Hai!
Este fic va dedicado a una de mis autoras favoritas, Noalovegood, una de las mejores personas que he conocido por estos lares y que hoy está de cumpleaños :). Iba a ser un one shot en principio pero X'D... Siento no haberlo terminado entero para tu aniversario, pero espero que el one-shot-convertido-en-short-fic-de-pocos-capítulos pueda seguirlo actualizando hasta el final *o*.
Dicho esto, ¡espero que te agrade, Noa n___n! ¡Y disfruta muy mucho de tu día especial (aunque el TFG pueda molestar un poquejo ¬¬)! Después de todo, hoy se celebra el que debería ser tu día más importante :O.
Nacer es muy complicado, ¡y sobrevivir también es una ardua tarea :3!
La jovencita clavó ambas palmas de sus manos sobre el frío cristal que cubría su dormitorio. Le resultaba extraño el techo de tan alta calidad como la cúpula que protegía a la polis del Dragón de la Destrucción. Ella se había acostumbrado a la opacidad de su hogar que se manifestaba con escasas ventanas minúsculas, lo mínimo para cubrirles la intimidad respecto a los vecinos y permitir una ventilación que solía ser inferior a la saludable.
Sin embargo, desde la quincuagésima planta, y del lugar en el que se hallaba, podía observar a Edolas al completo, haciéndole sentir poseedora de una divinidad de la que sabía que carecía. Era imposible abandonar la sensación magnánima que provocaba hallarse en la zona más alta de una de las escasas comunidades que todavía quedaban en pie. Sabía que la posición que ocupaba en aquel instante la colocaba como privilegiada, pero ella no era ninguna ingenua y no olvidaba lo que realmente era, ni de dónde procedía. Al fin y al cabo, le habían arrebatado la inocencia en sus primeros años de vida por todo lo que se había visto obligada a vivir.
Ella tan sólo era un producto más en el adicto consumismo que envolvía a la comunidad.
La voz sin género específico le comunicó que eran ya diez de la mañana, pero la ignoró. Quería saborear las últimas horas de libertad y dignidad que le quedaban escuchando el susurro de sus propios anhelos que estaba destruyendo por el bien de su familia. En cuanto el inicio de la madrugada se iniciara, dejaría de ser una humana libre para convertirse en una mercancía que debía ser entregada a su comprador. El mero hecho de ojear a la lejanía a los ciudadanos que se encontraban en inferiores plantas a la suya iniciar su día le llevaba a su amada planta seis, donde hasta hacía apenas un par de meses había estado transcurriendo toda su vida. Era consciente que desde la quincuagésima planta resultaba imposible que pudiera alcanzarle la vista a su lugar de origen, pero mantenía los suficientes recuerdos en su memoria como para proyectarlos a través del cristal.
A diferencia de esa lujosa planta, el sexto piso permitía ser consciente de la horrible destrucción que había sufrido la Tierra una vez los desastres naturales fueron imparables y sucesivos, arrasando con vegetación, animales y humanos que murieron en el acto o progresivamente debido a las epidemias. Tampoco ayudó cuando las radiaciones solares provocaron que las zonas más próximas al sol quedaran calcinadas junto con quienes habitaban.
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La caverna
FanfictionAdaptación libre del mito de la caverna de Platón aplicado a un futuro distópico en el que la degeneración del planeta Tierra comportó que los supervivientes construyeran una cúpula llamada Edolas dividida en cincuenta plantas que les protegiera de...