2. Recordar

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Los recuerdos vienen con una sensación de tristeza y de alegría. A veces me gustaría poder hacer un salto en el tiempo y borrar la tristeza, pero me parece que si lo hiciera, la alegría también se borraría. De modo que decido aceptar los recuerdo tal como se presentan, todos, y dejo que me lleven hasta los límites de mi memoria.

Nicholas Sparks. Un paseo para recordar.

Jongin

Aun cuando Jongin naciera de nuevo, como una criatura solitaria y dueño de unas alas que eran la envidia de todos los otros ángeles, había recuerdos en su cabeza los cuales no encajaban con él.

Recuerdos incompletos, de fragmentos borrosos y frases sin finalizar. En todos ellos había una suave voz que le cantaba, unas manos que acariciaban sus mejillas rosadas. Alas blancas como las suyas. Labios gruesos.

Los ángeles no recuerdan, le había dicho Yixing una vez. Los ángeles no aman, no añoran, no sienten la soledad como algo malo. Ellos eran humanos sin sentimientos, una raza imperfectamente perfecta.

Por eso era por lo que Jongin se sentía tan intrigado, quería saber de dónde provenían todos esos recuerdos, si le pertenecían. De alguna manera, el simple hecho de recordarlos hacía que su corazón doliera, y una tristeza ciega e irracional se hacía presente junto con una soledad que no podía explicar. Los ángeles eran seres independientes, estar solos formaba parte de su naturaleza, pero para Jongin, esa soledad era incómoda, como si una parte importante de él mismo le faltara y no supiera cómo ni dónde buscarlo. Se sentía incompleto, medio vacío.

El tiempo transcurría sin prisa pero sin descanso, las personas van y vienen, los momentos que creías que durarán para toda la eternidad pasan. Pero un recuerdo, inmaterial pero firme, un recuerdo que conservas en tu mente, existirá siempre que no es olvidado.

Jongin eso lo tenía muy claro, se sujetó a esos recuerdos como si fueran a salvarlo, le gustaba creer que esos mismos recuerdos le hacían diferente al resto de los ángeles, porque estaba seguro de que ellos no los tenían.

El ángel los guardó en su mente como si se tratara de un preciado tesoro.

*****

Capítulo dos

Cuando salió en busca del chico, realmente no tenía ni idea de en qué dirección ir, así que solo confió en su suerte y eligió lo que su instinto le decía.

Dejó la librería al cuidado de Junmyeon y con el libro en las manos aceleró su paso. El cielo ya había oscurecido a esas horas y las calles ya se encontraban vacías debido al frío, Kyungsoo culpó al chico por hacerle salir a esas horas.

El chico de los ojos azules, el cual Kyungsoo había descubierto que se llamaba Jongin en su tercera visita, se había olvidado el libro que compró en la tienda. Era increíble que alguien pudiera ser tan descuidado, sobretodo cuando tenía una apariencia tan cuidada y una forma de hablar tan educada. Kyungsoo se echó a reír por lo torpe que era ese muchacho y rápidamente cogió el libro y le dijo a Junmyeon que se hiciera cargo del local. Quién le hubiera dicho que al salir ya no había ni rastro de Jongin en ninguna parte.

Ralentizó su paso cuando se dio cuenta de lo mucho que se había alejado de su librería, se encontraba ahora a varias calles de esta y se estaba haciendo demasiado tarde. Nada era seguro a esas horas, Kyungsoo se estaba metiendo en la boca del lobo.

Cuando finalmente Kyungsoo decidió rendirse y volver, una mano lo jaló con fuerza y lo arrastró hasta un callejón oscuro. Fue tan repentino que a Kyungsoo no le dio ni tiempo de asimilar la situación antes de encontrarse a sí mismo rodeado por un extraño, con una mano cubriéndole la nariz y los labios y otro rodeándolo por la cintura.

Angelus [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora