Capitulo 9

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Me pesaban las piernas y cada paso que daba era un suplicio. Esas eran las consecuencias de llevar andando desde la salida del sol en un día caluroso.

Yo iba en cabeza, un par de metros por delante de cualquiera de mis acompañantes, no quería verles, no quería ver su cansancio, pero sobre todo no quería ver su preocupación.

Yo tenía un objetivo: llegar a Llanura. Era el único sitio, la única familia noble, que sabía que seguiría a mi lado pasara lo que pasara, y no solamente porque llevase conmigo a uno de su linaje, sino porque era la única familia que jamás había defraudado a la mía.

Las piernas me fallaron y caí de rodillas al suelo. Alguien llegó a mi lado y me ayudó a levantarme.

-Llevamos horas caminando y no bebemos ni comemos nada desde hace casi dos días. Es hora de descansar- me dijo Grant prácticamente al oído.

-Debemos seguir, cuanto antes lleguemos a Llanura, antes estaremos a salvo.

-Ya no puedes seguir, te fallan las piernas. Por favor, sigamos mañana. El Marqués y yo podemos ir en busca de agua y algo que comer mientras vosotros descansáis. Míralos- me señaló hacia donde estaban el resto-, si sigues adelante te seguiremos, pero no sé cuánto más aguantarán y tampoco se cuanto más aguantaras tú.

Asentí y señalé a dos soldados.

-Vosotros, id en busca de algo de comida y agua, no os alejéis demasiado. Ya hemos avanzado suficiente por hoy.

Los soldados asintieron y continuaron andando mientras que veía como Jemma y Fitz se apoyaban en un árbol y se dejaban caer al suelo.

-Iba a ir yo- me dijo Grant resignado.

-No- fue mi única respuesta antes de dirigirme ​hacia los árboles y adentrarme en el bosque.

Sentí como Grant me seguía de cerca y cuando tuve la sensación de estar lo suficientemente lejos dejé de caminar y sentí como me abrazaba por la espalda.

-Todo saldrá bien- me susurró al oído.

-Me encanta tu optimismo.

-Llegaremos a Llanura y desde allí dirigirás el contraataque.

-¿Con que tropas?- le contesté girándome para poder mirarlo a la cara-. Va a gobernar, y no durante uno o dos días, lo hará durante años. Pero esa corona volverá a estar sobre mi cabeza y tu serás mi rey.

-¿Yo?- me miro sorprendido.

-Las cosas han cambiado, cuando vuelva a ser reina ya no lo seré por haber heredado el trono, lo seré por conquista. Solo tienes que convertirte en mi esposo antes de que vuelvan a coronarme y no habrá impedimentos para que estemos juntos.

O.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

A lo lejos puede ver dos figuras acercarse y Grant y el Marqués se levantaron y se colocaron delante de mí listos para desenvainar sus espadas, pero se relajaron al ver que eran los dos soldados que había enviado en busca de agua y comida haría unas horas.

Entre sus manos pude ver una especie de ave y respiré hondo, necesitábamos las fuerzas que ese alimento nos traería.

-Lo siento, majestad, pero no hemos encontrado agua- me dijo uno de los soldados mientras el otro se sentaba en una roca para proceder a desplumar el ave.

-No os preocupéis, seguiremos buscando mañana. Y llamadme Skye, ya no soy vuestra reina.

-Para nosotros siempre seréis mi reina, y será un placer morir protegiéndola- me lo quedé mirando fijamente mientras veía como comenzaba a encender un fuego para cocinar la cena mientras yo empezaba a sentirme como una mierda.

La herederaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora