McDonald's o lugares así para niños, en eso una voz femenina suena en la aparente parada

Hola, A1, tu vía está por llegar, toma algo de la nevera, que me sentiría mal si no lo hicieras. ¡Disfruta tu viaje!

Ok... Ok... Ok. Una voz me llamó A1, empiezo a temer, mejor me levanto y voy hacia la puerta de salida, doy pasos firmes hacia la puerta corrediza, pero no avanzo... ¿No avanzo? ¿Cómo? Si estoy a menos de un metro de la salida de la estrecha aparente parada, ¿Cómo?

Un camión negro y reluciente se para frente a la parada, el acrílico asciende fuera de mi vista y el autobús abre una ancha puerta, y una plancha de metal se desliza hacia afuera hasta estar frente a mis pies, dentro hay una alfombra blanca y muebles color chocolate, y un agradable olor a vainilla sale del interior.

Pues bueno, si me van a hacer prostituto, no creo que esté tan mal, además disfrutaré mi trabajo, así que entro sin dudarlo, la puerta se cierra y veo a través de las ventanas polarizadas en plateado un parque que parece hacerse pequeño con la altura.

¿SE HACE PEQUEÑO CON LA ALTURA? Pero, sí, estamos arriba, estamos en el aire, avanzamos sin hacer ruido, pero ¿Qué?

-¡Chofer, bájeme de aquí!

No había chofer alguno. No había volante. No había más que un elegante living. Jajaja, si muy buena esa, debo despertar, me hace daño cenar tanto, se lo he dicho a mi madre, tampoco debí excederme con el desayu...

No había nadie en casa esta mañana. Empiezo a golpear mi cara, quiero despertar, ¡Quiero despertar maldita sea! ¡Ya no me quiero sentir mareado! ¡Ya no quiero estar en este camión que de camión no tiene nada! ¡No quiero sentir que me duer...

Siento la cara pegajosa. Noto que estoy sobre algo acolchado, pero firme, algo como cuero...

-¿¡Qué pitos!? ¡Esto era un sueño! ¿Qué hago aquí? ¿¡Que sucede, doctor García!?

Espera, yo no decía esa pendejada... ¿O sí?

Despejo mi mente, estoy en un camión extraño, todo el día ha sido extraño y no deben pasar las seis de la tarde, así que me asomo para observar el cielo

Pero no hay cielo. Solo un techo alto y curvo. Escucho un sonido procedente de la puerta, se abrió, no estoy en el aire. A paso lento y temeroso salgo del camión, o eso, y me encuentro con una enorme sala, con un altísimo techo, con tonos rosados y rojos que van desde el suelo hasta el techo, no veo luces pero está lo suficientemente iluminado para ver por donde voy, como las calles a eso de las cinco o seis de la mañana. Entonces, lo veo, varios camiones (o lo que sean) iguales al mio están estacionados cerca del mío, y si lo miro bien, forman un círculo, otros chicos se encuentran igual que yo, a unos pasos fuera de sus camiones

-¿Hola? Soy Fernando

Un chico de mediana estatura, flaco, con cabello alborotado, gafas moradas y grandes ojos curiosos en una cara serena y despreocupada me saluda

- S-s-soy Donovan... ¿Qué hacemos aquí? -pregunto desesperado
-Mh, no lo sé, pero estamos

Ese chico me confunde más, trato de cerrar lo que pudo ser una conversación, pero un sonido me interrumpe, parece ser una voz, muy genérica, no reconozco si es femenina o masculina

¡Bienvenidos! Es un gusto tenerlos aquí, vayamos al fondo de esto

Una parte de la pared se abre cual compuerta oculta para mostrar un ancho y corto pasillo

¡Adelante, adelante!

Miro al chico, el levanta los hombros y camina hacia allí, lo sigo, pero no tengo idea de qué es a lo que vamos, entonces, dentro, lo veo: Puertas.