5. Temblor

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Eres mi otra piel, mi cambio de estación.

Yo broto para ti, florezco y muero al mismo tiempo.

Maggie Stiefvater. Temblor



Jongin

Recordar a Do Kyungsoo no fue como él esperaba, Jongin buscaba entender, comprender su origen y lo que esa persona habría contribuido en ello, pero al final resultó que todo era más complicado de lo que esperaba. El ángel nunca se hubiera imaginado que recordar a Kyungsoo se traduciría en dolor, añoranza y un sentimiento tan intenso que podría tener la capacidad de destruirlo.

Yixing le había ayudado a localizarlo, no fue una tarea difícil ya que solo tuvieron que buscar de entre las personas que nacieron en el día que Kyungsoo dejó de ser un ángel. Y resultó que los padres del Kyungsoo humano decidieron dejarle el nombre. Jongin le gustaba pensar que se trataba de algo llamado destino, o que el mundo se negaba a dejar morir el recuerdo de alguien como él.

Al principio todo era extraño. Jongin no entendía la importancia de ese pequeño niño, no veía rastros de su pasado en él y se sintió decepcionado, frustrado. Quiso hacerle caso a Yixing y rendirse, no sabía si todo eso lo iba a llevar a algún lugar o solo a un callejón sin salida.

Así que decidió darle una última oportunidad e intentarlo por última vez.

Cuando Kyungsoo cumplió su primer año, Jongin decidió bajar del cielo e ir a verlo.

Se trataba de una fría noche de invierno, los padres de Kyungsoo habían dejado a su hijo en la cuna y decidieron irse a dormir. Jongin esperó sentado en la ventana de la habitación del pequeño hasta que todas las luces de la casa fueran apagadas.

Abrió la ventana y se deslizó dentro fácilmente. Se acercó a la cuna con lentitud, escuchando solo el tranquilo latido de su corazón y las pausadas respiraciones del niño.

Cuando llegó al borde de la cuna, Jongin cerró los ojos con miedo. No supo la causa de ese miedo que sentía, pero de repente todo su cuerpo temblaba y el ritmo de su corazón se aceleraba. No podía creer que un niño humano pudiera hacerle sentirse así.

Cuando al fin abrió los ojos y lo vio, Jongin lo entendió por fin. Ese sentimiento que hacía que su corazón no parara de latir, que hacía que temblara como una hoja en otoño. Ese sentimiento se sentía tan cálido cuando veía a Kyungsoo y se sintió tan bien rodeado de esa calidez que no entendió cómo pudo no haberse dado cuenta antes.

En ese momento lo supo, o quizás lo había sabido desde siempre. Él le pertenecía a Kyungsoo de la misma forma que este le pertenecía a él.

Esperó veinte años por él, lo observó crecer y convertirse en el chico que era, el chico con el rostro del ángel que le salvó la vida.

Bajaba del cielo de vez en cuando para buscarle, Jongin tenía asuntos de los que encargarse pero siempre encontraba un momento para ir a verlo. Se escondía en las sombras de las calles, en las esquinas y detrás de los árboles para poder oír esa suave voz y ver esa delicada sonrisa.

Lo echaba tanto de menos que le bastaba con solo verlo y oírlo, su corazón se sacudía con solo encontrarlo en medio de la multitud y cada vez que decidía arriesgarse y acercarse un poco más hacía él, su estómago temblaba, metafóricamente hablando. Era imposible que tantas mariposas pudieran convivir dentro de su estómago, pero Jongin en verdad sentía como todas ellas rasgaban las paredes cada vez que veía a su ángel, su humano, a Kyungsoo.

Si tan solo pudiera alargar su brazo y rozar de nuevo esos labios con sus dedos.

Si tan solo pudiera abrazarlo y hacerle sentir lo rápido que latía su corazón por su culpa.

Angelus [Kaisoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora