Nota importante:
Lo que acontinuacion leeran NO ES MIO, es una adaptacion de un libro que encontre en internet si no estoy mal se llama "Calor"; me gusto mucho, asi que quise compartirlo con ustedes, espero lo disfruten.
Calor
Los Senos de karol quedaron expuestos algo que le generaba mucho más placer a Ruggero, el la volteo y quedaron frente a frente, ellos volvieron a unir sus labios y sus lenguas se juntaron para hacer una danza erótica animal y desconocida por muchos, pero placentera para ellos, Ruggero sin separar sus labios de los de karol, tomo sus dos senos entre sus manos y los apretó provocando que karol secretara de su entrepierna un fluido. Ambos estaban apretados en esa corriente de pasión y no podían parar, Karol empezó a acariciar el cuerpo de ruggero muy suavemente pero eso excitaba mas a Ruggero, ella acariciaba sus músculos duros y tonificados de el, bajo poco a poco por sus abdominales y su pelvis hasta encontrar el objeto de su deseo.
El miembro de él estaba totalmente erecto, deseando salir ya del bóxer, así que karol tomo los bordes de aquella prenda y en un movimiento ágil lo bajo. Con fuerza lo tomó entre sus dedos y los cerró alrededor de la gruesa circunferencia. Impulsada por los gemidos masculinos comenzó a mover su mano de arriba abajo lentamente, con la presión exacta que sabía a él le gustaría. Dejó un momento lo que estaba haciendo para soltar un gemido largo, cuando él chupó con brío uno de sus erectos pezones, mientras el otro seguía siendo atormentado por su mano. Rozó la cálida y sensible piel con su mentón rasposo y luego exhaló suavemente sobre él, llevándola hasta las nubes antes de volver a enterrar su cara entre los deliciosos montículos de carne.
Ella volvió a retomar su tarea, acariciando su miembro con lentitud, mientras gustosa sentía los latidos a lo largo de toda su longitud y cómo se ponía aún más duro entre sus dedos. Cuando él se levantó un poco de su cuerpo, sus miradas chocaron, el verde y el marrón se mezclaron con un millar de promesas silenciosas. Ella le dijo con la mirada lo que quería hacer y él, con una sonrisa satisfecha la dejo actuar con libertad colocándose de espaldas en las sábanas. De manera atrevida, ella giró su cuerpo hacia Ruggero, besando con suavidad su amplio torso, lamiendo juguetonamente sus pezones y enterrando sus dedos en el pequeño triángulo de vello de su pecho. Lentamente fue bajando sus labios, besando cada centímetro de su abrasadora piel, hasta llegar a su verga, que cual mástil, se levantaba para ella en toda su perfección.
Pasó su lengua por sus resecos labios antes de darse un festín con aquella muestra de masculinidad. Con delicadeza rozó la punta gorda e hinchada, dedicándole pequeñas lamidas antes de recorrer toda su gran longitud con la lengua. Repitió la caricia algunas veces más antes de tomar entre sus labios uno de los testículos, que se endureció para ella rápidamente, lo aspiró un poco dentro de su boca consciente de que eso le encantaba a él, lo lamió un poco y luego prosiguió con el otro, sintiendo como su temperatura aumentaba varios grados más al escuchar los sonoros jadeos del hombre.
Dejó las dos bolsas endurecidas antes de recorrer con su lengua todo el miembro de Ruggero por la parte de abajo, donde la gruesa vena latía frenéticamente. Le dedicó tiernos besos al glande rojo y brillante, lamiendo lánguidamente la gota blanquecina que brotó de la punta. Cuando sus oídos captaron los rugidos agónicos y exasperados de su acompañante sonrió, segura de que no aguantaría mucho más de esa dulce tortura.
Fijó su mirada añil en los plomizos orbes que la devoraban mientras se llenaba la boca con toda su formidable erección, pero era demasiado grande para abarcarla como deseaba, así que con sus manos se ayudó para no dejar ni una sola porción sin cubrir y comenzó los movimientos. Mientras sus maños subían y bajaban, su boca succionaba con firmeza, llevándolo al extremo. Cuando él apartó su boca y sus manos de su tieso miembro, ella le dedicó una última caricia. Con delicadeza, posicionó sus labios en el sensible punto donde se unen los testículos al pene y succionó suavemente, provocando que todo el cuerpo masculino se estremeciera. Cuando hubo acabado con su tarea, llegó el turno de él.
