§prēkk

Capítulo 15 ♣ Mariana

Día tras noche, sin comida, sin baño, sin ver la luz del sol, sin la brisa de la mañana, sin el naranja del atardecer, sin las estrellas de la noche, nada más que paneles, paneles que se llenan de colores artificiales, nada más que el que me duerman y despierten de forma espontánea sin que me dé cuenta, nada más que un reloj digital enorme, nada más que eso.
Me ha dicho que los demás están en un lugar lejano y tan cerca de donde yo estoy que la ansiedad me está matando, me tiene al tanto de todos y yo aquí, como si no existiera, como si me hubieran olvidado, con un cuerpo de metal y cables que no necesitaba en un inicio, preferiría haber pasado lo mismo que Brandon antes que estar aquí "sana y salva", odio no tener nada qué hacer, nada en qué pensar además de los jugadores y el mapa, como lo llama Atn, que no sé realmente dónde acabe, la zorra no me quiere decir la mayoría de las cosas, pero sé los asquerosos secretos de Ángel y Fernanda que, en mi opinión son despreciables, además hay un chico del que no tolero lo que esconde y no le ha sacado provecho, dijo Atn que la próxima prueba está a su favor, pero la rabia de no poder decirle nada de esto a los demás y el no poder ser parte de quienes juegan las pruebas me emperra, me están sacando ventaja lo quiera o no, además lo que pasa con el chico que se quedó encerrado es tan jugoso para resolver que me dan ganas de salir y...

Reiniciando...

Esa estúpida voz en mi cabeza, aparece cada vez que me apagan, y creo que le quitaron los ventiladores a mis tontas piernas, tengo calor, quiero que dejen de sonar los ruidos metálicos que llegan desde abajo y me dejen de joder de una buena vez porq...

-¡Santo cielo! ¿Mariana?

¿Qué?

-¡Lisi!

Ellos. ¿De dónde los conozco...?

-¿Ingrata?¿Lalis...? -la luz del sol me impiden abrir por completo los ojos

-¿¡Dónde estabas!?

-Dónde me tenían debería ser la cuestión

-Pueees... ¿Dónde estabas?

-En la parte sur de...

No me acuerdo

-¿De dónde?

Demonios, no lo recuerdo, no me acuerdo de lo que me contó Atn, ¡Carajo!

-Lo sabía, pero me han hecho algo, no lo recuerdo

-¡Genial! ¿Pensabas que lo ibas a recordar? Eso es lo que quiere, ¿Sabías? -interrumpe un chico cabezón, flaco cual garrocha y con unos lentes morados, se le ven bien

¿Eh?

-Oh vamos, ya lo sabías

-Mejor vete we, hablale a tu gorda -farfulla Jaz

El tipo se ríe y se va, estoy segura de algo y es que él sabe algo más que nosotros.
Enciendo mis piernas y me levanto, de un paso llego hasta donde él

-¿Qué dices, esclavo?

-En primera no me llames así -su voz suena aguda al principio, mientras habla aumenta su velocidad y se vuelve un poco más grave- lo sé, es conocimiento intuitivo del que estoy seguro

-No lo creo, ojitos de princesa, tienes que saber que la información es muy valiosa

-Lo sé, pero es toda la que tengo y te quiero decir, no te voy a dar un tour por mi mente, que es un enigma, así que con permiso...

Y se va, a paso rápido, la camisa le ondea y el pantalón parece estársele cayendo

-Está loco -dice Lalis

-No, no lo está, tiene datos que no va a soltar tan fácil

-¿Cómo que tan fácil? -pregunta Jaz

-Lo verás

La sangre me hierve, quisiera seguirlo sin tener que ir detrás de él.
Noto un chasquido en el suelo, pero apenas volteo hacia el piso siento aire corriendo por mi cuerpo y las personas alejarse

-¿Qué?

-Yo quiero de esas

Piernas voladoras, ¿Eh, Atn? Brillante idea.
Se conducen solas, siguiendo al tipo justo por encima de él, parece que se percata pues empieza a caminar al rededor de un amplio conjunto de palmeras, pero tengo tiempo.

Dos horas, dos horas caminando y dando vueltas hasta que se le ocurre hablar, gira la cabeza hacia arriba y vocifera:

-¿Te vas a rendir?

Mis piernas empiezan a descender, me paro en la arena y doy un par de pasos

-¿A dónde ibas y qué sabes?

-Ya te lo dije, no te voy a decir nada, no es interesante así que no voy a desperdiciar tiempo

-¿A caminar dos horas al rededor del mismo kilómetro cuadrado no le llamas perder el tiempo?

-No, y ahora si me disculpas, me voy...

Mariana

Ya va a empezar a joder

Mariana, sé que estás despierta

Madita sea

-¿Qué quieres?

Tienes que levantarte y ocupar tu mente, Mariana

He estado tratando de recordar lo que me dijo, pensando en cómo salir de aquí

-Eso hago

Ocuparla de verdad, Marianita

-Cállate de una vez

¿No te gusta que te hable?

-No mientras tu voz salga de mi cabeza

¡Ah, maravilloso chip! Estaremos juntas por siempre Marianita, ni el querido Doctor House te lo puede quitaar

Odio ese tono cantadito

-¿Tú qué sabes?

¿Y tú?

Ríete, estúpida computadora

-¿Podrías abrir la maldita cápsula?

Mariana, querida, quien la abre eres tú

-¿Podrías decirme cómo?

Depende enteramente de ti

Y así, Mariana desapareció de la playa esa misma mañana, sin embargo...