La levantó y colocó sobre la colcha, le bajo las bragas rápidamente y luego se dispuso a volver a la parte de arriba, besando sus senos tiernamente, se dedicó a los pezones ahora rojos e hinchados, besándolos y rozándolos pero no se detuvo ahí. Bajo recorriendo con su lengua el liso estómago, depositando besos ardientes que le caldeaban la piel, haciéndola sudar y revolverse. Absorbió las pequeñas gotas que humedecían el cuerpo femenino, hasta llegar a su pubis. Aspiró profundamente el olor de esa parte de su cuerpo y con una sonrisa ladina enterró su cara en el centro femenino.
Ella se retorció aún más, gimiendo descontroladamente al sentir la lengua bañar de saliva toda la zona, alzó las caderas involuntariamente anhelando aquella fricción que la enloquecía. Él pareció leer en su expresión sus deseos, porque con firmeza deslizó su mentón de arriba abajo unas cuantas veces, abrazando la tierna carne con su incipiente barba, introdujo más profundamente la lengua y chupó el rosado botón causándole los tan ansiados temblores previos al orgasmo. Mordisqueó con más presión la carne palpitante, empapándose los labios con el fluido de su placer y succionó nuevamente hasta sentir las contracciones de ella, pero no alejó el rostro sino que lo mantuvo exactamente en la misma posición, llenándose la boca de la esencia femenina y colmando sus orejas de los sonidos estrangulados que surgían de la cerrada garganta de ella.
Con su miembro a punto de estallar, se posicionó en la ardiente entrada que tanto deseaba. Arrodillado ante ella, colocó los finos tobillos sobre sus hombros antes de hundir la punta regordeta de su erección en el húmedo canal. El calor que abrasó su miembro le nubló la mente, así que de una sola envestida la penetró completamente hasta la base. Inhaló profundamente con los párpados apretados y la mandíbula encajada, mientras las manos femeninas le acariciaban los tensos músculos de su abdomen.
Lentamente comenzó a moverse, saliendo casi completamente para volver a enterrarse bruscamente. Los gemidos de ella le indicaban el ritmo, así que aumentó la velocidad de sus empujes hasta llevarlos a ambos a un estado de delirio. Con rudeza bajó los pies de sus hombros y se rodeó la cadera con las largas piernas femeninas, inclinó su torso hasta situarse encima de ella, con ambos brazos a los lados de su cuello. Ella pasó sus manos por el contorno de sus costillas hasta sus omóplatos, clavando sus largas uñas en la piel de la espalda. La combustión entre ambos era demasiado intensa. Con un resuello desesperado, aceleró aún más sus estoques, mientras que una de sus manos se colaba entre ellos para acariciar el pequeño botón de placer y con un veloz movimiento sus sedientos colmillos se clavaban en la suave piel del cuello de ella, sorprendiéndose ligeramente al sentir como ella también enterraba sus afilados caninos cerca de su hombro.
Mientras succionaban la sangre dulce de la hembra, presionó la delicada yema suavemente hasta que con un sollozo, ella separó su boca de él y se dejó ir, aprisionando en su interior el formidable miembro masculino, mientras él hacia una última acometida y con un bramido dejó fluir su caliente semilla dentro de ella. Suspirando agotado se dejó caer sobre el cuerpo femenino. Beso los labios hinchados de ella tiernamente, adorándolos en silencio, para luego enterrar su nariz en el exacto lugar donde antes habían estado sus dientes.
Ella acarició con ternura su espalda, para luego enterrar los dedos en el corto y espeso cabello de él, inhalando su aroma viril. Su pecho comprimido por el peso del macho aún subía y bajaba rápidamente. Pasó su lengua por sus propios labios, sintiendo aún el regusto de la sangre deliciosa de él, mientras suaves besos eran depositados suavemente en su cuello. Aletargada por el esfuerzo y la intensa pasión compartida, sus ojos comenzaron a cerrarse, mientras ella pensaba en lo afortunada de tener a Ruggero, karol no quiere que nada de nadie la separe de su amado, y no, nadie podrá o... eso cree ella.
Pero sus ojos se cerraban y sus pensamientos se perdieron en la bruma de los sueños.
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Nada Valgo Sin Tu Amor "Ruggarol Hot" [APT2]
FanficElla lo amaba. El la amaba. Ellos se amaban. Pero... no podian estar juntos. Era imposible. Lo intentaron, se lanzaron, se atrevieron, pero... la vida, no los queria juntos. O talvez... ellos no habian intentado lo suficiente. Intento alejarse de el...